Pues sí, llevamos muchos meses prácticamente desaparecidos debido a esta triste pandemia que nos está tocando vivir. Pero por lo menos hemos aprovechado el tiempo para condensar los doce años de este blog en un libro que nos hace mucha ilusión a todos los que hemos participado en él. A los conciertos, artículos, libros y películas les hemos añadido unas interesantes entrevistas a todo tipo de gente relacionada con la música en directo en Barcelona. Incluso hemos tenido la fortuna de contactar con un músico norteamericano habitual de nuestras salas.
Está claro que 2020 es un año nefasto. Tenemos esta horrible pandemia que nos va a volver locos a todos, con tantísimas muertes y gente que lo está pasando mal. Y por lo que respecta al mundo de la música, ya sabemos cómo está la situación: sin conciertos, músicos y promotores malviviendo y salas cerrando, como mi querida Rocksound. El futuro pinta mal, muy mal.
Por otro lado, ver como nuestros héroes nos van abandonando poco a poco es escalofriante. Mirar la lista de músicos desaparecidos en lo que llevamos de año da miedo: Neil Peart, Little Richard, Peter Green, Pete Way, Dave Kusworth... Y ahora, lo que faltaba, la desaparición de Eddie Van Halen, mayúsculo guitarrista de una banda mayúscula. Probablemente, él y Jimi Hendrix hayan sido los dos mayores revolucionarios de su instrumento que ha habido nunca. Además, siempre poniendo su genio al servicio de VanHalen, directamente una de las mejores bandas en la historia del Rock'n'Roll. Qué pena da el pensar que no volverá a grabar música ni a subirse a un escenario.
Ya sabemos que es lo que hay, ley de vida, pero realmente es muy triste.
Descansa en paz, Eddie, y móntate unas buenas jams con JimiHendrix, Duane Allman, Paul Kossoff, Randy Rhoads, Gary Moore y Alvin Lee, entre tantos otros.
¿Cuánto vale la felicidad? ¿Cuánto pagarías para que no dejase de existir ese grupo. esa sala de conciertos, esa promotora, ese festival, esa tienda de ropa rockera...?
Los conciertos gratuitos por streaming están muy bien (o no) pero es momento de dar apoyo económico a todas las iniciativas que tienen que ver con lo que nos hace felices. Y EL ROCK NOS HACE MUY FELICES.
Así que ahí va nuestro apoyo. Y nuestro dinero. De momento ya hemos hecho pedidos de camisetas a Rocksound y vestidos a Retro Garage Shop. Ahí os dejamos los enlaces.
Os recordamos que tenéis una sección llamada MUNDO ROCK en esta misma página donde podéis ver más comercios relacionados.
A estas alturas no vamos a descubrir nada, todos sabemos cómo está la situación creada por ese virus tan simpático que nos está haciendo la vida imposible.
Lamentablemente (y además de las desgracias personales, que son lo más importante) creo que nos espera una larga temporada sin conciertos, con lo que este blog queda temporalmente huérfano, aunque seguro que algo haremos durante esta travesía del desierto para amenizar la espera.
Nada más, cuidaos mucho para poder volver con fuerza y vernos de nuevo en alguna sala cuando esto acabe.
Salud y Rock'n'Roll para todo el mundo.
Ya han pasado unos días, pero no está de más comentar el doblete dominical que supuso la visita de Stacie Collins y la de Monster Magnet, juntos pero no revueltos. En primer lugar, hay que destacar el acierto de la sala Rocksound al progamar el concierto de Stacie por la tarde, para que así, los que quisiésemos, pudiéramos cruzar la calle y ver también a los Magnet. ¡Gran idea!
Para empezar, en nuestra sala favorita una de nuestras habituales, la gran Stacie Collins, que de tantas veces que ha venido ya se acuerda de muchos de nosotros, los que no fallamos nunca. Y como no podía ser de otra manera volvió a triunfar por todo lo alto en la presentación de su nuevo disco, Damngirl! Como siempre, dándolo todo sobre las tablas y haciéndonos felices a los que llenábamos la sala esa tarde con su Rock'n'Roll sin pausa. Se la nota orgullosa de su reciente trabajo, y la prueba fue el setlist repleto de sus temas, como Darlin' why, You don't know me, Down for thecount o Straight to hell. Obviamente, también rescató sus clásicos de siempre, como ese inevitable Baby sister o Lucky spot. Y claro, como es norma de la casa, sus versiones, desde Fleetwood Mac y su Oh well a Jerry Lee Lewis y su Whole lotta shakin' goin' on, además de la habitual It's a long way to the top (if you wanna Rock'n'Roll),de AC/DC.
Una vez más, grandes Stacie Collins y su banda, en la que todos tuvieron su cuota de protagonismo cantando alguna canción, además de la furiosa exhibición de su jefa, que incluso se atrevió un poco con la batería. Y como sabemos que volverán, y seguramente no tardarán mucho...¡¡Hasta la próxima!!
De Rocksound directos a Razzmatazz 2, donde nos esperaban Monster Magnet. Siempre me ha gustado mucho la banda de Dave Wyndorf y su Hard Rock espacial, desde que los descubriera con aquel Dopes to infinity. Y de hecho, creo que la única vez que he ido a un concierto principalmente por el telonero ha sido con ellos cuando vinieron acompañando a Metallica. Que no se enfaden los fans de Metallica, gran banda que me gusta y tiene todo mi respeto, aunque no es el tipo de música que más suelo escuchar, pero en aquella ocasión me apetecía más ver a sus teloneros. Para gustos...
Esta vez la gira de los Magnet homenajea a Powertrip, su disco más exitoso, y con el público ganado de antemano, los de Dave Wyndorf lo tocaron casi al completo en orden diferente a como se grabó, iniciando el repaso con Atomic clock y terminando magistralmente con el propio Powertrip y un Space lord en el que todos gritamos a pleno pulmón ese motherfucker!! En la segunda parte, espacio para otros discos, con temas como Twin earth o Negasonic teenage warhead para demostrarle de nuevo al mundo que Monster Magnet siguen estando aquí, con un sudoroso y entregadoDave Wyndorf al frente, al que no se le notan sus más de sesenta años. Superados sus problemas de hace una década, sigue teniendo una imagen poderosa y una banda potente detrás que no dio un minuto de respiro, aunque sea inevitable recordar al añorado EdMundell, que por cierto no sé qué está haciendo ahora. Stacie Collins y Monster Magnet. ¿Puede haber un plan mejor para una tarde noche de domingo?
Mr. Wolf
Más info en la web y el Facebook de Stacie Collins Más info en la web y el Facebook de Monster Magnet
Excelente y curiosa noche de rock por diversos motivos. El concierto de los doses. 22/02/2020 a las 20h. Concierto de DeWolff en la sala Wolf, acompañando a Mr.Wolf, el afamado cronista de esta web. Bandas holandesas hermanas de grupos compuestos por hermanos. O no. Luka y Pablo Van de Poel en el caso de los titulares y...¡Demonios!: los Dawn Brothers sólo tienen de hermanos el nombre... Y por si fuera poco, carnaval en la ciudad condal. Así que ataviados cual Barbarellaespacial nos presentamos en dicha sala para presenciar este doble concierto. Lo dicho: todo muy raro.
Pero vayamos a lo que interesa. Los Dawn Brothers son una joven banda de Rotterdam en formato cuarteto clásico bastante apoyados en el sonido de un viejo Hammond. Vienen a presentar su último disco Next of Kind en el que demuestran su dominio de diversos registros. Rock, soul, funky...Una mezcla bastante atractiva donde todos cantan, lucen instrumentos y sudan la camiseta, convenciendo al numeroso público asistente. Holy Water i Vampire, las únicas canciones que me sonaban mínimamente. Pero acabo bailándolas todas. En definitiva un concierto muy digno y disfrutable.
Y a continuación y sin no mucho esperar, lo cual se agradece, los De Wolff. Otra banda holandesa, esta en formato trío, utilizando la fórmula cada vez más frecuente, de prescindir del bajista. Su sonido lo asume el excelente organista Robin Piso a través de un pequeño teclado que acompaña al mismo Hammond de la banda anterior. No es el único punto de contacto con los Dawn Brothers. Se mueven en el mismo espectro musical aunque los DeWolff no son tan eclécticos y van más por la vía Black Crowes y los sonidos setenteros. Aunque quizás la diferencia fundamental radique en que aquí no estamos viendo un concierto si no todo un show. Aquí están un par de peldaños por encima de los anteriores. Y gran parte de culpa la tienen esos trajes horteras tan cool o la actitud de "salir a matar" de todos los componentes de la banda. Pero muy especialmente el frontmanPablo Van de Poel, un verdadero torbellino que no para. Salta, baila, toca (de maravilla), se sube al Hammond si es necesario, interpela al público, lo hace cantar, y siempre haciendo gala de un excelente sentido del humor y un macarrónico castellano. Todo un descubrimiento.
Los DeWolff ya tienen un cierto bagage en forma de varios LP's, siendo el más curioso el que han finalizado este año: Tascam Tapes, un disco "Low-Fi" grabado entre concierto y concierto con artilugios casi de juguete, demostrando que se puede hacer buen rock con casi cualquier cosa. Así, suenan muy bien los recientes singles Nothing's Changing, Blood Meridian y It Ain't Easy. Y se agradece la selección de buena parte de las canciones más potentes de su discografía. Don't You Go Up the Sky, Satilla, Double Crossing Men (donde nos convertimos en coristas masivos) o algún medio tiempo como Tired of Loving You hacen las delicias del cada vez más entregado público. Largos desarrollos (quizás demasiado largos en los algo anacrónicos solos) en los que el sonido de la guitarra y el órgano se van turnando en largos crescendos.
Nada que enturbie el excelente concierto que nos han ofrecido los DeWolff. Para finalizar, un buen bis donde se unen los componentes de The Dawn Brothers compartiendo instrumentos y haciendo pequeño el escenario. La zeppeliana Deceit and Woo los despide hasta la próxima. Que será si ese maldito virus lo permite, en nuestro santuario del rock: el Azkena Rock Festival. Creemos que triunfarán sin problemas. Por último, felicitar a los organizadores por esta doble propuesta tan sugerente y acertada. Buena música, buenos precios, buena sala...
Una verdadera sorpresa y un placer la aparición de esta banda por Barcelona. Procedentes de Canadá, Bywater Call cuentan tan sólo con un álbum en su haber, pero si hay justicia en este mundo, también con una prometedora carrera por delante. Eso esperamos después de ver la fenomenal noche que nos ofrecieron en Rocksound.
Venían de llenar prácticamente todas las salas de su extensa gira europea, pero claro, a su llegada a nuestra ciudad apenas consiguierion medio aforo. ¡Y a un precio de 8 euros! Lo que pasa en Barcelona con la música en directo creo que ya no tiene remedio. ¿Somos la ciudad menos rockera del mundo? ¡Pero si nos volvemos locos con esos conciertos carísimos de grandes recintos! En fin, una pena.
Como decíamos antes, la noche no tuvo desperdicio. Soul, Rhythm & Blues, Rock e incluso algún que otro desarrollo jazzístico a cargo de una banda que llenaba completamente el diminuto escenario con siete músicos., todos ellos aportando riqueza al sonido, especialmente la sección de vientos. Aunque no cabe duda de que la gran baza de este grupo es su cantante, Meghan Parnell, una voz negra escondida en un pequeño cuerpo de raza blanca. ¡Qué garganta la suya! Creo que no hubo nadie que no se quedara impresionado con esta chica. ¿Y las canciones? Pues prácticamente las de su recomendable debut homónimo, como esa inicial Arizona o la emocionante Silver lining. Algún que otro tema nuevo, y grandes versiones de gente que nos gusta mucho. De The Band, cayeron Ophelia (en la que más que siete músicos parecían una orquesta al completo) y la inmortal The Weight, que claramente se llevaron a su terreno. Y también recordaron al añorado Dr. John con Right place wrong time. Dicho esto, ¿qué más podemos añadir? Pues básicamente que al término de la noche le implorábamos a la simpática Meghan que vuelvan próximamente. Les esperaremos con los brazos abiertos.
Siempre tuve debilidad por Los amantes de María, un grupo que estuvo activo entre los años 1987 y 1994, de la escena rockera underground de Barcelona. En su momento sólo sacaron un disco, al que recuerdo que llegué por alguna reseña en el Rock de Lux y por una aparición en directo en el programa de televisión Plàstic. Nunca entendí como un grupo con aquel potencial no tuvo mejor suerte, y siempre tuve clavada la espinita de no haberles visto en directo. Quién me iba a decir a mí que treinta años después de comprar su disco por fin iba a poder saldar mi deuda. Hace casi dos meses me llegaron noticias sobre su vuelta a los escenarios, con el motivo de rendir homenaje a su bajista "Duddy Martínez", fallecido en 2002. Por un lado me llevé una alegría al poder recuperar unas canciones a las que siempre les he tenido mucho cariño y que por fin podría disfrutar en vivo, por otro lado sentí un poco de tristeza al saber que sólo era una reunión puntual para hacerle un homenaje a su bajista original.
Con un poco de incertidumbre sobre el estado de forma en el que me los encontraría, y con muchas ganas de escuchar tanto sus temas clásicos incluidos en su disco, como los que no pudieron registrar en su día, me acerqué en un lluvioso y desapacible Miércoles a la sala Monasterio. La primera sorpresa fue el ver la gran respuesta de público, con la sala prácticamente llena. La principal sorpresa de la noche fue encontrarme con una banda en plena forma, como si no lo hubieran dejado nunca. Rockeros, potentes y con la dosis justa de nostalgia.
María Rodríguez-Rey está muy bien de voz y su acústica suena perfecta, Miguel Monfort disfrutó como un niño sacando guitarrazos afilados, Jordi Vila funcionó como un metrónomo llevando el ritmo y el mando detrás de su batería, perfectamente acompasado con el bajo de Bruno Borsten, pletórico toda la noche; Javier Martín utilizó su teclado a modo de colchón de los temas, en su medida justa, sin sonar muy ochentero. Hay que destacar también el trabajo de Miguel Figuerola, guitarrista de otro gran grupo de la escena rockera underground barcelonesa, Las flores del mal. Sus guitarras cortantes acompañaron al grupo en los temas más potentes.
El repertorio mezcló temas de su disco con otros más desconocidos, al menos para mi. Ojos, Lovelights, una maravilla llamada Casa vieja, Una nube no es lugar para dos, la festiva México lindo, Diablo, la imprescindible Tren en vía muerta, un momento para la calma con la colaboración de Marta Rodes y Paz Bodoque en los temas I don´t cry anymore y Huyendo del Sol. A continuación tocaron un tema nuevo compuesto por Jordi Vila, del que no recuerdo el título entero, pero que comenzaba con la palabra Idiots. Otro temazo desconocido para mi, 5 segundos, me hizo pensar en cómo hubiera sido un hipotético segundo disco. La parte final del concierto fue brutal con las cañeras El rastro de la Luna, Justine y La carnada. Para los bises nos regalaron Pelea de gallos, Una bromapesada y cerraron por todo lo alto con As en la manga. Gran concierto de unos músicos formidables y honestos en su propuesta, que además se mostraron cercanos y cariñosos con todo el mundo al acabar el bolo. Me encantó hablar con María y con Jordi, al que le recordé su etapa con los Rivertones, el grupo en el que militó junto a los actuales Bantastic Fand, Nacho Para y Paco Del Cerro.
Me encantará saber de todos ellos en el futuro, si no es con Los amantes de María, en cualquiera de sus otros proyectos.
Primer concierto del año para quien esto escribe, y cómo no, en Rocksound, la sala que se ha convertido en la más importante para los rockeros de la ciudad. En esta ocasión, con la banda irlandesa Seafoam Green, liderada por Dave O'Grady, al que pudimos ver unos años atrás en solitario como telonero de Rich Robinson, convertido en su amigo, mentor y productor. Relación que dio sus brillantes frutos con Topanga mansion en 2016, su debut discográfico.
Para esta gira, Dave (voz, guitarra y ocasionalmente teclados) ha venido con la habitual cantante Muireann McDermott, y al dúo se han unido Christopher Nicholls al bajo y Justin Johnson a la batería, con lo que las bellas melodías Country, Folk sureñas se ven reforzadas en formato banda.
¿Y qué tuvimos en directo? Pues eso, sonido de raíces en la más pura tradición de The Band y otros grupos míticos por el estilo, con pelotazos rockeros combinados con hermosas canciones más reposadas. Y un acertado contraste entre las voces de Dave y Muireann, tremendos ambos en ese final a capella. Noche de más de un momento de brillantez, ya desde la inicial Down the river, junto con otras maravillas como For something to say, Home, Runaway o Lowly Lou. Y claro, esa versión de Be my friend, delosmaravillosos y nunca suficientemente reivindicadosFree. No sé si a los fotógrafos de la sala les hizo mucha gracia que, después de varias canciones, Dave les dijera que se apartaran para dejar paso a la gente de atrás, pero lo que sí sé seguro es que fue un gran concierto del que todo el mundo salió más que feliz. Empieza bien este 2020.