Lleno absoluto en Upload para ver a los DeWolff en su nueva visita a Barcelona. Los hermanos van de Poel y el excelente teclista Robin Piso se han hecho un hueco en el mundo del hardrock y aledaños, y hay interés por verlos. Quizás sea el momento de aspirar a salas mayores (¿Razzmatazz?) y dar más empaque a sus directos. Estoy hablando de la escenografía, luces, acompañamiento (en el último disco suenan bien metales y coros).
En cualquier caso un gusto volver a verlos desde aquella lejana visita a nuestra ciudad justo antes de la maldita pandemia. Cierto que pudimos disfrutarlos también en el pasado Azkena Festival, pero no en las mejores condiciones, con un horario diurno y un calor infernal (y aún así...salieron por la puerta grande).
Abrieron la velada sus compatriotas The Grand East, una banda que se supone que juega a lo mismo que los DeWolff pero que están claramente varios peldaños por debajo. Divertidos y...poco más. Y con una pinta espantosa, especialmente su cantante. Ese outfit de hooligan veraniego tiraba para atrás. Se lo pasaron en grande durante... y después de su turno, tras el cual algunos de sus componentes estuvieron ligando en la parte trasera de Upload. Rock psicodélico y primario que gustó a algunos.
Que los DeWolff son unos virtuosos se pudo observar desde la primera nota de Night Train, uno de los singles de su Love, Death & In Between. Espléndido este álbum que suena con una producción tremenda, en las antípodas de su curioso y casero Tascam Tapes (no menos disfrutable).
No hubo muchas más incursiones en dicho álbum más allá de Heart Stopping Kinda Show y el bis festivo de Rosita, un trallazo en forma de canción que parece destinada a sonar ya siempre en su repertorio en directo. Me hubiese gustado, eso sí, escuchar la arrasadora Wontcha Wontcha pero supongo que meterla en formato trío no debe ser fácil.
A partir de ahí, tiraron de bombazos como Made it to 27, Will o' the Wisp y la muy zeppeliana Tired of loving you. Desde luego dominan un amplio registro rockero. A veces se acercan al blues, americana, soul... Otras tienen un punto Deep Purple como en Yes you do. Me alucina como el Sr.Piso maneja sus teclados, no sólo en esa canción, incluyendo llevar el ritmo del inexistente bajo. Y no le hacen ascos a los coros en falsete como en Blood Meridian. O a estribillos infalibles como en Double Crossing Man ("...and your heart is burning..."). O a tirar de Low Fi (Nothing's Changing).
Todo con un envoltorio muy setentero. Y sin embargo todo fresco. Desconozco cómo lo hacen. Pero mola.
Buen concierto. Sin embargo, he de decir que disfruté mucho más la primera vez que los ví. No se si debido al cansancio (cada día una ciudad) pero no los vi salir a matar del todo, ya sabéis a qué me refiero. Uno de los alicientes es la labor de frontman de Pablo van de Poel que ya había visto. Y...sí, cumplió, pero no fue mucho más allá. Hablo de interpelar al público, de hacerle cantar, de bajar del escenario o surfear al respetable...esas cosas. En todo caso, ya quisieran muchas bandas ofrecer lo que ofrecen los DeWolff. Banda ya consolidada a seguir por muchos años.
Mr.Bull
Más info en la web del grupo