Continuamos con la avalancha de retornos de grupos que fueron importantes en el pasado, hace unos años regresaban del olvido Living colour, quienes a finales de los ochenta y principios de los noventa revolucionaron el mundo del rock con su personalísima mezcla de Rock, Funky, Jazz, Hardcore, Pop y lo que les pusieran por delante. Publicaron unos discos buenísimos, se ganaron a los críticos, al público y a otras bandas de la época que no paraban de destacar su enorme técnica con sus respectivos instrumentos; además eran una banda extraña porque nunca han abundado los grupos rockeros formados por músicos de raza negra, sus letras combativas y sus críticas sociales y de reivindicación y orgullo de pertenecer a la raza negra les emparentaban más con los grupos de Rap que con los de Rock.
Discos como Vivid, Biscuits, Time's up o Stain estaban en la cima de los charts de su época, pero una avalancha de grupos de fusión más o menos en su estilo acabaron saturando al gran público y minando su popularidad, lo que les llevó a la disolución.
En el año 2003 volvían a publicar un disco: Collideoscope, que a pesar de tener buenos temas no estaba a la altura de su glorioso pasado; a pesar de eso y de que el disco pasó bastante desapercibido decidieron volver a los escenarios, y es ahí donde no tienen rivales en su estilo, siguen en plena forma y con ganas de hacer pasar un buen rato a sus fans y a ellos mismos.
El pasado Jueves mezclaron sus temas antiguos con los de su último disco y la verdad es que sonaron perfectos y poderosos. Vernon Reid es uno de los guitarristas más personales y virtuosos que se pueden contemplar en un escenario, con un estilo que ha sido imitado por gente como Tom Morello con más éxito comercial, William Calhound es un batería muy dinámico (a pesar de su pesado solo en el concierto), Dough Wimbish es un auténtico genio al bajo (él si que hizo un excepcional solo), y Corey Glover mantiene su voz en perfecto estado. Sonaron sus grandes clásicos Cult of personality, Time's up, Glamour boys, History lesson, Desperate people, y también temas más recientes como la poderosa Operation:mind control; además de una poderosa versión de The Clash.
Buena entrada en Apolo para un grupo que si se lo propone puede volver a estar entre los grandes.
Mr. Sheep
Siempre tuve una gran debilidad por este grupo, me encantan sus discos, su concierto del año 1991 está entre los mejores y más impactantes que he visto en mi vida, y siempre despertaron mis simpatias por ser demasiado rockeros para el público negro, demasiado funkys y Pop para los heavies, demasiado heavies para los amantes del Pop, y demasiado progresivos para casi todos (no para mí, por cierto). La primera mini decepción de la noche la tuve al ver su imagen casual o simplemente hortera (Corey Glover parecía sacado del Principe de Bel air), en el pasado esos llamativos colores eran una marca que les diferenciaba de todas las bandas con las que competían. El concierto comenzó espléndido de sonido, de fuerza, de intensidad, de virtuosismo bien entendido y de entrega por parte del público, pero se fue diliyendo por momentos y el encanto se rompió definitivamente con el desastroso solo de batería que nos ofreció el señor Callhound, este momento rompió el clímax del concierto y de aquí al final la intensidad no fue la misma, a pesar de elegir grandes temas para la parte final. Que alguien asesore en imagen a Corey Glover y que se dejen de dinosáuricas demostraciones de talento y con la calidad que atesoran podrían volver al primer plano de la actualidad musical.
En cuanto a la organización del concierto pues podemos decir que fue lamentable constatar que se sigue maltratando al público. La promotora había anunciado a unos teloneros a las 21 horas y la actuación de Living colour para las 22 horas, pero al final no hubo teloneros y los norteamericanos saltaron a escena poco después de las 21:30 horas con lo que si alguien confió en llegar sobre las 22 horas para ver a los cabezas de cartel, pues se perdió parte del concierto.
Tampoco se entiende que si las entradas que se vendieron anticipadamente costaban 24,70 euros las que se vendieron en el local costaron 22,50; eso es premiar la fidelidad del fan, sí señor. En fin amigos rockeros seguimos sufriendo la poca profesionalidad de las promotoras patrias.
Mr. Wolf
Más info en la web del grupo