Las dudas quedaron disipadas desde el primer momento. Frog in boiling water, el superlativo último disco de DIIV ha reconfortado mis oídos durante semanas, pero...¿cómo sonaría en directo un disco tan atmosférico, que parece pensado para escuchar tumbado, a oscuras?.
Con la preciosa sala Apolo llena hasta la bandera, asistimos primeramente a la descarga de distorsión de unos tales Tim Kinsella & Jenny Pulse. Me cuesta ser respetuoso con esta...¿propuesta musical? basada en ruido sin más. Un sintetizador y una guitarra vomitando electricidad y ya. Ah, si, y una chica supuestamente haciendo que cantaba. Mira que me considero una persona con las orejas abiertas a todo. Pero, esto no es para mi. De verdad.
Si todavía existiese Discos Pelayo (ay, cuántos buenos ratos) con sus cajones de LP's divididos según estilos, DIIV estaría seguramente en el de shoegaze (ese género que está viviendo un verdadero revival, quien lo iba a decir, de la mano de bandas veteranas como Slowdive o esta que nos ocupa). Pero DIIV es algo más: distorsiones, acercándose a veces al grunge, otras al dream pop, otras a músicas más oscuras. Y bordan las murallas sonoras con crescendos de aúpa. Todo con la bonita voz de su líder, un Zachary Cole Smith, declamando siempre en segundo término, casi como un instrumento más. Y perfectamente secundado por el resto de la banda. Los recuerdo hace unos años con un sonido a veces ensuciado, asalvajado. Pero nos sorprende lo pulcros y bien engrasados que están, con unas melodías cristalinas y/o potentes cuando toca, matizadas tanto la sección rítmica como esas maravillosas guitarras que se desarrollan con bellos arpegios en bucle, marca de la casa. A pesar de picotear de varios estilos, han desarrollado un modus operandi muy reconocible que les permite crear fácilmente enormes canciones.
El concierto repasará sus 4 excelentes discos pero el núcleo es el último que tocarán casi entero. No es para menos por su calidad. Me gustan todas, me hipnotizan y me hacen sentir arropado. In amber, Brown paper bag, Soul-net, la que de título al disco, Everyone out, Reflected, Somber the drums...Pero intercalan muy sabiamente canciones más bailables o potentes extraídas de los anteriores. Así, suena la pared sonora de Like before you were born, la bailable y ensoñadora Sometime, Taker que bien podrían cantar Alice in Chains, la festiva Under the sun, los hermosos desarrollos sin fin de Take your time, el crescendo de Between tides. Y acaban antes de los bises con el subidón de Blankenship y el cañonazo grunge de Acheron, como no, con distorsión final muy arriba.
Para los bises, una combinación ganadora: cerrar los ojos y dejarse llevar con Raining on your pillow. Un poco de banging-head con Horsehead. Y, todos a bailar y Apolo patas arriba con Doused, posiblemente la canción que mejor los identifica.
Comentar que el concierto lo definen ellos mismos como una experiencia sensorial donde, aparte de la música, se van intercalando vídeos de fuerte contenido político (muy críticos con la administración USA). Para mi gusto, lastran un poco el ritmo. Y, la verdad: yo he venido a escuchar su música.
En resumen una generosa gozada de hora y cuarenta minutos, muy, muy por encima de nuestras expectativas. Lo peor, los teloneros y las colas para salir (¿de verdad que no se puede agilizar esto?). No os perdáis a DIIV la siguiente vez que vuelvan.
Como curiosidad, al acabar comentamos "ahora sólo falta que vuelvan My Bloody Valentine". Dicho y hecho: a la mañana siguiente se nos cruzó la noticia de que se reúnen de nuevo.
Mr.Bull
Más info en la web del grupo.
Setlist del concierto.