No hay duda de que The Screamin' Cheetah Wheelies fueron uno de los mejores grupos de Rock aparecidos en los últimos veinte años, y los que hemos tenido la suerte de verlos en vivo en alguna ocasión tenemos un recuerdo imborrable de ello. Ahora nos visitaba su cantante Mike Farris, un hombre blanco de voz negra que venía de poner Vitoria patas arriba con sus conciertos en el festival de Azkena con su banda. De todas maneras, tanto en Madrid como en Barcelona venía él solo, únicamente acompañado por su guitarra, y por si alguien tenía miedo de que sus canciones no funcionasen en directo con este formato se llevaría una buena y agradable sorpresa, porque nos ofreció una auténtica exhibición de talento y saber hacer sobre las tablas.Antes actuó de telonero el tatuadísimo Clarence Roach, músico norteamericano afincado en Europa (creo que en nuestra tierra). También armado únicamente con su guitarra defendió su cancionero y mostró buenas maneras mientras caldeaba el ambiente. Interesante.
Lo del señor Farris es para quitarse el sombrero. Probablemente no gane millones de dólares, pero se nota que es un tipo feliz haciendo la música y los conciertos que le vienen en gana, aunque siempre respetando a sus seguidores, algo que no podemos decir de tantos otros ídolos que nos han decepcionado a lo largo de los años (el último y escandaloso caso el de Chris Cornell). A lo largo de dos horas y cuarto, y en una sala llena, nos deleitó con temas de su Salvation in lights como la inicial Oh Mary don't you weep, Streets of Galilee, Sit down servant, con la que nos espoleó para que hiciéramos los coros mejor que en Madrid la noche anterior, Precious Lord, take my hand o Can't no grave my body down, en la que aprovechó para contarnos que está viciado con YouTube, donde puede ver imágenes de sus ídolos como la autora del tema Sister Rosetta Tharpe. No olvidó su primer trabajo en solitario Goodnight Sun, del que sonaron la preciosa Know good know how o Keep your hand on the plow, con la que finalizó la noche a capella. Y por supuesto, y para delirio de todos pudimos disfrutar de joyas de los Cheetah Wheelies como Hello from Venus (reconozco que aquí se me puso la piel de gallina), Gypsy lullaby, Boogie king o Ride the tide.
Derrochando simpatía en todo momento, bromeó con sus errores a la guitarra, simuló solos con la boca, nos habló de los buenos y malos músicos de Country y dijo una frase muy acertada: "MTV sucks!" Espléndido.
Realmente necesitamos gente así sobre los escenarios. Grande, muy grande.
Mr. Wolf
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