Parece que tendremos que esperar para poder disfrutar de pogos banging heads, trenecitos y demás. Estamos tan desesperados como todos vosotros y hartos de las sillas, distancias, máscaras, etc., pero es lo que toca ahora y no hay más.
Mientras esperamos...¿qué tal si recordamos aquellos conciertos sin restricciones?. Para eso nada mejor que haceros con nuestro libro BAJO LOS FOCOS, Crónicas Rockeras de Bcnenconcierto (2008-2020) donde repasamos los bolos vividos por nuestro equipo y seguro que alguno de vosotros/as también.
Feliz año y que nos veamos en las salas pronto...¡por Dios!
Horas antes de que entrara en vigor un nuevo toque de queda teníamos la oprotunidad de asistir a un concierto. ¿El último por una temporada? Ya se verá, pero la triste realidad es que la cosa pinta muy, muy mal. Crucemos los dedos.
Maika Makovski me parece una artista bastante inclasificable. Se la suele comparar con P. J. Harvey, y en su música también podemos encontrar ecos de David Bowie o Nick Cave, pero al mismo tiempo hay arrebatos rockeros y momentos atmosféricos o étnicos, así que será siempre difícil ponerle etiquetas. Que cada uno saque sus propias conclusiones.
El impacto del Covid también llegó a Maika y su banda, y a punto estuvieron de suspenderse los dos conciertos de Barcelona ante la baja del músico Semión Bredikhin y de su técnico de sonido. Afortunadamente aparecieron Ovidi Tormo de Los Zigarros y Xavi Ollé de Th' Booty Hunters para echar una mano sobre el escenario y a los controles, respectivamente. Desde aquí les damos las gracias por salvar las dos noches (o tardes), y poder ahora hablar de la segunda de ellas, que es a la que asistimos.
Y bien, la cosa fue de una gran banda presentando un espléndido disco en un agradable lugar y con una bonita puesta en escena. La clase y el carisma de Maika hicieron el resto, pero realmente se rodea de unos músicos de sobresaliente. Es de justicia destacar el trabajo de Daniel Fernández, Mariana Pérez y AdriánMartínez. Y por si fuera poco, MKMK es sin duda uno de los mejores trabajos publicados en este lamentable 2021. Así que nada podía fallar.
Nada falló. Tras una intro con un extraño Also sprach Zarathustra, empezó la fiesta con Scared of dirt. Muchos temas de MKMK, pero también espacio para otros, como ese hipnótico Lava love o Not inlove. ¿Los mejores momentos? Quizá ese final con Love you til I die o ese precioso Places where weused to sit. Los músicos intercambiándose instrumentos y la sensación de que lo pasaban bien sobre el escenario. Y desde luego, para los que estábamos fuera de él no era sensación sino certeza: lo estábamos pasando muy bien.
Una gran noche, pero con sentimiento de tristeza a la salida al pensar en cuanto tiempo tardaríamos en volver a asistir a un concierto. Esperemos que la situación mejore y no sea mucho.
Antes conocidos como The Ramblers, Rambalaya son una de las mejores bandas que tenemos por aquí. Sus miembros tienen todos un bagaje más que interesante, habiendo tocado (o tocando aún) en grupos como los Los Mambo Jambo, A Contra Blues o la Barcelona Big Blues Band. Y si un par de años atrás dedicaron una noche en mi añorado Rocksound a Creedence Clearwater Revival, en esta ocasión tocaba calzarse las botas de Deep Purple en uno de sus momentos de mayor inspiración y enfrentarse a uno de sus mejores discos, nada menos que Machine head. ¿Saldrían airosos Rambalaya? Bueno, ¿alguien lo dudaba?
Pocas dudas había por parte de los allí presentes, con el cartel de entradas agotadas esperándonos en la puerta de La Deskomunal, sobre cuyo escenario subieron puntualmente el cantante Jonathan Herrero junto al batería Anton Jarl, el bajista Matías Míguez, el guitarrista Héctor Martín y el teclista FernandoTejero para ofrecernos un gran espectáculo.
De inicio, ese fascinante Highway star ya nos hizo ver que atacarían la noche con los temas en el mismo orden como aparecen en Machine head. Y así fue, ya que le siguieron los más desconocidos Maybe I'm aLeo y Pictures of home. Ya estábamos rendidos a lo que estábamos viendo sobre las tablas y al gran disco que homenajeaban cuando llegó esa delicatessen llamada Never before, que Herrero presentó acertadamente como beatleniana. Luego llegó el celebérrimo riff de Smoke on the water, para seguir y acabar con las descomunales Lazy y Space truckin'. Menudo disco se marcaron los Purple hace prácticamente 50 años, ¿eh?
Rambalaya salieron más que airosos revisitando todas estas gemas, y los presentes estábamos encantados con lo vivido, pero aún queríamos más... y nos dieron más. Temas propios, como ese festivo Chip on yourshoulder o ese tranquilo It's gonna rain junto a un nuevo homenaje a la Creedence, con Run through thejungle y un imparable Travelin' band, además de un recuerdo a Nino Bravo con Jonathan Herrero cantando a capella. Y para el bis, más sorpresas, esta vez con unos Purple ochenteros y su Perfectstrangers y otro recuerdo al maestro John Fogerty, con Rockin' all over the world coreado por toda la sala. ¿Puede haber un mejor final para una noche de Rock'n'Roll?
En definitiva, pudimos ver a un espléndido grupo al que no le queda grande el reto de homenajear discos legendarios a los que aportan su propia personalidad. Está claro que Rambalaya pueden con todo, y sin duda, ofrecieron el mejor concierto que un servidor ha podido ver este año.
