¿Qué tenían en común grandes bandas como Radio Futura, los primeros El Último de la Fila, Soda Estéreo...? Letras muy cuidadas cantadas en español, melodías pegadizas aunque para nada facilonas, directos demoledores y, sobretodo, estilo propio. Comenzabas a escucharles y sabías que eran ellos. Y otra característica más: poner de acuerdo a crítica y público en cuanto a la calidad.
Casos raros y antíguos de los que me acuerdo al ver a Vetusta Morla. Se han alineado los astros y lo han conseguido. Imposible no rendirse a la excelencia. Ahora mismo están en el top, no sólo indie, del pop-rock nacional. Música orientada a los que renuevan por última vez el Carnet Jove pero, y eso es también mérito de la banda, en la que se encuentran a gusto también los más jovencitos y los más talluditos. Y muchas parejas cantando las canciones de su vida. Esas que se recuerdan siempre.
Dicho esto, los Vetusta se presentaron en un Sant Jordi Club con las entradas agotadas y teniendo que dar una segunda fecha. Público rendido de antemano de esos que se saben todas las letras de pe a pa. Con una situación así, lo fácil hubiese sido acomodarse y ahorrarse unos cuartos sabiendo que hagas lo que hagas vas a triunfar. Una horita con los grandes éxitos, 4 luces, un saludo en catalán, un cantante con la camiseta del Barça y para casa.
Pues no. Puedo decir y creo que no me equivoco que ahora mismo es la mejor banda nacional para ver en directo. ¡Aquí hay unos cuartos, amigo!. Leí en una entrevista al bajista Alvaro Baglietto que sus giras no eran tan rentables (y eso que las entradas no son especialmente baratas) debido al gran esfuerzo escenográfico que hacían. Me lo creo. Te puede gustar o no la música pero de propuesta visual van sobrados, incluso a la altura de bandas de renombre extranjeras. A mi personalmente me recordaron estéticamente al concierto que dieron Radiohead en el Forum hace unos años. Imágenes minimalistas pero tremendamente efectivas. Uso de varias cámaras y puntos de vista. Efectos visuales sorprendentes. Y un juego de luces de lo mejorcito visto hasta la fecha. Para quitarse el sombrero. Me gustó mucho la manera de presentar los créditos finales, como en una película
Además se agradecen esas casi 2 horas, incluyendo 2 bises, que pasaron volando. Y el derroche del cantante Pucho es conmovedor. No para. El escenario está diseñado para darle todo el protagonismo. Quizás demasiado porque la banda queda bastante desdibujada. Por lo demás, sonido perfecto, aunque algo fuerte
Por poner alguna pega, yo quizás hubiese variado el set list, intercalando algo más las canciones de su último trabajo (sonaron casi todas en la primera parte del concierto). Y posiblemente les falte aprovechar mejor el empuje del público, dejar que cante más los estribillos y esas cosas que calientan a un, ya de por sí, sobreexcitado auditorio.
Precedidos de un preámbulo con la gran P.J.Harvey (detallazo), abrieron con el tema que da título a su último y redondo álbum La Deriva. Con el auditorio sin parar de bailar engancharon Lo Que Te Hace Grande (pedazo de canción), La Mosca en tu Pared, Fuego (mi favorita) y de ahí sin resuello a Golpe Maestro, No bajaron las revoluciones hasta llegar a la preciosa Copenhague donde por fin Pucho dejó cantar al público.Algo que no se repetiría hasta la bonita Maldita Dulzura, casi al final del concierto. En medio temazos como Pirómanos, Mapas, Tour de Francia, Fiesta Mayor...Emocionante. Como emocionante fue el manifiesto "carpe diem" y alegato en favor de menos-pantallas-y-más-tocarnos de El Hombre del Saco, ya en el primer bis, precedida de una rabiosa Valiente. Para el segundo bis Los Días Raros con esos títulos de crédito cinematográficos y agradecimientos varios. En total 24 canciones que nos dejaron varios momentos de éxtasis colectivo y con la sensación de haber visto a la banda española más en forma del momento.
Si pasan por vuestra ciudad, no os los perdais.