Le tenía muchas ganas a este concierto. Por desgracia no podemos disfrutar a menudo de conciertos que celebren el Gospel y el Soul de los 60 y 70. Y es que lo que nos ofrecieron los neoyorquinos fue una fiesta de Soul jovial y festivo, aderezado con unas gotas de Gospel, unas gotitas de Hip hop, y mucho Funk. Las voces de estos tres prodigios engarzan perfectamente y se complementan a la perfección. Dennis Bailey domina los tonos más graves, George Marage es el hombre del falsete y Thomas Isedayo Gatling es el que corta el bacalao en escena, es el más funky y el maestro de ceremonias perfecto. La banda que les acompaña es la más adecuada posible para el tipo de sonido que llevan a cabo los tres vocalistas. Lidera el guitarrista y también corista Ari Folman-Cohen, bien respaldado por las teclas de Greg Kelly, el bajo de Jesse Barnes y la batería de Attis Clopton. Repasaron los mejores temas de sus dos discos publicados hasta la fecha, He's on time y el más reciente Look up! con temazos como I'm grateful, o Hold on ( joy is coming), y además nos regalaron una atómica versión del Satisfaction de los Stones, pasado por el tamiz de Otis Redding.
Habrá que seguirles la pista a estos discípulos y protegidos de Eli Paperboy Reed, van por el buen camino y nos ofrecerán buena música en el futuro. De momento están más cerca de los Jackson Five que de los Isley Brothers o Curtis Mayfield, pero tienen un gran futuro por delante.
En lo puramente formal fue también un concierto atípico; por el horario, las 18:00 horas y por estar catalogado dentro del festival Blues & Ritmes como concierto familiar, por lo que la parte delantera de la sala estaba reservada para los niños. Por mi parte no hay queja, hay que intentar criar una buena cantera de futuros aficionados a la buena música.
Mr. Sheep
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