lunes, 26 de diciembre de 2016

GIRLSCHOOL + SAXON. RAZZMATAZZ. 18/12/16

Los míticos Saxon de vuelta en Barcelona. Además, desempolvando su águila de luces. Además, formando triple cartel junto a los barceloneses 77 y otra banda clásica de principios de los 80 como Girlschool. A priori, podía ser una gran noche.
Y bien, la gran noche no empezó demasiado afortunada para un servidor, que se comió dos monumentales colapsos de tráfico (sí, dos) que le impidieron ver la actuación de 77 y sólo pudo presenciar la recta final de las británicas. Recta final que finalizó con esa potente Emergency y que dejó al público contento y a punto para el grupo principal de la noche.
Saxon es una banda que lo ha vivido todo durante su longeva carrera, y como muestra sus pasos por Barcelona. Éxito tremendo en la época dorada de la New wave of british Heavy Metal, siendo uno de los grupos de cabecera junto a Maiden y compañía. De esa época los recuerdo tocando en recintos grandes como el Palau d'esports. Años más tarde llegarían momentos más bajos a nivel de popularidad y el tocar en salas pequeñas como Mephisto. Ahora se encuentran a medio camino, tocando en todo un Razzmatazz, con muy buena entrada, por cierto. Que siga así.
Para empezar, el tema que da título a su último disco, Battering ram, aunque pronto llegaría el primer clásico, Heavy Metal thunder. Biff Byford espléndido de voz, luciendo una casaca que no se quitó en toda la noche y con la que se tuvo que cocer vivo. Eso sí, un tipo imponente y carismático sobre el escenario. Bonito montaje escénico, con el humo y las luces, sobre todo a partir de The eagle has landed y la caída del telón, que permitió ver a la famosa águila de luces ya hasta el final. Y más clásicos: Never surrender, Power and the glory, Strong arm of the law, 747 (Strangers in the night) o Denim and leather. Y versiones, como ese Ride like the wind de Christopher Cross al que convirtieron en un tema propio en su día, o ese homenaje a su amigo Lemmy con Ace of spades. Y qué mejor final que un Princess of the night que nos mandó a todos para casa con un gran sabor de boca tras un concierto generoso en tiempo (prácticamente dos horas) de unos veteranos que siguen rockeando como el primer día. Y que sea así por muchos años.



Mr. Wolf

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domingo, 27 de noviembre de 2016

CACHEMIRA + WEDGE + MOS GENERATOR. BÓVEDA. 19/11/16



Noche de rock low cost en Barcelona. 3 bandas poco conocidas con el patrón en común de tener influencias rockanrolleras fácilmente reconocibles en los 3 casos. También el tener que tocar todas ante el escaso público concentrado en la sala Bóveda en lo que puede considerarse un pinchazo en toda regla. ¿Falta de promoción? No lo sabemos, pero un minifestival en sábado por 16€ no se ve todos los días. Al final, una lástima tratándose de lo que a priori parecía una buena oportunidad de pasar un buen rato por poco dinero.
En el caso de los primeros en tocar, los barceloneses Cachemira, todo el repertorio giró, incluso en la estética, en torno a la psicodelia setentera, toques Hendrix y largos desarrollos guitarreros. Virtuosos con sus intrumentos -no tanto en lo vocal- ofrecieron un concierto denso, demasiado para mi gusto, sin grandes estribillos a los que agarrarse y con la guitarra omnipresente. Esperemos que consigan su público, aunque me temo que les va a costar más allá de sus colegas presentes en la sala.
Los segundos en aparecer fueron los alemanes Wedge, con el curioso y voluntarioso Kiryk a la cabeza, desplegando su rock acelerado mezcla de guitarrazos potentes y teclados y, esta vez sí, coreables estribillos. Presentaron el disco homónimo y, al menos a mí, me pareció la banda más original de las tres, la menos predecible, incluso en estética. '61 SG, Push Air o el resto del set me parecieron buenas canciones, bien defendidas por su correoso cantante. Con ganas de verlos si vuelven.
Y por último, los que se suponen eran los cabezas de cartel, o por lo menos los que tenían más kilómetros a cuestas. Unos Mos Generator con más de media docena de discos en su haber desde el año 2000, y presentando también nuevo material (Abyssinia, 2016). Hardrock, lindando con el heavy, más oscuros que los anteriores, y basándolo todo en el poderío de su intimidante frontman Tony Reed. Vozarrón y contundencia, pero, sinceramente, ninguna canción a recordar especialmente. Y pose y riffs más que vistos. Al final, las melodías son lo que importa. Sorprendente que hicieran...¡2 bises! a petición de algunos de los que allí estábamos.


Posiblemente la más coreable del repertorio

Y bien, esto también es rockandroll: tocar ante 4 gatos y hacerlo con dignidad. Por amor a la música incluso cuando el público, o su ausencia, no ayuda.  Las tres bandas así lo hicieron. Posiblemente ninguna alcance el mainstream pero...¿y lo bien que parecieron pasárselo ellos en el escenario? Un buen ejemplo el sábado pasado en Bóveda.

Mr.Bull


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JODIE CASH FINGERS. RAZZMATAZZ 3. 25/11/16

Hace poco aparecía por este blog la norteamericana Nikki Hill. También en más de una ocasión ha sido protagonista la irlandesa Imelda May. Y ahora, alguien de estas tierras es quien nos ocupa: Jodie Cash Fingers y la presentación en Barcelona de su flamante Rollin' swingin'. No pretendo compararlas, pero sí me parece evidente que existen diversos puntos en común, en su música o en sus influencias.
Como no podía ser de otra manera siendo hija de músicos, Jodie lleva el Rock'n'Roll en sus venas. Sus padres, Chele y Estrella, fueron miembros de Bombarderos, banda a la que recuerdo teloneando a ZZ Top, por ejemplo. Y Chele fue quien inició la noche presentando el concierto, aunque más que como un concierto podríamos calificarlo como una fiesta, ya que por el escenario llegaron a pasar hasta doce músicos, entre ellos el simpatiquísimo Olaf Pla, de Olaf Y Los Bidones, o Ricky Araiza y Richard Da Silva, de los Damned Hellbillies, que se lucieron en un rotundo momento Bluegrass. También los padres de la joven cantante tuvieron su cuota de protagonismo.
Temas como el propio Rollin' swingin', el irresistible Don't let me go, el tranquilo I'm waitin' o Sunday mornin' dan forma a un espléndido disco. Pero es en directo donde cobran vida y demuestran que estamos ante una cantante de voz y talento indiscutibles, arropada por una banda en la que destacan el guitarrista Spelt Seed Tony o el veterano batería Moisés Sorolla, miembro fundador de Los Rebeldes. Actitud, ganas y entusiasmo no faltaron al tocar en casa y frente a su gente, en lo que resultó ser un triunfo rotundo. Y con espacio para todo, como ese La ranchera de mi madre, que por el título ya veis por donde van los tiros.¿Y el bis? Espectacular, con su preciosa relectura de un tema ya bello de por sí, como es el Against the wind de Bob Seger (¡¡lo que daría por poder ver a este hombre en directo!!), y un brutal Rocker de AC/DC para dejarnos a todos tirados por el suelo. Fantástico.
Gran concierto y gran debut discográfico de una cantante y un grupo a los que les deseamos lo mejor. Y como soñar es gratis, podemos pensar que si una cantante surgida de Irlanda como Imelda May ha conseguido triunfar con una música tan americana...¿Por qué no puede hacerlo Jodie? El tiempo lo dirá.

Mr. Wolf

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sábado, 26 de noviembre de 2016

PIXIES. SANT JORDI CLUB. 20/11/16









Han pasado ya varios días desde el concierto de los Pixies en el Sant Jordi club, he tenido tiempo para escribir esta crónica, pero no quería que la euforia que conlleva la inmediatez me alejara de la objetividad necesaria para enjuiciar su directo. Después de darle muchas vueltas no puedo escribir otra cosa que la crónica de un directo que me reconcilia con ellos y con su inmenso legado, porque creo que están ofreciendo la mejor versión que pueden ofrecer de sus temas en vivo hoy en día y porque fue un concierto mucho más disfrutable que los ofrecidos en festivales desde su retorno. Puede que el recinto ayudara, que el público fuera muy  fan, pero se consiguió una comunión entre los que estaban arriba y abajo del escenario que pocas veces consiguen bandas tan Punk rockeras después de tantos años.


La primera vez que vi a los Pixies fue el día de antes de mi examen de selectividad, el 15 de Septiembre de 1990, yo era muy fan de sus primeros discos, y puede que un alto grado de excitación previo a un examen tan importante influyera, pero ese es uno de los conciertos de mi vida. La euforia de la juventud unida a una banda en su mejor momento y la necesidad de liberar tensión me hicieron disfrutar como nunca, lo disfruté casi en primera fila a escasos metros de Kim Deal, hipnotizado por sus líneas de bajo y temiendo que la cabeza de Black Francis estallara en cualquier momento al verle berrear y ponerse rojo.
Han pasado 26 años desde ese concierto y evidentemente el grado de furia y tensión en escena es otro, la banda ha perdido por el camino a Kim Deal y Joey Santiago acaba de salir de una clínica para tratar sus problemas con las drogas, pero los temas clásicos son eternos, el nuevo disco, Head carrier,  está bastante bien, mucho mejor que el decepcionante Indie Cindy, y elaboran un directo en el que se equilibran muy bien los temas más cañeros, con medios tiempos y con guiños a los fans más fieles. Poco más de hora y media de un concierto en el que se les vió disfrutar y hubo tiempo para que todos lucieran, también Paz Lechantin, comedida pero muy correcta y con una voz muy adecuada para interpretar golosinas como Into the White o All I think about now del nuevo disco. David Lovering cantó con esa voz de crooner que tiene, una simpática La la love you y la descarga en temas como Isla de Encanta, Caribou o tame provocó pogos como los de épocas pasadas.
Puede que la excitación y la histeria de sus primeros años hayan quedado atrás, pero por primera vez en muchos años me atrevería a decir que se les avecinan unos buenos años por delante.
Un set list muy equilibrado, un muy buen sonido y una simpatía nada habitual me hizo darme cuenta de lo afortunado que soy de poder seguir disfrutando en pleno 2016 de una banda grande de verdad. 
Larga vida a los Pixies.
Mr. Sheep

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jueves, 17 de noviembre de 2016

NIKKI HILL. APOLO 2. 15/11/16

Un par de años atrás ya os hablamos del concierto de Nikki Hill en Apolo 2. Hoy repetimos, con el mismo lugar y sensaciones parecidas a aquella anterior vez. Una noche sensacional, con una cantante espectacular en todo: voz, actitud y entrega. Además, con una banda renovada que sonó de maravilla. En esta ocasión era la gira de presentación de su segundo trabajo discográfico, Heavy hearts, hard fists, que sonó casi en su totalidad, junto a algunos temas de su primerizo Here's Nikki Hill y el añadido de algunas versiones, como ahora comentaremos.
Y es que el concierto fue una maravilla, con una banda lanzándose en tromba ya desde su inicio, con (Let me tell you bout) LUV, Ask yourself y un Struttin stoniano y espectacular, con unas guitarras endiabladas que se nos clavaron en el cerebro, a cargo de Matt Hill (marido de Nikki) y el reciente fichaje, el zurdo Robert Nesbit. Luego una bajada de revoluciones con un precioso recuerdo a mi adorado Johnny Thunders y su You can't put your arms around a memory, en una versión realmente sentida. Pero la calma no duró demasiado, con I've got a man, And I wonder o Right on the brink, además de un Sweet little rock and roller que volvió loca a la audiencia, ya bastante entregada desde el principio. Y de fin de fiesta, pues otro clasicazo, Keep a knockin', para dejarnos derrengados ante tamaña exhibición. Nikki es un auténtico torbellino en escena, sin parar de moverse en ningún momento, y siempre con una sonrisa en su rostro, pasándolo bien. Además, se acompaña de un grupo que no le va a la zaga y que suena compacto como una roca.
Un gran concierto de Rock'n'Roll, algo más generoso de minutaje que el de hace dos años, y que, sin duda, se contará entre las mejores noches rockeras de este año que se acaba en Barcelona.

Mr. Wolf

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martes, 1 de noviembre de 2016

KING OF THE NORTH. ROCKSOUND. 31/10/16

En una noche especial, la ya consolidada por estos lares noche de Halloween, aterrizaban en Barcelona los australianos King Of The North, dispuestos a descargar sus riffs claramente Stoner aunque con otras influencias evidentes, como podrían ser Led Zeppelin, por ejemplo. Buenas referencias y un precio más que asequible (10 euros, todo un lujo hoy en día) nos hacían decidir por acudir a Rocksound, pese a que en Apolo actuaba Meschiya Lake. Una pena, pero otra vez será, Meschiya.
King Of The North forman parte de esos grupos tan en boga últimamente que prescinden de bajista, siendo sus componentes Andrew Higgs a la voz y guitarra, y el espectacular Steve Tyssen, reciente fichaje a la batería. Eso sí, la ausencia de bajo se ve compensada con la multitud de efectos producidos desde la pedalera de Andrew.
Con un bonito telón de fondo y tras una cachonda introducción, que mezclaba el Back in black de AC/DC con el Stayin' alive de Bee Gees (ya veis que todo queda en Australia), daba inicio la descarga. Los fans de Kyuss felices, aunque ya hemos dicho que no todo se reduce al sonido Stoner. Sonaron potentes, intensos e hipnóticos. Un zarpazo tras otro: Rise, Surrender, Get out of your world, The mountain, Down to the Devil o ese fantástico Manic depression de Jimi Hendrix (al que Andrew lucía con orgullo en su camiseta). Como colofón, un Just wanna Rock'n'Roll con un sonido que recordaba más a AC/DC que al de las bandas del desierto americanas.
No habrán inventado nada nuevo, pero a todos nos pareció un buen concierto. No había más que ver, una vez finalizada la actuación, el trabajo que tenían en el puesto de merchandising, y eso que la sala estaba a menos de la mitad de su aforo.
Sin lugar a dudas, una buena manera de pasar la noche de Halloween.

Mr. Wolf

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miércoles, 12 de octubre de 2016

CALELLA ROCKFEST 2016. FÀBRICA LLOBET (CALELLA). 07,08/10/16

Y llegamos ya a la cuarta edición del Calella Rockfest. Como en las anteriores, bandas nacionales, extranjeras poco conocidas y figuras de prestigio. Un 10 para los responsables del festival.

Viernes 7. Este año empezó con The Electric Alley, un grupo de gaditanos que después de darse la paliza de 1200 Kms., nos ganaron a todos con su Hard Rock setentero de potentes guitarras. Grupo a seguir, sin ninguna duda.
Los siguientes en aparecer sobre las tablas fueron los norteamericanos Stonerider. Se hablan maravillas de su último trabajo, Hologram, pero a mí personalmente me aburrieron un poco con sus largas canciones, claramente deudoras de nombres como Pink Floyd o Genesis (de la época anterior a que Phil Collins los convirtiera en una mediocridad comercial, claro). Voz peculiar la de Matthew Tanner y poco más. Ahora toca esperar a ver como continúa su carrera.



Era el turno de Joe Lynn Turner y su banda de acompañamiento, los suecos Dynazty. Concierto parecido (si no idéntico) al que ofreció un año y medio atrás en Razzmatazz 2, con una batería de clásicos de Rainbow, Yngwie Malmsteen y Deep Purple, algunos de los grupos que contaron con su garganta en el pasado. Como dijimos la otra vez, un repertorio de cero riesgo, incluso extraño en alguna de sus elecciones, pero claramente disfrutable. Canciones como Death alley driver, I surrender, Spotlight kid o Highway star siempre es un placer vivirlas en directo. También hubo homenaje para el gran Ronnie James Dio con Man on the silver mountain y Long live Rock'n'Roll; y para terminar, Burn y Smoke on the water, con la ayuda del cantante de Dynazty, Nils Molin, que con su juventud sufrió menos que Turner en la primera, pese a que éste se encuentra muy bien de voz, hay que reconocerlo. El público acabó satisfecho, siendo el momento de los muchos seguidores de la saga Purple habidos en la Fàbrica Llobet.



El primer día del festival se cerraba con unos clásicos de nuestros escenarios. Con Backyard Babies yo siempre recuerdo aquel lejano concierto del 98 en la sala Mephisto, en el que directamente me hicieron caer de culo con una descarga adrenalínica para la historia. Los que estuvisteis allí supongo que estaréis de acuerdo conmigo. Era la presentación del que muchos consideramos su mejor trabajo, Total 13, y en aquel momento estaban para comerse el mundo. Después de aquello, habría una bajada de revoluciones, tanto en disco como en concierto, pero buen nivel siempre lo han mantenido. Dregen sigue siendo Dregen, aunque últimamente vaya siempre con la cabeza tapada (¿para disimular su alopecia, quizá?), y su batería Peder Carlsson sigue siendo espectacular. Y claro, temas como Made me madman, Brand new hate, Highlights o Look at you reviven a un muerto. Fin de fiesta Punk para la primera jornada.



Sábado 8. El encargado de arrancar el segundo día era el británico Ben Poole con su Blues Rock para todos los públicos, algo falto de fuerza en mi opinión, y además con una voz que no acompaña demasiado. Pero cuando se arranca con la guitarra todo cambia por completo. Su versión de Have you ever loved a woman de Freddie King se convirtió por derecho propio en uno de los momentazos del festival. Un chico simpático, además.
El siguiente turno era para Imperial Jade, una jovencísima banda local que también apuesta por el Rock setentero. En su actuación pudimos apreciar influencias de grupos como los Doors o, sobre todo, Led Zeppelin, de los que incluyeron un medley. Les deseamos la mejor de las suertes.
A continuación, un verdadero cruce de cables para quien esto escribe. Desde niño, Ten Years After ha sido una de las bandas de mi vida, y su desaparecido líder Alvin Lee uno de mis mayores héroes personales. Los pude ver en su día con la formación clásica en aquellos dos conciertos en Zeleste, y el recuerdo para mí es imborrable. De aquella formación sólo se mantienen en ella el batería Ric Lee y el teclista Chick Churchill, ya que el bajista Leo Lyons abandonó la nave un tiempo atrás. Y bien, nunca he concebido unos Ten Years After sin Alvin, pero sí es cierto que él no puso objeciones a que siguieran con otro cantante y guitarrista, según tengo entendido. Antes ocupó su puesto Joe Gooch, y ahora el encargado de calzarse sus zapatos es nada menos que Marcus Bonfanti, un músico de lo más interesante al que pudimos ver en Barcelona hace un tiempo. Para el bajo, un ilustre, el zurdo Colin Hodgkinson, al que los veteranos recordamos de su paso por Whitesnake (época Slide it in, ahí es nada).


Era momento de dejar los prejuicios a un lado, y la verdad es que desde el inicio el señor Bonfanti se encargó de borrármelos de un plumazo. Su entrega, su poderosa voz y su saber hacer con la guitarra le convirtieron en uno de los músicos destacados del festival. También el momento solo de Hodgkinson fue impagable. Y claro, el repertorio para llevarnos al cielo: Hear me calling, 50000 miles beneath my brain, Love like a man, Good morning little school girl, ese mítico I'm going home o el Choo choo mama final. Una gran actuación, en la que únicamente eché de menos alguna palabra de recuerdo para Alvin. Creo que después de habernos regalado todas estas maravillosas canciones era de justicia mencionarlo, como por ejemplo hacen siempre Thin Lizzy con Phil Lynott. En fin...
Michael Monroe era el encargado de cerrar el festival, y como todos sabíamos de antemano, fue también la actuación más destacada. En mi opinión ya se le puede considerar uno de los grandes frontmen de la historia, capaz de mirar de tú a tú a monstruos sagrados como Mick Jagger o Iggy Pop. ¿Exagero? Quien no esté de acuerdo posiblemente sea porque no ha visto nunca sobre un escenario al finlandés. El despliegue físico, la entrega y las ganas son innegociables para este hombre, que además desde hace unos años ha juntado una banda que es una auténtica apisonadora en directo. A eso se le debe añadir su estado de gracia compositivo, traducido en una mágica trilogía grabada en el último lustro. Porque Trick of the wrist, Ballad of the lower East side o Under the northern lights se encuentran a la altura de Malibu beach nightmare, Motorvatin' o Hammersmith palais, clásicos de Hanoi Rocks o Demolition 23. Y qué decir de ese Up around the bend, casi más suyo que de la Creedence. O de Dead, jail or Rock'n'Roll llevando la locura al público. O de ese caótico final, con el recuerdo a Johnny Thunders y los Stooges que fueron I wanna be loved y I feel alright. Sin palabras. Un final extraordinario para el festival.



No nos cansaremos de decirlo: mucho mérito el de la gente que organiza este evento. Como única queja, hablaría del juego de luces, que en muchas ocasiones molestan al público. Una pequeña objeción entre todas las cosas bien hechas, destacando una puntualidad británica, un buen sonido... y unos excelentes bocadillos.
Long live Calella Rockfest!!!


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domingo, 18 de septiembre de 2016

ADAM ECKERSLEY BAND. ROCKSOUND. 17/09/16

Tras el paréntesis estival volvemos a la música en vivo, y para iniciar la temporada nada mejor que una sesión de Rock clásico americano, curiosamente de la mano de unos australianos: Adam Eckersley Band.
Tienen dos discos publicados en los dos últimos años, que llevan por título The first album y The second album (hagan sus apuestas para el nombre del tercero), en los que muestran lo que decíamos, su pericia en ese Rock clásico, sureño, o como le queráis llamar. No inventan nada nuevo, pero lo que hacen saben hacerlo bien, recordándonos a todos esos nombres míticos que siempre tenemos en mente. Canciones como Talk about love, Wheels, en la que a los asistentes nos tocó hacer los coros, Took that woman o ese cañonazo llamado Sex & money son una buena muestra de lo que digo. Y a la hora de buscar en el cajón de los temas ajenos no se puede decir que tengan mal gusto, con el maravilloso Can't you see de Marshall Tucker Band (¡qué grandes y qué olvidados!); con ese All along the watchtower en su versión hendrixiana; o con ese Midnight rider de los Allman Brothers Band, imprescindibles en estos casos.
Forman la banda Adam Eckersley como cantante y guitarra (sí, lo habéis adivinado, el líder del grupo), Dan Biederman a los teclados, Scott Greenaway al bajo y Benny Elliott a la batería, todos ellos barbudos y melenudos. Ignoro si el quinto miembro, Duncan Toombs, ha abandonado el grupo, pero por lo menos parece que en esta gira no está con ellos.
En definitiva, una buena noche de Rock'n'Roll, que demuestra que para hacer buena música no es imprescindible provenir de Alabama o de Georgia. Y creo que todos los que formaban la aceptable entrada de Rocksound pensarán lo mismo.


Para acabar, me gustaría recordar la figura de Javier Ezquerro, promotor de conciertos que falleció hace unas semanas. No puedo decir que fuéramos amigos, simplemente nos saludábamos y alguna vez habíamos intercambiado cuatro palabras, pero sí es cierto que me supo muy mal la noticia. Se hace raro estar en Rocksound y no encontrárselo.
Una lástima. Lo siento de veras.

Mr. Wolf

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martes, 5 de julio de 2016

EL ÚLTIMO VALS. FRÍAS. 1-2-3/07/16




Todavía estoy en una nube, me ha costado mucho salir de esa especie de ensoñación en la que he estado sumergido este primer fin de semana de Julio, la vuelta a la realidad ha sido dura, como lo es a veces despertar después de un buen sueño.

Hace apenas unos meses recuerdo esbozar una sonrisa al leer que una especie de colega algo friky, al que nunca había conocido en persona, pero al que seguía por estos mundos paralelos de internet, estaba montando un concierto de homenaje a The Band en un pueblo de Burgos llamado Frías

Recuerdo que pensé que menos mal que todavía hay gente que se esfuerza en poner en marcha iniciativas tan románticas y fuera de cualquier circuito comercial como montar un festival en un entorno rural y alejado de las grandes ciudades. En un primer momento no se me ocurrió que pudiera organizarme y liar a alguien para que me acompañara en esta aventura, pero poco a poco las cosas se fueron alineando y cuando vi que Joserra Rodrigo involucraba a Danny and the champions of the world y sobre todo a Bantastic fand, supe que debía asistir.

Adoro a The Band, sus discos, su historia y su influencia en la música posterior. Pensar en poder escuchar sus canciones en directo y a un montón de músicos ofreciéndonos sus propias creaciones imbuidas del espíritu de la Big Pink de Woodstock era algo irresistible.

El entorno en el que se iba a celebrar el concierto parecía de cuento, un pueblo medieval, su precioso castillo, sus calles empedradas, sus casas colgantes. Además el precio del abono era un regalo, así que una vez solucionado el tema del alojamiento en algún pueblo cercano y la logística organizativa, fue pasando el tiempo mientras crecía mi alegría al ver involucrada en esta historia a gente a la que aprecio musicalmente y de los que me siento cercano en lo que a música se refiere, como es el caso de Nacho Para con sus Bantastic fand y el madrileño Daniel Insa; amigos virtuales a los que quería conocer en persona.

Al final todo ha superado mis expectativas, he podido asistir con parte de mi familia, hemos podido conocer la comarca con pueblos tan bonitos como Oña, Orbaneja del Castillo o Poza de la Sal e incluso ellos que no están tan imbuidos de la fiebre musical que me domina desde que tengo uso de razón, han disfrutado mucho la experiencia.


La llegada a Frías el Viernes no pudo ser mejor, el impacto de su belleza, el nerviosismo previo a la recogida de los abonos, la recogida de un par de cajas del delicioso vino conmemorativo, y sobre todo encontrar al artífice de todo esto con una sonrisa en la cara y con la sensación de reencontrar a un amigo al que hace tiempo que no ves.

El primer concierto programado era el de los cántabros Copernicus dreams, que afrontaron con valentía el hecho de abrir el fuego, todavía bajo la luz del Sol y con poco público, nos regalaron un montón de buenos temas de su disco Sunrise como Shock the monkey to live, la festiva You say, Just call o Leave for live, además ofrecieron las primeras versiones de The Band, clásicos como The weight, It makes no difference o el I shall be released de Dylan. Derrocharon simpatía y calentaron al personal para lo que quedaba de noche.



Los donostiarras Frank fueron mi gran descubrimiento del festival, sólo había escuchado un par de temas y la verdad es que estuvieron pletóricos. La voz de Sara Comerón es espectacular, como una mezcla entre la ingravidez de Joana Serrat y la fuerza de Maria McKee; Andoni Etxebeste y Christian Rodríguez forman una gran base rítmica por la que la guitarra solista de Íñigo Bailador serpentea arrastrando solos de la escuela Crazy horse. Los temas de The Mud and the thirst tienen una gran traslación al directo, ahora que ya he podido escuchar el disco puedo dar fe de ello, y Memory of the tree y Fire de su primer mini lp sonaron a gloria. También versionaron a The Band con This wheel’s on fire, a Fleetwood Mac con Landslide y a Neil Young con Like a hurricane. Deseando verles en una sala.





El grupo estrella de la primera jornada eran Danny & The champions of the world, y comenzaron un poco torcidos por algún fallo de sonido, pero se recuperaron rápidamente y con su simpatía y entrega se ganaron al personal, que acabó rendido a sus festivas canciones llenas de Soul, de Rock y de alegría, son el grupo perfecto para levantarte el ánimo. Every beat of my heart, Cold cold world, Stay true, It’ll be alright in the end, Clear water, This is not a love song, thinking about my friend, en fin, un gran repertorio con algún guiño a Joserra como el Street people de Bobby Charles; el patio del castillo estuvo on fire y bailó y saltó con la descarga de los Champs.





Después de la exhibición de Danny y los suyos no era fácil salir al escenario, pero Still river salieron dispuestos a todo, comandados por el vocalista Dan Cabanela fueron de menos a más y continuaron con la fiesta hasta pasadas las dos de la madrugada. Sonaron temas de su último trabajo Wood & wire y su guitarrista Juan Gumuzio derrochó talento y me dejó con la boca abierta. Muy bien.



El Sábado les tocaba abrir el concierto a unos jóvenes bilbaínos, The Walnut Co.; les había visto tocando en internet y sabía de su respeto y admiración hacia The Band, pero cuando les vi atacar sus canciones y versionar a los maestros se me encogió el corazón. No se puede tocar de forma más sincera. Ver a su cantante a la batería con el cuello girado cantando y sufriendo con la interpretación de Stage fright fue uno de mis momentos favoritos del festival. Sonaron sinceros y reales, sus fallos sonaron como aciertos y se ganaron al público desde el principio. A ver si publican disco, me tendrán el primero haciendo cola.



Lamentablemente casi no pude ver a La Gran esperanza blanca, pero por lo que pude escuchar estuvieron muy bien. Había que organizarse para cenar algo y no se puede llegar a todo, prometo intentar enmendar mi error en el futuro, una banda de Rock en castellano con 30 años de trayectoria lo merece.

Sabía que la banda de Getxo The Fakeband iban a destacar entre el cartel, pero la verdad es que no estaba preparado para su maestría y desparpajo. Comenzaron con algunos temas propios que sonaron a gloria, Rock, Country Rock, Power Pop y tablas para una banda que lo tiene todo, fuerza y grandes melodías, varios registros vocales y grandes músicos. Don’t save my life y Way up north sonaron a gloria y la parte que dedicaron a recrear temas de El último vals fue una maravilla. Don’t do it, un soberbio Who do you love con Dan Cabanela de Still river haciendo de Ronnie Hawkins, Helpless de Neil Young con Miguel Guzmán a las voces, The Weight y Such a night con la colaboración de Joserra Rodrigo, una preciosa The night they drove Old Dixie Down con Bosco de los Walnut a las voces, Sara Comerón de Frank  y Juan Gumuzio de Still river brillaron en la bonita versión de Evangeline y unas portentosas Ophelia y Caravan al estilo Van Morrison con sus patadas al aire y todo. En fin, toda una fiesta con el público entregado y mis sentimientos a flor de piel.












Parecía que después del espectáculo con The Fakeband los siguientes lo tenían crudo, pero es que los siguientes eran Bantastic fand. Aparte del sueño de Joserra, ellos eran mi razón para viajar desde Barcelona a Frías. Sus dos discos son muy buenos, especialmente Welcome to desert town, y en un mundo justo sus canciones sonarían sin cesar en las emisoras de radio y en los mejores recintos de conciertos del país; pero mientras eso sucede lo único que podemos hacer es propagar sus buenas nuevas en forma de canciones para ganar adeptos a la causa. Nacho Para de cerca parece un poco tímido, pero tras una máscara de cierta preocupación se esconde un tipo afectuoso que aprecia de verdad a los interesados en sus canciones y su banda, pude charlar brevemente con él, pero me pareció que éste tipo es uno de los míos, y sólo espero que no pase mucho tiempo para que pueda volver a ver a su banda en directo. Contaron con la sobria presencia de Carlos Ashworth en los dos primeros temas I’m ready y Can’t you see? Y su sitar puso la nota exótica a la primera parte del concierto. Nacho parecía preocupado al principio por el sonido, que aunque no fue perfecto al inicio fue mejorando poco a poco hasta acabar sonando bastante bien. No todo el mundo les conocía entre el público, pero para cuando acabaron se los habían ganado a todos, y es que con temazos como My morning, Far from home, Givin’ up the battle, when she came to the city, Muses, Find the door o Calling eso es fácil. Emocionante ver a Joserra atacar con la harmónica en Calling, y soberbias versiones dylanianas como Love sick o Hazel. Hubo tiempo para que Paco del Cerro y Fernando Rubio cantaran algún tema, y la sensación que me dejaron fue la de haber visto a una banda grande de verdad.






El cierre del festival lo puso un grupo local, Zimmerband, que revisa el repertorio de Dylan, adaptándolo al castellano; muy libremente, por cierto; y de una forma divertida y también reivindicativa, a ésas altas horas ya quedaba poco público, pero eso no les hizo cortarse y se entregaron a fondo. Buena guinda para el pastel.


Sabía que Joserra Rodrigo iba a hacer algo especial de su celebración del último vals de The Band, pero todo superó mis expectativas. Fue mágico y lo recordaré siempre con una sonrisa, sólo siento haberme perdido los pequeños escenarios por el pueblo, esos micros abiertos donde gente tan válida como Jon Urrutia, Carlos Ashworth y Daniel Insa dieron color al día de Frías, pero al no estar alojado en el pueblo no pudo ser. Que sepas Joserra que me tendrás pendiente de tus pasos, sean con Crazy Chester, con tus colaboraciones en los medios y con tu próximo libro.

SOUL IS THE ANSWER. VALSEROS FOREVER.

Mr. Sheep

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jueves, 23 de junio de 2016

AZKENA ROCK FESTIVAL. VITORIA. 17-18/06/16





Volvimos a Vitoria para disfrutar de nuestro festival favorito. Llevamos doce años acudiendo a nuestra cita con el Rock, el Soul, el Blues, el Garaje y el Metal en un entorno inmejorable. La única sombra en nuestras previsiones era la meteorología, que este año ha resultado bastante molesta.

El Viernes llegamos con tiempo suficiente a la plaza de la Virgen Blanca para beber unas cervezas y comer algún pincho, pero la lluvia apareció en el inicio del concierto de Julián Maeso y sólo pudimos disfrutar de tres temas. Una pena, porque tiene una excelente banda soulera. Julián Maeso pudo resarcirse por la tarde ya en el recinto del festival, pero nosotros por desgracia no pudimos disfrutar de su concierto, otra vez será.

Cubiertos por abrigos y chubasqueros aparecimos por Mendizabala con la descarga Blues Rock de Jared James Nichols, pero nos decantamos por la propuesta de The London souls; el dúo de guitarra y batería, mezclado con sus voces, nos dejó con ganas de disfrutarlos en mejores condiciones. Buenos temas, buena actitud y tablas para enfrentarse a las inclemencias meteorológicas y el poco público frente al escenario, ya que la gente siguió el concierto protegida de la lluvia por las carpas.

Daniel Romano sonó muy bien, más rockero que en su última visita a Barcelona, pero estuvo algo distante con el público; tiene buenos temas, pero está claro que salen reforzados en las distancias cortas.

A priori Vintage trouble tenían un papel difícil, la hora temprana, un público frío y la lluvia enfriando el ambiente, pero los de Ty Taylor salieron dispuestos a despertar al personal, y vaya si lo consiguieron. Puede que abusaran un poco de la interactuación con el público, pero sus escasos 50 minutos y la frialdad del ambiente les hizo salir enchufadísimos. Tocaron temas de sus dos discos y la gente despertó del todo con ellos, y es que la verdad es que entrega no les falta. Impagable ver surfear a Ty Taylor sobre el público y bajo la lluvia. En ese momento eran lo que el festival necesitaba.


Teníamos muchas ganas de ver de nuevo a Lucinda Williams, es una de nuestras artistas de cabecera y con su calidez dejamos atrás la lluvia y volvimos a disfrutar con su enorme cancionero. Y eso que el concierto comenzó titubeante por parte de la banda y sobre todo por culpa de un sonido malo e insuficiente que lastró la mitad del show. Abrió con Protection y poco a poco fue ganando en intensidad con temas como Unsuffer me o Dust; para mí el punto de inflexión estuvo en una impresionante Foolishness, que ya mereció por sí sola nuestro viaje a Vitoria; a partir de aquí el concierto ya no bajó el pistón, para acabar con una gran versión del Rockin’ in the free world de Neil Young.

Con el buen sabor de boca que nos dejó Lucinda nos dirigimos al escenario David Bowie para disfrutar con Blackberry smoke; los de Charlie Starr estuvieron muy bien y se ganaron a la gente con sus grandes temas; pero yo los pude disfrutar poco, mi chubasquero no resultó tan eficiente como parecía y a estas alturas estaba completamente empapado, así que tuve que salir a buscar el coche para cambiarme y con todo el dolor de mi corazón rockero me perdí buena parte del concierto. Otra vez será.

The Hellacopters eran los cabezas de cartel después de que Primal Scream se cayeran del festival, cosa que yo particularmente agradecí; y no defraudaron a nadie. Conmemoraban el veinte aniversario de Supershitty to the Max! y ofrecieron un conciertazo con el repertorio y la formación de esa época. Nicke y Dregen derrocharon ganas y buen rollo y descargaron un trallazo tras otro. El sonido una vez más estuvo flojo, pero el público disfrutó de lo lindo con temas como Spock in my rocket, (gotta get some actio)now!, 1995 o Fire, fire,fire.


Tenía muchas ganas de ver a Danzig, sus cuatro primeros discos me gustan mucho y había mucha expectación en el ambiente, pero la desilusión fue tremenda. Glenn Danzig saltó al escenario como un toro bravo, agresivo y más heavy que el infierno, pero falto de voz y de forma física se ahogaba después de cada tema. La banda sonó plana y ni siquiera la guitarra de Tommy Victor estuvo a su nivel. El público visiblemente contrariado fue abandonando su concierto para refugiarse en el sonido luminoso New Orleans style de Luke Winslow-King. Una pena, aunque escuchar Am I demon, Twist of Cain y Mother en directo tuvo su punto.

Para acabar la noche la proyección de la película Gutterdämmerung sirvió como un bonito homenaje para Lemmy, aunque después de un día tan intenso nos dejó un poco planchados. A otra hora hubiera sido más disfrutable, aunque ver actuando a todo un Henry Rollins tuvo su gracia. La banda que tocaba detrás de la pantalla de proyección sonó realmente bien.

El Sábado sí que pudimos disfrutar en la plaza de la Virgen Blanca con el buen rollo de Luke Winslow-King. Rock & Blues con una banda engrasada en la que destacó el guitarrista italiano Roberto Luti.

Los sonidos metaleros de Raveneye nos dieron la bienvenida al recinto y los combinamos con el sonido contundente y progresivo de The Vintage caravan; pero el primer plato fuerte del día llegó con los imprescindibles Radio Birdman, que estuvieron aún mejor que en su concierto de 2004 en este mismo festival. Es increíble ver a músicos tan veteranos ofrecer una descarga de Garage punk tan espectacular. El sonido fue muy bueno y unos rejuvenecidos Rob Younger y Deniz Tek nos llevaron en volandas hasta el bis con Tv eye de los Stooges. Conciertazo.



Imelda May nos sorprendió con su cambio de look, dejando atrás ese aura de fantasía Pin-up y mostrándose más cómoda y relajada que la última vez que la vimos. Derrochó simpatía y sensualidad en un gran concierto en el que volvió a fallar el sonido del escenario Lemmy, sólo mejoró hacia la mitad del show. Siempre es un placer ver en directo a la irlandesa, nunca defrauda.

El retorno de 091 es un extraño fenómeno que me tiene muy sorprendido, es una banda imprescindible en el Rock español que pasó muy desapercibida mientras se mantuvo activa y que tiene en José Ignacio Lapido a uno de los mejores compositores del país. De repente tras anunciar su vuelta a los escenarios aparecen programados en casi todos los festivales nacionales y como en el caso del Azkena en un muy buen horario justo antes de The Who. La gran respuesta del público me hace reconciliarme con el buen gusto y con mis congéneres. Estuvieron pletóricos y fueron tocando un clásico tras otro con un sonido impecable, Tormentas imaginarias, Debajo de las piedras, La noche que la Luna salió tarde, Otros como yo, Sigue estando Dios de nuestro lado, Qué fue del siglo XX o La vida qué mala es. Un ajuste de cuentas histórico con el gran público.

A las once de la noche y ya colocados en el escenario Lemmy, esperábamos ansiosos el concierto de The Who. Es la gira de sus cincuenta años encima de los escenarios y como en la de los cuarenta que pudimos disfrutar en Zaragoza no salimos defraudados. Por fin un gran sonido, unas proyecciones de fotos de sus inicios, unos efectivos músicos de acompañamiento, un repertorio espectacular y sobre todo unos Daltrey y Townsend en estado de gracia, nos dejaron apabullados ante tal exhibición de talento. El repertorio de ensueño con I can’t explain, Substitute, Who are you, The kids are alright, I can see for miles, My generation, Behind blue eyes, Join together, You better you bet, 5:15, Love, reign o’er me, Amazing journey, Sparks, Pinball wizard, See me, feel me, Baba O’riley y Won’t get fooled again. Se mostraron muy simpáticos y cercanos con el público, sobre todo Pete Townsend, y nos dejaron  la sensación de que cuando se jubilen ellos y los Stones no hay un relevo preparado para ocupar su lugar en los grandes recintos. Imprescindibles.



Después del conciertazo de The Who no era fácil estar muy receptivo a lo que venía a continuación, por un lado en el escenario Scott Weiland, Marky Ramone se apropiaba de los clásicos de los Ramones en esta especie de banda tributo que se ha montado. Prescindibles. Por otro lado en el escenario Bowie los suecos Refused triunfaron por todo lo alto con su Hardcore punk, Dennis Lyxzén se mostró como un gran frontman y lideró a los suyos por un gran cancionero que nos dejó con ganas de más.

Supersuckers cerraban esta edición del festival, y aunque siempre es un placer ver tocar a Eddie Spaguetti y los suyos, la verdad es que hubiera preferido otro tipo de repertorio. Se centraron en su etapa Country, y creo que mezclar esos temas con parte de su repertorio Punk Rock hubiera conectado más con la gente. No estuvieron mal, pero se quedaron un poco a medias.

En definitiva hemos pasado un gran fin de semana en Vitoria y esperamos poder repetir, este tipo de celebraciones rockeras nos cargan las pilas de verdad.


Mr. Sheep

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jueves, 16 de junio de 2016

AZKENA ROCK FESTIVAL

Ya ha pasado un año, así que nuestro festival favorito está de vuelta. Un Azkena que en esta ocasión presenta uno de los mejores carteles de su historia, con nombres como The Who, Danzig, Lucinda Williams o Blackberry Smoke, entre otros. Todo un lujo.
Obviamente, de todo lo acontecido en el festival tendréis puntual información en los próximos días.
¡¡Vitoria, vamos para allá!!

domingo, 12 de junio de 2016

MIKE FARRIS & THE ROSELAND RHYTHM REVUE. BIKINI. 09/06/16

Enorme el amigo Farris. Con su antigua banda, The Screamin' Cheetah Wheelies, nos hizo felices con unos cuantos discos de extraordinario nivel y un memorable concierto en el festival de Azkena 2004. Para los que estuvimos allí, recordamos especialmente aquel mágico momento en el que falló la corriente y Mike levantó al público cantando él solo a capella. Una garganta privilegiada para un fantástico grupo de Rock americano, sureño o como queráis llamarlo. Después de su disolución, una carrera en solitario más enfocada hacia el Gospel o el Soul, como pudimos comprobar en Bikini, donde actuó junto a sus Roseland Rhythm Revue por primera vez en nuestra ciudad, tras un par de visitas suyas en solitario, armado únicamente con su guitarra acústica.
Sin sección de viento, cuatro músicos y dos coristas acompañaban a Mike en un concierto dividido en dos partes de una hora la primera y hora y media la segunda. No está mal, ¿verdad? Con la cantidad de actuaciones rácanas de tiempo que nos toca vivir, siempre es reconfortante encontrarse con noches así. Lógicamente, hubo temas de su más reciente etapa, como The Lord will make a way somehow, Power of love o This little light, pertenecientes a su último trabajo, el exitoso Shine for all the people. También algún tema anterior, caso de Selah! Selah! Pero creo que lo que más abundó fueron las versiones, con recuerdos a la Creedence, Bob Dylan, Bob Marley, Sly & The Family Stone, Stevie Wonder o Stevie Ray Vaughan, en lo que fue un completo catálogo de clásicos: Knockin' on heaven's door mezclado con Three little birds, Living for the city, Stand by me, Hold on I'm comin' o Proud Mary (donde hizo subir al escenario a un par de personas del público). Pero quizá el momento más emocionante de la noche fue con Purple rain y su reconocimiento para Prince. Piel de gallina, y eso que nunca he sido seguidor del músico recientemente desaparecido. Mike también nos habló de otras bajas como Bowie o Lemmy, de quien contó un encuentro con él en Los Angeles. Aunque sin duda, fue especialmente destacable su feroz reivindicación de Malcolm Young (al que orgullosamente lucía estampado en su camiseta), diciendo que, pese a ser seguidor de Guns N'Roses, consideraba que Axl Rose no debería estar cantando en AC/DC. Textualmente, dijo que sin MalcolmAC/DC is over. Está claro que lo de Axl es la polémica del año, aunque Mike lo dijera más por el mayor de los Young que por Brian Johnson.
Resumiendo, un gran concierto de un excepcional cantante que mantiene intacta su poderosa voz, junto a una más que competente banda en la que destacaron especialmente las dos coristas. Dos soberbias voces negras que acompañaron perfectamente a su líder y que también tuvieron su cuota de protagonismo.
Y ya puestos a pedir, entre tanta versión, habría estado bien que cayera algo de los Wheelies, ¿no? ¿Hello from Venus o Father speaks, quizá?

Mr. Wolf

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