Mantenerse durante treinta años tocando Rock n' Roll en este país es todo un milagro. Y más si lo haces desde el underground, currándotelo todo y con muy poca ayuda de medios de comunicación. Motosierras han llegado a su trigésimo cumpleaños con muy buena salud como banda. La perseverancia de Morton a lo largo de todos estos años ha mantenido a la banda en activo, y además siendo un referente para otras muchas bandas que han venido detrás, y siguiendo su estela se han lanzado al difícil mundo del Punk Rock.
Para celebrar un acontecimiento tan bonito como éste, Los Motosierras organizaron todo un festival en un lugar entrañable para la banda, y por supuesto jugando en casa, en Santako.
La lluvia matinal varió un poco las actuaciones previstas para la mañana y al final Morton salió a escena con algunos de los antiguos miembros de la banda para recordar sus años de trayecto musical. Jordi Rock-ola nos deleitó con su buena música entre las actuaciones y nos calentó para recibir a la primera banda invitada. Las Pésimas salieron a matar, con un muy buen sonido y una simpatía y actitud que se ganó al numeroso público congregado en el Casal. Por momentos sonaban como las mejores L7 con ramalazos más punkis, como unas Babes in Toyland de buen rollo. Gran concierto que cerraron con su particular versión del Nene de Barna. Los Diesel dogs vinieron desde Madrid para la celebración y salieron a escena como un cañón. La sección rítmica sonó perfectamente engrasada para el lucimiento de Javi Diesel a la guitarra y a la voz. Algún problemilla con el cable de la guitarra que solucionaron rápidamente, no deslució un intenso concierto cerrado con una buena versión del Rockin' in the free world. Ganas de verlos en una sala.
F.A.N.T.A. son como los alumnos aventajados de los Motosierras, Oscar, Beto y Gabi son más ramonianos y tienen una potencia y velocidad que te hace moverte desde el minuto uno. Temas como Fatal, Nunca vi en directo a los Ramones, La linea Maginot o Colecciono monstruos dejaron constancia de su calidad y simpatía. Sacaron a Morton disfrazado de faraón para tocar el cachondo Tablakamon I y dejaron perfectamente caldeado el ambiente para recibir a los putos Motosierras.
Los colomenses salieron aceleradísimos con el Rock n' Roll radio ramoniano. Julián Loza a la batería, Tony Metal al bajo y Mario Barbosa a la guitarra se acoplan perfectamente a Morton y suenan potentísimos. La máquina está perfectamente engrasada y suenan compactos y sólidos como una roca. Contaron con las colaboraciones especiales de Julen de El Legado en la versión del Maybe tomorrow de Mink deVille, y de Kike Barbosa en el Bonzo goes to Bitburg. El público respondió a las mil maravillas para llevar en volandas a una banda entregada, emocionada y agradecida. El concierto de ayer fue todo un acontecimiento histórico en la música colomense, y yo me sentí particularmente emocionado de ver a tantos músicos locales apoyando a Morton y a su legado. La histeria colectiva se fue haciendo cada vez mayor mientras iban cayendo temazos como Esta noche, My megasplash, La playa de los surfers muertos, las versiones de Motorhead, Ace of spades con Tony a la voz y R.A.M.O.N.E.S., Santa Coloma I reich de Pisando fuerte, y el final de fiesta perfecto con el escenario lleno de gente berreando y bailando con su himno Nene de Barna.
No se puede pedir más, gran jornada rockera. Ya queda menos para el concierto de Motosierras en el Sintonizza colomense.
Mr. Sheep
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