lunes, 3 de agosto de 2015

JOE LOUIS WALKER. JAMBOREE. 01/08/15

Uno de los mejores conciertos de Blues que he visto en mi vida fue el que ofreció Joe Louis Walker junto a sus Bosstalkers en Luz de Gas...¡en 1995! Dios, qué rápido pasa el tiempo. Aquella noche fui por curiosidad, sin conocer en absoluto a este músico, y la verdad es que salí de la sala con la boca abierta ante la exhibición que ofreció al lado de su banda. Unos años más tarde repetía en Apolo, y ahora, mucho tiempo después, y ya sin los Bosstalkers, lo teníamos bien cerca en el entrañable Jamboree por dos noches consecutivas. Aquí comentaremos la primera de ellas.
A la llegada a la sala, nos encontramos al guitarrista ya en el escenario preparándose, y la verdad es que estaba muy serio y daba un poco de miedo. Nada más lejos de la realidad. Durante toda la noche estuvo de lo más simpático, tanto él como el resto de la banda, repartiendo sonrisas y comentarios graciosos todo el tiempo. De hecho, se mostraron de lo más cariñosos con una señora de avanzada edad (probablemente superaba los 80 de largo) que disponía de una silla en primera fila. Imagen curiosa para un concierto.
Unos minutos más tarde de la hora prevista, ahí teníamos en escena a Joe Louis Walker, ataviado con una camisa que le encantaría al personaje de Charlie Sheen en la serie Dos hombres y medio, contrastando con la elegancia del teclista Philip Young y el batería Byron Cage. El bajista Lenny Bradford iba más informal, como su jefe. Tras cuarenta minutos de concierto, y cuando ya estábamos metidos de lleno en faena, nos obsequiaron con un larguísimo parón. No sé si se trata de una imposición por parte de la sala para que la gente consuma, pero es algo que no comparto en absoluto. En fin, a la vuelta tuvimos hora y cuarto más de buen Blues para disfrutar. Temas como I'm not messin'around, Jack of diamonds, Don't let go, In the morning when I rise o el tremendo Soldier for Jesus no se olvidan. Como tampoco la maestría a la guitarra del señor Walker, su simpático paseo entre el público cantando y tocando la armónica sin micro, o el lucimiento estelar del enorme Philip Young cuando cogió el saxo. Soberbio.
Varios recuerdos a B. B. King durante la noche y emplazamiento para el día siguiente, que según dijo, tocarían las mismas canciones en diferente clave. Un tipo cachondo, y un excelente músico, pese a no encontrarse entre los más reconocidos de su género. Pero ahí sigue, y que sea por muchos años.

Mr. Wolf

Más info en la web del músico