jueves, 23 de junio de 2016

AZKENA ROCK FESTIVAL. VITORIA. 17-18/06/16





Volvimos a Vitoria para disfrutar de nuestro festival favorito. Llevamos doce años acudiendo a nuestra cita con el Rock, el Soul, el Blues, el Garaje y el Metal en un entorno inmejorable. La única sombra en nuestras previsiones era la meteorología, que este año ha resultado bastante molesta.

El Viernes llegamos con tiempo suficiente a la plaza de la Virgen Blanca para beber unas cervezas y comer algún pincho, pero la lluvia apareció en el inicio del concierto de Julián Maeso y sólo pudimos disfrutar de tres temas. Una pena, porque tiene una excelente banda soulera. Julián Maeso pudo resarcirse por la tarde ya en el recinto del festival, pero nosotros por desgracia no pudimos disfrutar de su concierto, otra vez será.

Cubiertos por abrigos y chubasqueros aparecimos por Mendizabala con la descarga Blues Rock de Jared James Nichols, pero nos decantamos por la propuesta de The London souls; el dúo de guitarra y batería, mezclado con sus voces, nos dejó con ganas de disfrutarlos en mejores condiciones. Buenos temas, buena actitud y tablas para enfrentarse a las inclemencias meteorológicas y el poco público frente al escenario, ya que la gente siguió el concierto protegida de la lluvia por las carpas.

Daniel Romano sonó muy bien, más rockero que en su última visita a Barcelona, pero estuvo algo distante con el público; tiene buenos temas, pero está claro que salen reforzados en las distancias cortas.

A priori Vintage trouble tenían un papel difícil, la hora temprana, un público frío y la lluvia enfriando el ambiente, pero los de Ty Taylor salieron dispuestos a despertar al personal, y vaya si lo consiguieron. Puede que abusaran un poco de la interactuación con el público, pero sus escasos 50 minutos y la frialdad del ambiente les hizo salir enchufadísimos. Tocaron temas de sus dos discos y la gente despertó del todo con ellos, y es que la verdad es que entrega no les falta. Impagable ver surfear a Ty Taylor sobre el público y bajo la lluvia. En ese momento eran lo que el festival necesitaba.


Teníamos muchas ganas de ver de nuevo a Lucinda Williams, es una de nuestras artistas de cabecera y con su calidez dejamos atrás la lluvia y volvimos a disfrutar con su enorme cancionero. Y eso que el concierto comenzó titubeante por parte de la banda y sobre todo por culpa de un sonido malo e insuficiente que lastró la mitad del show. Abrió con Protection y poco a poco fue ganando en intensidad con temas como Unsuffer me o Dust; para mí el punto de inflexión estuvo en una impresionante Foolishness, que ya mereció por sí sola nuestro viaje a Vitoria; a partir de aquí el concierto ya no bajó el pistón, para acabar con una gran versión del Rockin’ in the free world de Neil Young.

Con el buen sabor de boca que nos dejó Lucinda nos dirigimos al escenario David Bowie para disfrutar con Blackberry smoke; los de Charlie Starr estuvieron muy bien y se ganaron a la gente con sus grandes temas; pero yo los pude disfrutar poco, mi chubasquero no resultó tan eficiente como parecía y a estas alturas estaba completamente empapado, así que tuve que salir a buscar el coche para cambiarme y con todo el dolor de mi corazón rockero me perdí buena parte del concierto. Otra vez será.

The Hellacopters eran los cabezas de cartel después de que Primal Scream se cayeran del festival, cosa que yo particularmente agradecí; y no defraudaron a nadie. Conmemoraban el veinte aniversario de Supershitty to the Max! y ofrecieron un conciertazo con el repertorio y la formación de esa época. Nicke y Dregen derrocharon ganas y buen rollo y descargaron un trallazo tras otro. El sonido una vez más estuvo flojo, pero el público disfrutó de lo lindo con temas como Spock in my rocket, (gotta get some actio)now!, 1995 o Fire, fire,fire.


Tenía muchas ganas de ver a Danzig, sus cuatro primeros discos me gustan mucho y había mucha expectación en el ambiente, pero la desilusión fue tremenda. Glenn Danzig saltó al escenario como un toro bravo, agresivo y más heavy que el infierno, pero falto de voz y de forma física se ahogaba después de cada tema. La banda sonó plana y ni siquiera la guitarra de Tommy Victor estuvo a su nivel. El público visiblemente contrariado fue abandonando su concierto para refugiarse en el sonido luminoso New Orleans style de Luke Winslow-King. Una pena, aunque escuchar Am I demon, Twist of Cain y Mother en directo tuvo su punto.

Para acabar la noche la proyección de la película Gutterdämmerung sirvió como un bonito homenaje para Lemmy, aunque después de un día tan intenso nos dejó un poco planchados. A otra hora hubiera sido más disfrutable, aunque ver actuando a todo un Henry Rollins tuvo su gracia. La banda que tocaba detrás de la pantalla de proyección sonó realmente bien.

El Sábado sí que pudimos disfrutar en la plaza de la Virgen Blanca con el buen rollo de Luke Winslow-King. Rock & Blues con una banda engrasada en la que destacó el guitarrista italiano Roberto Luti.

Los sonidos metaleros de Raveneye nos dieron la bienvenida al recinto y los combinamos con el sonido contundente y progresivo de The Vintage caravan; pero el primer plato fuerte del día llegó con los imprescindibles Radio Birdman, que estuvieron aún mejor que en su concierto de 2004 en este mismo festival. Es increíble ver a músicos tan veteranos ofrecer una descarga de Garage punk tan espectacular. El sonido fue muy bueno y unos rejuvenecidos Rob Younger y Deniz Tek nos llevaron en volandas hasta el bis con Tv eye de los Stooges. Conciertazo.



Imelda May nos sorprendió con su cambio de look, dejando atrás ese aura de fantasía Pin-up y mostrándose más cómoda y relajada que la última vez que la vimos. Derrochó simpatía y sensualidad en un gran concierto en el que volvió a fallar el sonido del escenario Lemmy, sólo mejoró hacia la mitad del show. Siempre es un placer ver en directo a la irlandesa, nunca defrauda.

El retorno de 091 es un extraño fenómeno que me tiene muy sorprendido, es una banda imprescindible en el Rock español que pasó muy desapercibida mientras se mantuvo activa y que tiene en José Ignacio Lapido a uno de los mejores compositores del país. De repente tras anunciar su vuelta a los escenarios aparecen programados en casi todos los festivales nacionales y como en el caso del Azkena en un muy buen horario justo antes de The Who. La gran respuesta del público me hace reconciliarme con el buen gusto y con mis congéneres. Estuvieron pletóricos y fueron tocando un clásico tras otro con un sonido impecable, Tormentas imaginarias, Debajo de las piedras, La noche que la Luna salió tarde, Otros como yo, Sigue estando Dios de nuestro lado, Qué fue del siglo XX o La vida qué mala es. Un ajuste de cuentas histórico con el gran público.

A las once de la noche y ya colocados en el escenario Lemmy, esperábamos ansiosos el concierto de The Who. Es la gira de sus cincuenta años encima de los escenarios y como en la de los cuarenta que pudimos disfrutar en Zaragoza no salimos defraudados. Por fin un gran sonido, unas proyecciones de fotos de sus inicios, unos efectivos músicos de acompañamiento, un repertorio espectacular y sobre todo unos Daltrey y Townsend en estado de gracia, nos dejaron apabullados ante tal exhibición de talento. El repertorio de ensueño con I can’t explain, Substitute, Who are you, The kids are alright, I can see for miles, My generation, Behind blue eyes, Join together, You better you bet, 5:15, Love, reign o’er me, Amazing journey, Sparks, Pinball wizard, See me, feel me, Baba O’riley y Won’t get fooled again. Se mostraron muy simpáticos y cercanos con el público, sobre todo Pete Townsend, y nos dejaron  la sensación de que cuando se jubilen ellos y los Stones no hay un relevo preparado para ocupar su lugar en los grandes recintos. Imprescindibles.



Después del conciertazo de The Who no era fácil estar muy receptivo a lo que venía a continuación, por un lado en el escenario Scott Weiland, Marky Ramone se apropiaba de los clásicos de los Ramones en esta especie de banda tributo que se ha montado. Prescindibles. Por otro lado en el escenario Bowie los suecos Refused triunfaron por todo lo alto con su Hardcore punk, Dennis Lyxzén se mostró como un gran frontman y lideró a los suyos por un gran cancionero que nos dejó con ganas de más.

Supersuckers cerraban esta edición del festival, y aunque siempre es un placer ver tocar a Eddie Spaguetti y los suyos, la verdad es que hubiera preferido otro tipo de repertorio. Se centraron en su etapa Country, y creo que mezclar esos temas con parte de su repertorio Punk Rock hubiera conectado más con la gente. No estuvieron mal, pero se quedaron un poco a medias.

En definitiva hemos pasado un gran fin de semana en Vitoria y esperamos poder repetir, este tipo de celebraciones rockeras nos cargan las pilas de verdad.


Mr. Sheep

Más info en la web del festival
Más info en el Facebook del festival 


2 comentarios:

Anónimo dijo...

https://youtu.be/zEQEHS4svs8 Mi pequeño resumen del sábado

wolfandsheep dijo...

Muchas gracias.