ALEJANDRO ESCOVEDO AND THE SENSITIVE BOYS. APOLO 2. 21/06/12

Veterano músico de culto, Alejandro Escovedo se presentaba por segunda vez en pocos meses en nuestra ciudad. Y a diferencia de la anterior, con su banda, los Sensitive Boys, para ofrecer un concierto sencillamente ME-MO-RA-BLE.
La de Alejandro ha sido una vida ajetreada, marcada por una grave hepatitis que casi lo condena. Y con multitud de proyectos musicales se ha ganado el respeto y la amistad de gente como Springsteen, que en su momento fue uno de los que estuvo a su lado y colaboró para que superara la enfermedad. Actualmente, y viendo lo que ocurrió en Apolo 2 no hay duda de que nuestro hombre se encuentra en una forma extraordinaria.
No pude asistir al anterior concierto en el Music Hall, aunque sí tenía espléndidas referencias, y la verdad es que me apetecía mucho ver sobre las tablas a este hombre junto a su grupo. Y si alguien esperaba un concierto de compromiso únicamente para cumplir se equivocó. Si alguien esperaba un concierto light de un músico ya de vuelta se equivocó. Lo que hubo sobre el escenario fue un derroche de clase y energía durante casi dos horas; con hermosas baladas de aire fronterizo conviviendo con auténticos cañonazos Punk. Desde la inicial Sally was a cop, fueron cayendo una a una verdaderas joyas musicales: Anchor, Tender heart, Bottom of the world, Sensitive boys, Party people, Big station, San Antonio rain, su rabiosa versión de I wanna be your dog enlazada con Chelsea hotel '78, Castanets o Always a friend, con la que se despidió antes del bis. ¿Y el bis? Tras su curiosa versión de Sabor a mí (??), un stoniano Beast of burden en el que cantó poniendo el alma en cada estrofa, y el Like a hurricane de Neil Young final que nos hizo dar gracias al cielo por poder vivir noches gloriosas de este tipo. Detrás suyo, un guitarrista que podría ser el hombre tranquilo. Un batería con cara de buena persona transformado en Mr. Hyde en su instrumento. Y un bajista oscuro, intimidante y que daría el contrapunto canalla a la banda.
De momento, y en mi opinión, el concierto del año en Barcelona.

Mr. Wolf

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