Un año más, y ya son unos cuantos, el festival Azkena de Vitoria se ponía en marcha. Y por supuesto, para allí nos fuimos Mr. Bull, Mr. Sheep, Mr. Wolf y Mr. Pelican dispuestos a vivir tres extenuantes pero agradecidos días de Rock'n'Roll. En esta ocasión, el festival no estaba exento de polémicas, y desde aquí hablaremos de todas ellas al mismo tiempo que comentemos cada uno de los días del fin de semana vitoriano.
Primera queja: los horarios. Es evidente que el tercer escenario ya nos lo han colado y ahí no tenemos nada que hacer. Aparte de estar mal ubicado, entorpeciendo a la gente que entra y sale del recinto, lo peor es que se solapan actuaciones con los otros escenarios. Y los días que funcionan los tres ya lo sabemos y lo tenemos asumido. Pero lo que resulta del todo incomprensible es que el jueves, en que sólo funcionan dos escenarios, coincidan conciertos en ambos. ¿Por qué? ¿Por qué tuvimos que elegir entre Israel Nash Gripka y Twisted Sister? ¿Por qué tuvimos que elegir entre Graveyard y Status Quo? ¿No es una falta de respeto hacia el público allí presente? Alguien debería dar alguna explicación sobre este tema.
Y bien,seguiremos quejándonos pero ahora hablaremos de música. SI Craunston y su banda abrieron el festival con su festivo Soul que nos recordó enormemente al gran Jackie Wilson. Divertidos, con ganas, y al parecer sin importarles tocar a una hora difícil, fueron capaces de montar una buena fiesta y se ganaron al público, llegando incluso a hacer un bis. Buen inicio de actuaciones. La cosa prometía.
Después de apenas unos minutos de ver a los vascos Dr. Maha's Miracle Tonic y su Swing, nos dirigimos al escenario grande (llamado Levon Helm, bonito) para el primer plato fuerte del festival: Blue Öyster Cult. Cuantos años de quemar aquellos míticos vinilos, como los de sus directos On your feet or on your knees o Extraterrestial live, y ahora, frente a nosotros Eric Bloom y Donald "Buck Dharma" Roeser y su grupo. Guitarras afiladas, Hard Rock 70's y canciones inolvidables como The red and the black, Godzilla, Cities on flame, Burnin' for you, Last days of may o (Don't fear) the reaper. Lástima que se quedara en el tintero Hot rails to Hell. Notable alto para los norteamericanos.
Después, carrera para el escenario pequeño donde pudimos disfrutar del Rock americano de Israel Nash Gripka, que podríamos catalogar como de mezcla entre Neil Young y Jayhawks. Se ganó totalmente al público bajo un sol de justicia, pese a lo cual siguió increíblemente abrigado durante toda su actuación. Una pena que su brillante concierto se viera lastrado por los absurdos horarios, coincidiendo durante muchos minutos con (todos en pie) Twisted Sister.
Enérgicos, salvajes, divertidos y para muchos lo mejor del festival. La banda de Dee Snider cautivó incluso a los que no son seguidores suyos, con una colección antológica de himnos: The kids are back, Stay hungry, You can't stop Rock'n'Roll, We're not gonna take it (con su típica broma del "huevos con aceite", cómo no), I wanna Rock o Come out and play. Formidables y dejándonos afónicos.
Con Graveyard ocurrió lo mismo que con Gripka, la coincidencia de horarios nos hizo disfrutar por poco tiempo de esta joven banda nórdica, emparentada musicalmente con Black Sabbath o el movimiento Stoner. Habrá que seguirlos y esperar una visita por Barcelona.
La palabra que mejor definiría la actuación de Status Quo quizá sea dignidad. Evidentemente el mejor momento de esta banda ya pasó hace mucho tiempo, y somos muchos los que odiamos In the army now, pero hay que reconocer que disfrutamos enormemente su concierto. Francis Rossi y Rick Parfitt siguen haciéndonos bailar con cada tema al tiempo que mueven sus Telecaster y sus...¿melenas? ¿dónde están sus melenas? Cayeron un clásico tras otro, con Caroline, What you're proposing, Down down, Whatever you want, el Rockin' all over the world de John Fogerty o el final Chuck Berry de Rock'n'Roll music/Bye bye Johnny. Nos lo hicieron pasar realmente bien y se ganaron nuestra admiración. Bravo.
Steel Panther significaron el momento más divertido del día. Imagen 80's exagerada y sonido Bon Jovi o Mötley Crüe de esta antigua banda homenaje de Van Halen. Continuas peticiones a las chicas para que mostraran su anatomía, el bajista maquillándose entre canciones y música sin más pretensión que pasarlo bien. Y lo pasamos.
Los siguientes fueron Pentagram. Malos, malos. En nuestra opinión, lo peor del festival junto a Mars Volta y la segunda parte de Hank III. La pesada voz de Bobby Liebling y el cansancio nos mandaron directamente a nuestro alojamiento, sin ver ya ni a Porco Bravo ni a Dropkick Murphys. Otra vez será.
Hasta aquí el primer día de festival. Próximamente los otros días, con más actuaciones, más opiniones y más quejas.
Mr. Wolf y Mr. Sheep
Más info en la web del festival
No hay comentarios:
Publicar un comentario