lunes, 23 de mayo de 2016

EL ÚLTIMO VALS FRÍAS




Ya sabéis que en bcnenconcierto somos unos enamorados de la música, nos encanta escucharla, disfrutarla en directo, leer sobre ella, ver películas que la contengan, y sobre todo interaccionar con otros románticos como nosotros. Por esta razón no podíamos pasar por alto una iniciativa tan inusual como la que representa un pequeño festival en un pueblo de Burgos llamado Frías, en la que un puñado de románticos como nosotros ha puesto en marcha un homenaje a uno de los conciertos más importantes de la historia del Rock.

En 1976 en el Winterland ballroom de San Francisco tuvo lugar el concierto de despedida de The Band, para muchos el grupo de acompañamiento más famoso que ha tenido el maestro Dylan, y para los amantes de la música americana de raíces una entidad con cuerpo propio que puso los cimientos para toda la música americana que vendría después.

Se despedían después de 16 años de carrera, comenzando como grupo de acompañamiento para grandes solistas, y tras pasar por la extraordinaria experiencia de trabajar con Dylan encerrados en un sótano de una casa en Woodstock, salir convertidos en una perfecta máquina de Rock n’ roll. No todo el mundo puede presumir de haber cambiado la historia del Rock, ellos junto a Dylan sí que pueden.

En The Band se juntaban  cinco talentos únicos : Rick Danko, Levon Helm, Garth Hudson, Richard Manuel y Robbie Robertson formaban parte de un engranaje perfecto en el que tenían cabida el Rock, el Folk, el Soul y el Blues y grabaron algunos de los mejores discos de su tiempo; pero en 1976 las tensiones internas llevaron al grupo a la disolución.

Para su despedida montaron una fiesta excepcional en la que estuvieron acompañados de la flor y nata de la música de su tiempo, Paul Butterfield, Eric Clapton, Neil Diamond, Emmylou Harris, Ronnie Hawkins, Dr. John, Joni Mitchell, Ringo Starr, Ron Wood, Bobby Charles, Muddy Waters, The Staple singers, Van Morrison, Neil Young y Bob Dylan, además  contaron con los arreglos del recientemente fallecido maestro Allen Toussaint. Todo ello gracias al tesón de Robbie Robertson quedó plasmado por el cineasta Martin Scorsese en una gran película llamada El último Vals, que se estrenó en 1978 y que marcó un antes y un después para el cine musical y las filmaciones de conciertos.

Amo los discos de The Band y me atrae cualquier noticia o evento relacionado con ellos, de hecho recuerdo con gran emoción un concierto en Badalona del grupo Ollabelle en el que militaba Amy Helm, la hija de Levon, en el que tuve la oportunidad de hablar con ella sobre su padre y la importancia que habían tenido The Band en mi vida; ella se emocionó tanto o más que yo, me agradeció mi preocupación por el estado de salud de su padre y mi devoción por su música. 

Esta devoción por la música ha hecho que con el tiempo y la ayuda de las redes sociales haya ido entrando en contacto con otros románticos con los que he compartido música y opiniones; así que cuando uno de ellos se ha embarcado en la aventura de montar un festival para homenajear al último vals de The Band, el gran Joserra Rodrigo; yo sabía que iba a organizar algo muy especial, y además cuando me enteré de que gente como los Bantastic Fand o Daniel Insa se involucraban, después de haberles leído y escuchado mucho en el último año, me entraron unas ganas locas de estar presente.

Las bandas participantes son todo un lujo para un festival pequeño y fuera del circuito de las grandes ciudades. Danny and the Champions of the World es una excelente banda británica sobre la que ya hemos publicado una crónica con motivo de su concierto de 2012 en el Rocksound de Barcelona, una mezcla explosiva de Rock & Soul que ha ido mejorando con el tiempo y que liderará el Vals de Frías con ayuda de bandas como Bantastic Fand, que desde Cartagena son capaces de hacernos sentir como si The Jayhawks y Tom Petty convivieran en un mismo ente, y que han publicado este año un discazo como Welcome to desert town. The Fakeband desde Getxo han firmado uno de los mejores discos americanos producidos en España, el estupendo Shining on everyone y ya tienen experiencia versionando a The Band. The Zimmerband son un grupo burgalés que homenajea el legado musical de Bob Dylan con cariño y entrega. Los valencianos La Gran Esperanza Blanca llevan treinta años cantando Folk Rock en castellano y tienen experiencia de sobras. Tengo mucha curiosidad por ver en directo a los donostiarras Frank que vienen con disco bajo el brazo, The mud and the thirst. Los bilbaínos Still river también presentan nuevo disco, Wood & wire y su explosiva mezcla de Rock sureño con aromas Blues y Soul. El festival lo abrirán los cántabros Copernicus Dreams , y los bilbaínos The Walnut Co. vienen especialmente recomendados por Joserra, o sea que el tiro está asegurado. Durante el fin de semana también podremos escuchar en Frías a músicos como Daniel Insa, al que visito a menudo en su “ cuartito” de Facebook, Juano Azagra, Javier Sun, Carlos Ashworth, Alfredo Lee Perk o Jon Pierrot, un tipo muy especial del que hemos podido disfrutar hace poco en Santa Coloma de Gramenet.

Bcnenconcierto andará por festivales este verano como Crüilla o Azkena; pero estoy seguro que lo que han montado Joserra Rodrigo y sus colegas en Frías será algo diferente. 700 afortunados disfrutaremos en un pueblo precioso y en el patio de armas de un castillo espectacular de una ceremonia para amantes de la buena música y de un lugar de encuentro para los románticos musicales de este loco mundo.

Ya falta poco, el primer fin de semana de Julio. Ya os explicaremos la experiencia.

Mr. Sheep

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lunes, 9 de mayo de 2016

THE STEEPWATER BAND. ROCKSOUND. 08/05/16

Sinceramente, nunca me han interesado demasiado las bandas tributo. Respeto a quien pague una entrada para uno de sus conciertos, pero no es mi caso. Además, últimamente proliferan por todas partes, dando la sensación de que al final habrá incluso bandas tributo de bandas tributo. Pero el caso que nos ocupa no es lo mismo. The Steepwater Band son un grupo con una carrera impecable y una clase fuera de toda duda, y el colofón a su gira española era este especial concierto que comentamos. Un homenaje a los Rolling Stones tocando íntegro el Get yer ya-ya's out!, aquel memorable directo de 1970 de extraño título y horrorosa portada. Pero además, el concierto también incluiría temas propios y más sorpresas de las que ahora hablaremos. En definitiva, una noche de lo más apetecible y que creó grandes expectativas, llegando prácticamente a llenar el aforo de la sala.
Los Stones grabaron aquel disco en su etapa con Mick Taylor a la guitarra, quizá en el momento más brillante de la banda británica en toda su historia. No hay más que repasar el listado de canciones incluidas: Jumpin' jack flash, Carol, Stray cat Blues, Love in vain, Midnight rambler, Sympathy for the devil, Live with me, Little queenie, Honky tonk women y Street fighting man. Menudo repertorio. Y en este mismo orden nos lo soltaron los Steepwater, tema a tema con todo el respeto y la clase necesarios para emprender una aventura como ésta. El público extasiado desde el principio, con momentos a recordar, como cuando toda la sala coreaba los famosos uh, uh de Sympathy for the devil, que encima venía después de un glorioso Midnight rambler que dejó noqueado al respetable. Una primera mitad de concierto insuperable, y más para alguien como yo, que en mi podio particular los Stones ocupan el puesto más alto junto a Led Zeppelin.
La segunda parte (sin descanso entre mitad y mitad) era difícil para la banda de Jeff Massey. Debían mantener el listón bien alto después de un repertorio ajeno imbatible, y sin ser lo mismo, obviamente, no hubo ningún tipo de bajón. Abrieron con el tema título de su último trabajo, Shake your faith, y nos deleitaron con más temas marca de la casa, como Mama got to rumble o el delicioso I will never know, para llegar a un explosivo final con un Boom boom que llenaría de orgullo a John Lee Hooker, en una orgía desenfrenada de guitarras a cargo de Jeff y de Eric Saylors, el último fichaje del trío al que este hombre convierte en cuarteto. En el bis, Silver lining y un Like a rolling stone que volvió a poner a prueba nuestras gargantas. Pero aún había una sorpresa más, con un segundo bis de los auténticos, reclamado por un público insaciable. Así que para poner un final exquisito a la noche, pasamos del maestro Dylan al maestro Young con Cinnamon girl. No se me ocurre mejor manera de acabar después de dos horas y media de un concierto para el recuerdo.
Exhibición brutal de la banda de Chicago, demostrando que se encuentran entre lo mejor del Rock'n'Roll americano actual. Gracias.

Mr. Wolf

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miércoles, 4 de mayo de 2016

SLIM JIM PHANTOM & FURIOUS. BÓVEDA. 01/05/16

Probablemente Slim Jim Phantom sea uno de los baterías más espectaculares del Rock'n'Roll. Y eso con el escaso kit que lleva siempre, pero con el que sabe imprimir perfectamente esos ritmos endiablados marca de la casa, como ha hecho siempre con los gloriosos Stray Cats. En esta ocasión, teníamos la oportunidad de verlo en solitario, con un contrabajista y un guitarrista dando forma a su banda llamada Furious, en una imprescindible noche de Rockabilly, que no se perdieron gran cantidad de rockers luciendo orgullosos sus mejores galas y sus espectaculares tupés.
Con una puntualidad absoluta, el trío aparecía sobre el escenario de la sala, con la imagen de pirata de Slim Jim contrastando con la elegancia de sus acompañantes. Ya de entrada cayó el primer himno de los Cats, Rumble in Brighton, y la primera de las versiones de clásicos, C'mon everybody, en lo que fue la tónica de la noche. Así, no podían faltar Runaway boys o Rock this town, imprescindibles joyas de su banda madre, combinadas con otras interpretaciones brillantes de It's all over now, Please don't touch o That's all right, que cerró el concierto. También estuvo bien recordar aquella encantadora unión con Lemmy y Danny B, aquel divertimento de versiones que tan bien sonaba, con Matchbox a la cabeza.
Rockabilly de primera a cargo de un personaje ya legendario. Lástima que el concierto durase apenas setenta minutos, porque un tipo con su bagaje podría haberse estirado un poco más. Así nos dejó la sensación de ser un músico veterano, de vuelta de todo, que se dedica a poner el piloto automático noche tras noche y poco más. En fin, esto es lo que hay a veces. De todas maneras...un lujo.

Mr. Wolf

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