lunes, 24 de septiembre de 2018

WALKING PAPERS. RAZZMATAZZ 3. 21/09/18




The Bolshoi fueron una banda británica de los 80 cuya falta de éxito en nuestro país resultaba inexplicable al equipo de Bncenconcierto. Buenas canciones, actitud, estilo personal y reconocible. Sin embargo en su única visita a Barcelona había casi más gente encima del escenario que delante. Sentimos una gran vergüenza al ver pinchar a nuestra banda de culto, pero, lejos de amedrentarse, los chicos nos ofrecieron un concierto que quedó grabado en nuestra memoria. No sólo fueron unos grandes profesionales: es que parecieron pasárselo tan bien como nosotros. Puro rock.

Traigo a colación esta historia porque algo similar fue lo que vivimos el pasado viernes en la más vacía que llena Razzmatazz 3. Vale: no soy tan fan de Walking Papers como lo era de The Bolshoi pero aún así me gustan muuucho y objetivamente son una muy buena banda de rock...¿por qué demonios no reventaron la sala teniendo unos temazos así, un estilo bastante personal, unos músicos tan solventes, un frontman tan electrizante y con tal vozarrón? ¿La coincidencia con la Mercè? ¿Una mala difusión? ¿Por qué grupos como Queens of the Stone Age llenan estadios y éstos no? Esa fue la idea más comentada a lo largo de todo el show que nos ofreció la banda. No supimos contestar, más teniendo en cuenta que existía la posibilidad de adquirir la entrada en un pack conjunto con The Magpie Salute a un precio muy ventajoso.
Pero vayamos con el concierto...
La cosa comenzó descolocándonos; suave primero con The Butcher y luego con el aire algo jazzístico de How it feels. Bien. Pero ésto no era el mazazo que tuvimos oportunidad de escuchar en el festival de Azkena de hace unos años donde tan gratamente nos sorprendieron (y eso, a pesar de sustituir, ejem, el bajo del fundador , el mismísimo Duff McKagan de Guns'n'Roses, por unas vergonzantes bases pregrabadas).
Pero tras Hard to look away quedó claro que iba a ser una noche de aúpa. Jeff Angell, pletórico de voz (más agresivo  que en los discos) y ejerciendo de frontman como Dios manda con unos buenos movimientos y un constante interactuar con el público, nos llevó en volandas durante la casi hora y tres cuartos que duró la experiencia. Con los 6 miembros de la banda muy metidos (da gusto ver lo bien que se lo pasa el teclista Benjamin Anderson, el único de los miembros originales que queda junto con el cantante), fuimos recibiendo trallazos como Somebody else, Your secret safe's with me, King Hooker, Capital T, Two Tickets and a room, The whole world watching...O esos medios tiempos que tan bien dominan como Death on the lips o Already dead. Hubo tiempo incluso para la risa cuando el micrófono voló hasta la cabeza de una chica de las primeras filas, algo que ya se veía venir viendo los malabarismos que el cantante se gastaba. Tirando de oficio sacó un billete de 50 y se lo ofreció de broma a la baqueteada fan. Buen rollito. Aunque a esas alturas ya tenían al público en el bolsillo. Mucha calidad y contundencia.

Tras 18 temas (no olvidemos que venían a presentar su tan solo segundo disco WP2) y con la vena del cuello a punto de reventar, Mr.Angell dió por concluido el concierto agradeciéndonos la asistencia. El agradecimiento fue recíproco y sincero. Nada de bises. A cambio la banda se bajó del escenario departiendo y haciéndose fotos con todo aquel que quiso. Muy grandes. 
Esperemos que el mundo del rock les haga justicia en próximas visitas a Barcelona.
Nosotros les seguiremos y ahí estaremos.  

Mr.Bull.




Más info en la web del grupo