domingo, 30 de mayo de 2010

BARÓN ROJO. RAZZMATAZZ. 29/05/10




¿Cómo, Barón Rojo en este blog? ¿Pero no están ya mayores? ¿No quedan lejos sus días de gloria? No negaremos ninguna de estas cuestiones, pero si hay una cosa clara es que son la mejor banda nacional que hemos tenido nunca, consiguiendo un éxito y un reconocimiento jamás vistos por estas tierras. Ahora, y después de veinte años, su formación clásica y original se ha vuelto a reunir en una gira nostálgica, que si funciona toda como en Barcelona les va a reportar unos suculentos dividendos. Y es que nos encontramos un Razzmatazz absolutamente abarrotado, con un ambiente asfixiante. ¿Había un exceso de aforo? Por supuesto, como en tantas otras ocasiones. Estas cosas seguirán repitiéndose mientras no se les ponga freno. Que pena.
El público, veterano en su mayoría, se encontraba deseoso de disfrutar de todos esos temas que marcaron a muchos en su momento. Y, como no podía ser de otra manera, la lista de clásicos que cayeron fue espectacular: Hermano del Rock'N'Roll, Satánico plan (volumen brutal), Hiroshima, Tierra de nadie, El pobre, Hijos de Caín, Se escapa el tiempo, Campo de concentración, Con botas sucias, Barón Rojo, Anda suelto Satanás, Son como hormigas, Las flores del mal, Resistiré..... Instrumentales marca de la casa, como Buenos Aires o El Barón vuela sobre Inglaterra, y los momentos más apoteósicos, que fueron (cómo no) Los rockeros van al infierno y Siempre estás allí. Total, casi tres horas en una noche extenuante y calurosa que nos hizo felices a todos los sufridos asistentes.
Armando, Carlos, Sherpa y Hermes, sólo os podemos decir: gracias y larga vida al Barón.

Mr. Wolf

Más info en la web del grupo

sábado, 29 de mayo de 2010

JASON & THE SCORCHERS. APOLO 2. 23/05/10




Mucho público y mucho calor en Apolo 2 para ver a una de las bandas más recordadas del Rock americano (o alt country, o cow-punk, como queráis llamarlo) de los 80: Jason & The Scorchers con su nueva formación, que incluye, además de a Jason Ringenberg y Warner E. Hodges, al bajista Al Collins (marido de Stacie Collins y miembro de su banda) y al batería Pontus Snibb (cantante de los suecos Bonafide). Presentando Halcyon times, posiblemente uno de los mejores trabajos de su carrera, y del que tocaron bastantes temas: Mona Lee, Golden days, Mother of greed, We've got it goin' on, Days of wine and roses o Moonshine guy, sonando de maravilla junto a sus clásicos históricos, como Absolutely sweet Marie, Harvest moon o Last time around.
Igual que en su concierto de hace unos años en La Boite, Jason Ringenberg estuvo divertido, y especialmente tronchante en sus comentarios sobre el vinilo y el iPod. Warner E. Hodges es un animal escénico, como ya demostró hace unos meses con los Homemade Sin de Dan Baird en el mismo escenario. Snibb y Collins secundaron perfectamente con sus instrumentos y, sobre todo en el caso del segundo, acabaron bañados en sudor, pero siempre con una sonrisa.
Esperemos que sigan muchos años grabando discos como este último y ofreciendo conciertos como el que hemos podido disfrutar. Que gran banda y que grandes canciones.
Y como momento curioso de la noche, la imagen final de ver comprando en el puesto de merchandising al batería de un nefasto (aunque increíblemente exitoso) grupo catalán. Tendrá buen gusto pero el talento no se contagia. Lástima.

Mr. Wolf

Más info en la web del grupo

viernes, 14 de mayo de 2010

SIMONE FELICE. SIDECAR. 11/05/10



La misma noche en la que nuestro querido Rufus Wainwright abarrotaba el Liceo, otra figura menos conocida congregaba a unas decenas de personas a pocos metros de distancia. Menor reconocimiento no significa menor importancia, teniendo en cuenta que nuestro hombre ha grabado en los últimos años espléndidos discos, junto a sus hermanos como The Felice Brothers, y más recientemente como The Duke And The King junto a su colega Bobby Bird, consiguiendo el que para mí es el mejor trabajo discográfico publicado en 2009: Nothing gold can stay. ¿De quién estamos hablando? Del gran Simone Felice.
Sólo su voz, una guitarra acústica y una armónica fueron suficiente para poder disfrutar de unas cuantas de esas joyas hechas canción, como la inicial The morning I get to hell, en la que nos hizo cantar a todos, de If you ever get famous, One more american song o la bellísima Union street. No se olvidó de The Felice Brothers, con Don't wake the scarecrow, Radio song y All when we were young. Y de propina, versiones. Fantástica Ol' 55, de Tom Waits; potente Atlantic city, de Springsteen; que decir de Helpless, de Neil Young, en la que cantó (y cantamos) metido entre la gente; y Long may you run, de Young y Stephen Stills.
En inglés y con su tosco castellano nos regaló diversos momentos hilarantes con sus comentarios, sin olvidar su divertida semi-interpretación de Hey, hey, my, my (otra vez Young) mientras afinaba la guitarra. Personaje cercano como pocos, saludó, charló y se abrazó con casi todos los asistentes al acabar una noche que, pese a ser de corta duración, nos hizo sentir afortunados a todos los que estábamos allí. Seguramente Rufus estuvo muy bien, pero los que acudimos a Sidecar no podemos tener queja alguna.

Mr. Wolf

Más info en la web del músico