domingo, 29 de enero de 2017

JETBONE. ROCKSOUND. 28/01/17

Apenas 24 horas después de la exhibición ofecida por Stolen Rhodes en Rocksound, teníamos cita en la misma sala con otra maravillosa velada rockera. Esta vez a cargo de Jetbone, jovencísima banda sueca que nos enamoró con su Rock'n'Roll festivo salpicado de toques Soul. Su segundo trabajo, Magical ride, es una verdadera gozada, pero plasmado en directo su poder queda aumentado y mejorado.
El alma de la banda son el guitarrista Alin Riabouchkin y el bajista Gustav Sjödin, ambos combinándose a las voces. Pero qué decir del imprescindible trabajo del teclista Tobias Bengtsson (que parece recién salido del instituto), o de los punteos del otro guitrarrista Sebastian Bisse Engberg (que acabó exhausto y bañado en sudor). Y no nos olvidemos tampoco de la poderosa pegada del batería Albin Linder. Todos juntos forman un grupo compacto y sólido que se deja la piel en cada nota, y que ofreció un soberbio concierto con sus temas irresistibles y coreables, como Everybody needs somebody to love, C'mon, Working hard for your money, Mixed emotions o el épico Woman. Guitarras dobladas, armonías Beatles y un piano omnipresente que nos hizo movernos de principio a fin. Y encima, un grupo que hace una versión del Feelin' alright de Traffic a mí personalmente me tiene ya ganado. Traffic, qué gran banda, ¿por qué nadie los reivindica nunca? Sí fueron reivindicados Joe Cocker y Leon Russell, a quienes dedicaron Space captain en otra gran versión de la que ambos se sentirían orgullosos.
Bises merecidamente pedidos y triunfo total para esta banda, poniendo la sala patas arriba.
Realmente no sé qué pasa en Suecia, pero es espectacular la cantidad de grupos interesantes que salen de allí. Ya estoy esperando el siguiente.

Mr. Wolf

Más info en la web del grupo
Más info en el Facebook del grupo

sábado, 28 de enero de 2017

STOLEN RHODES. ROCKSOUND. 27/01/17

¿Otra banda de Rock clásico americano? Qué pesados somos, ¿no? Pues no. Stolen Rhodes es una SENSACIONAL banda de Rock clásico americano que demostró saber de música y ofrecer un directo sencillamente demoledor. Por ese oasis musical de Barcelona llamado Rocksound hemos visto pasar a decenas de grupos interesantes, y sin duda, los Rhodes ya ocupan por derecho propio un lugar entre los más destacados. Sabíamos de sus grandes canciones, plasmadas en sus trabajos Falling off the edge (2011) y su reciente Bend with the wind, y ahora sabemos también que es un grupo ideal para ver sobre un pequeño escenario, con sus propios temas y esas trepidantes versiones de temas ajenos que ofrecen.
Devil from above, Save me, Blue sky, la bella Makin' money o Preacherman (que supuso la primera incursión al saxo del cantante Matt Pillion) son estupendas canciones de aroma clásico. Y si se adorna el repertorio con versiones como el Good times bad times de Led Zeppelin la noche mejora. Y si se versiona brutalmente el Sympathy for the Devil de los Stones la locura se hace patente en primera fila. Y si el siguiente tema es Rosalita (come out tonight), uno de aquellos clásicos de la época dorada de Bruce Springsteen, en la que todo lo que salía de su pluma se convertía en una joya, el resultado es que todos acabamos rozando el cielo y deseando que la noche no acabe nunca. Y eso que el concierto tuvo una duración cercana a las dos horas, o sea que no nos podemos quejar.
Muy grande esta banda de Filadelfia, a la que ya estamos deseando volver a ver en su próxima visita. Porque estos vuelven, seguro.

Mr. Wolf

Más info en la web del grupo
Más info en el Facebook del grupo

sábado, 7 de enero de 2017

LO MEJOR (Y LO PEOR) DE 2016



Acaba el año y como es habitual, el equipo de BCNENCONCIERTO hace balance de lo mejor y lo peor del año. Aquí va nuestro análisis:

Desde la subjetividad que todo análisis musical supone, me atrevo a decir que para mi, lo mejor del 2016 ha sido la recuperación de nuestro festival favorito, el Azkena, que nos tenía enormemente preocupados según la deriva que llevaba. Parece que se ha vuelto a inyectar dinero y, sobretodo, respeto a los azkenitas. Simplemente con una política de comunicación más cuidadosa y transparente las sensaciones han cambiado. Si a eso le sumamos un cartel algo más digno del historial (sin llegar a las ediciones más exitosas) podemos decir que nos están volviendo a ganar para la causa. A ver cómo se desenvuelve el del 2017, que de momento apunta bien.
Si nos vamos a lo concreto, mi concierto favorito de este 2016 ha sido el que realizó Robert Plant en el Cruïlla. Bien es cierto que todo lo que huele a Led Zeppelin me tiene ganado de antemano pero hay que decir que me sorprendió para bien el set que se marcó mi querido Rob. Excelentes canciones de su dilatada carrera en solitario y alguna perla del muestrario zeppeliano (que me hicieron soltar la lagrimilla) configuraron el momento top del 2016 para este que escribe.
Hay que decir no obstante lo que todos conocemos: un año nefasto por la muerte de algunos  nuestros ídolos. Y con la sensación de que en años venideros no va a mejorar la cosa. Si amigos...el rock envejece. De todos ellos el que más me ha dolido sin duda ha sido mi amado Bowie, ese en el que me gustaría reencarnarme si eso existe. Por suerte nos dejó un último disco a la altura de su leyenda. Sorprendiendo, y para bien,  hasta el último aliento.
Como concierto decepcionante el que depararon unos hasta ese momento imparables Vetusta Morla, en el Cruïlla. Lastrados por un sonido infame y por la poca química con el público. En las antípodas del que realizaron un año antes en el Sant Jordi Club, perfecto y sublime.
Y hasta aquí mi análisis. A ver este 2017 que nos depara.

Mr.Bull.    


Un año lleno de contrapuntos en lo que a la música en vivo se refiere, la sangría de talentos musicales ha sido muy dolorosa, así Bowie, Prince, Leonard Cohen, Glenn Frey, Emerson, Lake, Sharon Jones y tantos otros nos hacen palpable una realidad dolorosa que hay que afrontar, no hay un relevo generacional en el mundo del Rock a la altura de éstas leyendas y además la situación de la industria discográfica y el monopolio sobre las grandes giras trae unos negros nubarrones hacia el formato de los grandes espectáculos. Los abusivos precios de los grandes conciertos no hacen más que alejar a los más jóvenes de una cultura que envejece al ritmo de sus veteranos seguidores.
Pero no todo van a ser malas noticias, los formatos reducidos para los directos van tomando cada vez más protagonismo y acercan así la música en vivo a todo tipo de público y de bolsillos. Así hay que celebrar que cada vez más bares y pequeños locales apuesten por los directos. En este cómodo y cercano formato he disfrutado mucho con gente como PelogrueSoul, De la Carmela o el gran Jose Luis Lozano. En lo que se refiere a los directos nacionales sigue creciendo un cáncer que tapona el acceso de las bandas o artistas con material propio a los escenarios; las, en general, mal llamadas bandas tributo, que copan escenarios y hasta festivales y son un sucedáneo, un “quiero y no puedo” que ha dejado de ser una simpática muestra de respeto hacia el artista copiado. Por supuesto no todas las bandas tributo son iguales y grupos como los burgaleses Zimmerband ofrecen otra visión y sobretodo originalidad hacia su referente, pero son honrosas excepciones.
El mejor momento musicalmente del año para mí fue esa maravillosa anomalía, ese milagro musical que supuso El último vals en Frías. Dos días mágicos llenos de buena música, respeto para unos referentes musicales, descubrimientos de grandes talentos y cercanía, buen rollo y camaradería entre todos los presentes. No todo está perdido cuando gente como Joserra Rodrigo se involucra para llevar a cabo una maravilla semejante. Ojalá el enorme talento de bandas como Frank, The Fakeband, y sobretodo Bantastic Fand vaya recibiendo el reconocimiento que merece y puedan darse a conocer al gran público.

Los mejores directos que he disfrutado éste año han sido los de los Pixies, Radio Birdman, The Who, Alabama Shakes, Robert Plant, Chris Robinson Brotherhood, Greg Dulli y el excelente retorno de 091.
Entre mis grandes decepciones en directo estarían el triste concierto de Danzig en el Azkena, el excelente concierto que estropeó el muy poco respetuoso público de Damien Rice y la sensación de que hay artistas a los que es prácticamente impensable ver fuera del limitado contexto de los festivales, como a PJ Harvey. Por último constatar tristemente que ha pasado otro año y sigo sin haber visto en directo a Tom Petty.

Mr. Sheep.

Poco más a añadir, y encima negativo. ¿Cuántas giras por España han pasado de largo de Barcelona este año? Unas cuantas: Long Ryders, Brother Hawk y un largo etcétera. Hemos creado una ciudad para ricos dedicada al culto al guiri y hemos perdido muchas cosas por el camino que no tienen visos de recuperarse. Una lástima.
Lo mejor del año vivido en directo, en mi opinión, han sido los conciertos de The Steepwater Band, Wilko Johnson, Hellsingland Underground, Robert Plant y The Who.
A ver como se porta el 2017.

Mr. Wolf