sábado, 29 de junio de 2019

LIBROS: TOM WAITS, EL AULLIDO DE LA NOCHE




El aficionado a la música que gusta de profundizar en los referentes, en las influencias, en las vivencias, y hasta en las manías de sus artistas favoritos; siempre había vivido un tanto angustiado ante la figura de Tom Waits. A lo largo de los años un aura de misterio y confusión ha rodeado al personaje. La falta de datos y créditos por su parte, además de la infinidad de noticias falsas, las exageraciones y un deseo de, al mismo tiempo proteger a la persona del personaje, además de dotar de un aire romántico y misterioso al personaje Tom Waits; han hecho que no abunden las obras que traten en profundidad su arte y su vida. El nuevo libro de Isabel y Miguel López intenta poner remedio a ésta angustia vital del melómano fan de Tom Waits.

Tom Waits, el aullido de la noche, viene publicado por la editorial La linterna sorda, con un excelente prólogo a cargo del gran Jesús Ordovás. En sus 240 páginas se acomete la imposible tarea de poner orden a los datos biográficos y a comentar cada disco, colaboración con otros artistas, o incluso sus incursiones teatrales y cinematográficas. Es sorprendente que los autores salgan vencedores de esta lucha titánica contra la desinformación promovida por el propio Waits. Mención aparte para las traducciones de algunas de las letras más complejas del autor, que nos ayudan mucho a comprender un poco más al personaje.

Tras casi medio siglo de canciones plagadas de trenes, vagabundos, prostitutas, alcohólicos, y fracasados. Los autores nos hacen comprender mejor al autor, y a las temáticas que aborda en su compleja obra. Si eres fan de Tom Waits este será tu libro favorito del año. Acompañar su lectura con la música del genio en el orden en el que va apareciendo produce una sensación de placer sensorial maravillosa, y sobretodo contribuye a entender un poco más a ese enigma llamado Tom Waits.

Sólo he tenido la oportunidad de ver en directo una vez a Tom Waits, fue el 15 de Julio de 2008, el que tenga curiosidad puede encontrar la crónica en este blog. Fue casi un milagro poder acudir a aquel concierto y sin duda fue uno de los conciertos de mi vida. El precioso libro de Miguel e Isabel López es casi un milagro también, hay que tener mucho valor para encarar una obra de esta complejidad y salir airosos.

Libro imprescindible que queda estupendamente en la estantería junto a otros libros suyos anteriores como Viaje a Caledonia, sobre la vida y obra de Van Morrison; Los Coppola, una familia de cine e Imposible vivir así. The last Waltz, sobre The Band.




Viendo las imágenes y las crónicas sobre las presentaciones que se han venido haciendo sobre el libro, sólo nos queda esperar a que se pueda realizar alguna en Barcelona, aparte de pasar seguro un buen rato, nos brindaría la ocasión para saludar efusivamente a los autores, lo merecen, son unos héroes.

Mr. Sheep


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martes, 25 de junio de 2019

AZKENA ROCK FESTIVAL. VITORIA. 21-22/06/19



El equipo de bcnenconcierto.blogspot.com acudió un año más al mejor festival del país, para constatar que el Azkena goza de buena salud, y tiene cuerda, y público, para rato.

La plaza de la virgen Blanca nos recibió el Viernes con el Soul y el vozarrón de Tami Neilson. Estuvo bien, nos hizo bailar con su Rockabilly, Soul y Country. Pero, creo que le faltó un poco de chispa, su concierto del año pasado en la barcelonesa sala Rocksound estuvo bastante mejor. Entramos al recinto de Mendizabala cuando empezaba el concierto de los australianos The Living End, y nos sorprendieron gratamente con esa mezcla de Punk, Rock y Rockabilly tan particular. Muchas ganas, mucha actitud y un concierto que fue bajando en intensidad a medida que pasaban los minutos. Sonaron temas como Death of american dream, End of the world, Til the end o Prisoner of society, y nos hicieron pasar un buen rato. Solo vi un par de temas de esa super banda que han formado Geezer Butler, Matt Sorum, Steve Stevens y Frankie Pérez. La verdad es que sonaron muy bien y salieron a gustar desde el minuto uno, pero preferí acercarme a ver a los norteamericanos Lucero. Tienen grandes canciones, pero con la salvedad de algún momento aislado, su concierto quedó un poco desangelado por el sonido regulero y una actitud un tanto distraída del grupo. Habrá que verles en una sala para reconciliarnos con su música. Temas como Among the ghosts, Texas & Tennessee, Tears don´t matter much o For the lonely ones lo merecen. Hubo tiempo para disfrutar del Psicobilly de The Cheating hearts en la carpa del Trashville. Qué locura, por Dios. Cuando uno no sabe dónde meterse, entrar en esa bendita carpa te carga las pilas.





Hace unos años Brian Setzer ya conquistó el Azkena en un soberbio concierto. La reunión con Lee Rocker y Slim Jim Phantom ha sido todo un acontecimiento. Salieron a matar desde el minuto uno, intercalando alguna de sus nuevas canciones con sus mejores clásicos. La puesta en escena fue un poco pobre, pero la excitación del público y la profesionalidad y simpatía del trío nos hizo disfrutar como niños. Cat fight (over a dog like me), Runaway boys, la versión de Gene Vincent Double talkin' baby, Stray cat strut, Three times a charm, Mean pickin' mama, Gene & Eddie, Cry baby, I won't stand in your way, el Misirlou de Dick Dale, When nothing's going right con Lee Rocker a la voz, fiestón total con (She's) sexy + seventeen, Bring it back again, My one desire, Blast off, Lust n' love, Rock it off y un gran fin de fiesta con Fishnet stockings y Rock this town. Para el más que merecido bis escogieron Built for speed y una soberbia Rumble in Brighton. Acontecimiento histórico.




Con el subidón todavía en el cuerpo, creía que me iba a costar entrar en la propuesta sureña de Blackberry smoke. Pero Charlie Starr y su banda me pusieron en mi sitio. Gran concierto de una banda que ha crecido mucho y que está en estado de gracia. Además contaron con un  muy buen sonido y se les veía disfrutar en el escenario. Nobody gives a damn, Six ways to Sunday, Workin' for a workin' man, Waiting for the thunder, Let it burn, Medicate my mind, el buen rollo de ese pequeño clásico que es Rock n' Roll again, Shakin' hands with the holy ghost, Sleeping dogs mezclado con el Come together de los Beatles, Run away from it all, Flesh and bone, Ain't got the Blues, Restless y para acabar por todo lo alto One horse town y Ain't much left of me mezclada gloriosamente con When the levee breaks de Zeppelin. Gran concierto de una banda que ya milita en la primera división del Rock sureño.



Lo de The B-52s fue algo muy friki. No diré que dieran un mal concierto, sonaron bien y la banda muy potente, pero creo que el aderezo visual para algo tan vitalista no funciona con el paso de los años. El público poco a poco fue abandonándoles y desluciendo un poco más el espectáculo.

Intenté disfrutar con el Hardcore de Glassjaw, pero un sonido infame unido a un primer tema larguísimo e insufrible, Cut and run, me lanzaron a los brazos de los suizos The Hillbilly Moon Explosion. Correctos con sus cambios de voces entre Emanuela Hutter y Oliver Baroni, y realmente efectivos cuando se abandonaban a las guitarras de Duncan James. Buen fin de fiesta a una primera jornada larga y disfrutable.

La jornada del Sábado no podía empezar mejor. Danny and the Champions of the World son el tipo de banda perfecta para los conciertos de la plaza de la virgen Blanca. Más rockeros que souleros en esta ocasión, ofrecieron un concierto espectacular y nos pusieron a bailar bajo un intenso calor. Estuvieron mucho más conjuntados que en su visita al Blues & Ritmes badalonés de hace un par de meses. Con un sonido potente y una simpatía arrolladora nos llevaron a dónde quisieron con esos pequeños grandes clásicos  como Stay true, Consider me, This is not a love song, Gotta get things right in my life, Waiting for the right time, Clear water, (Never stop building) that old space rocket o esa maravilla llamada Every beat of my heart. Gran banda y grandes tipos con los que tuvimos la suerte de poder pasar un ratito.



Tenía curiosidad por ver cómo serían en directo los indies Mt. Joy, y la verdad es que aunque se les ve potencial y una gran facilidad para conjugar melodías y crescendos luminosos, creo que todavía les faltan unas pocas tablas. Banda interesante a seguir, con temas brillantes como Julia o Silver lining y con una bonita cover de Ain't no sunshine de Bill Whiters.

Tenía muchas ganas de ver a Tesla, siempre han sido una debilidad y verles en el Azkena fue como un sueño. Están pletóricos con Jeff Keith perfecto de voz y un Frank Hannon en muy buena forma. Hicieron un concierto potente y rockero con sus clásicas canciones llenas de estribillos y melodías que coreamos a pleno pulmón. La única pega es que nos quedamos con ganas de más. Creo que también ellos se quedaron con ganas de más, se veía en las risueñas caras de Brian Wheat y Troy Luccketta. Cumin' atcha live, Modern day cowboy, Heaven's trail (No way out), Breakin' free, Taste like, Miles away, Changes, Edison's medicine ( Man out of time), un bonito blackbird de The Beatles con Frank a la voz y a la acústica, Love song, Little Suzi y una maravillosa despedida con Signs y Gettin' better. Gran concierto.



Después de una buena descarga rockera me apetecía ver a Neko Case y sus temas más intimistas, pero creo que el formato de banda tan desnudo y sin base rítmica no pegaba mucho en un festival tan eminentemente rockero. Aún así disfrutar de temas como Hell-on o Deep red bells no tiene precio. Yo personalmente disfruté de la propuesta, pero el escaso público asistente creo que no tanto. Además fue un buen momento para reencontrarme con viejos y buenos amigos y un buen preludio para lo que se nos venía encima.



Hacía mucho tiempo que no veía a Wilco en directo, sus últimos discos me resultan un tanto irregulares y no tenía claro qué me iba a encontrar. A los pocos segundos de comenzar con una joya como Handshake drugs se disiparon todas mis dudas y reticencias, A Jeff Tweddy se le veía contento y relajado, tanto como cuando me lo crucé paseando tan tranquilo por el recinto del festival el día anterior. Y la banda compacta, con un sonido perfecto y un Nels Cline en estado de gracia, su endiablado solo en Impossible Germany se queda ya como uno de mis momentos favoritos de la historia del festival. I am trying to break your heart, War on war, I'll fight, Misunderstood, una hipnótica Hummingbird, Shouldn't be ashamed, Bull black nova, Luminated cat, un momento mágico con dos temazos de sus sesiones con Billy Bragg, California stars y Hesitating beauty, Box full of letters, Impossible Germany, Jesus, etc., Hate it here, y un glorioso tramo final con I'm always in love, Heavy metal drummer, I'm the man who loves you, Random name generator y The late greats.
Gran set list. Magnífico concierto.



Hemos visto varias veces a Morgan en poco tiempo, les hemos visto crecer como banda y en los recintos dónde tocan. Así que me hacía ilusión verles en un festival tan auténtico como el Azkena.
No paran de tocar, conciertos y más conciertos, y creo que Carolina estaba un poco afectada en su voz, pero aún así son lo suficientemente talentosos como para meterse al público en el bolsillo. Paco estuvo muy bien a la guitarra y se marcó un precioso dueto con Nina en la versión del The night they drove all dixie down de The Band. Planet Earth, Blue eyes, Attempting, Work, Praying, unas mágicas Home y Sargento de Hierro, y esos ramalazos Funk que tan bien practican en Flying peacefully, Thank you y Another road (Gettin' ready) en la que hicieron incluso un guiño a Lose yourself to dance de Daft Punk. Acabaron con una preciosa Marry you. Tan sólo un "pero", creo que el papel de chica super agradecida y que habla por los codos debería quedar atrás, si no es así puede parecer que lo casual y auténtico es una pose.



The Cult aparecían por tercera vez en el festival, aunque en esta ocasión llevaban horario de estrellas principales y escenario grande. Hace dos años estuvieron muy bien y esta gira en la que recuperan el glorioso Sonic Temple había creado mucha expectación. Comenzaron con problemas de sonido con Sun king, el sonido fue mejorando considerablemente en New York city y Automatic Blues y a partir de Sweet soul sister sonaron como un cañón con un gran trabajo, como siempre de Billy Duffy, y un Tempesta espectacular a la batería. Ian Astbury estuvo correcto y receptivo con el público. Conserva una voz personalísima, pero ya no es capaz de cantar los temas como antes, y eso es un poco triste. No es que estuviera mal de voz, es que ya no llega como antes y reinterpreta las partes vocales de los temas para poder estar a la altura. Aún así ofrecieron un concierto muy disfrutable con temazos como American horse, Soul Asylum, Edie (Ciao Baby), Fire woman, Rise y American gothic de su excelente disco Beyond good and evil, el momento Love con Spiritwalker, una sucísima The Phoenix y She sells sanctuary. Para los bises Wild flower, Rain y traca final con Love removal machine. Disfrutamos mucho, pero creo que los momentos de grandes recintos van a ir quedando atrás para The Cult.



Para cerrar el festival nos decantamos por la arriesgada propuesta de Starcrawler. Punk Rock acelerado y anárquico con una vocalista sorprendente por su imagen  y por su desparpajo. She gets around, Full of pride, Hollywood ending, Chicken woman y su versión de Pet sematary de los Ramones nos dejaron una sonrisa en la cara y completamente agotados. Buen final para una muy buena edición.

Mr. Sheep


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martes, 18 de junio de 2019

LITTLE STEVEN AND THE DISCIPLES OF SOUL. APOLO. 17/06/19

Un año y medio después de su anterior visita a Barcelona, el gran Little Steven y su numerosa banda (¿o deberíamos llamarla orquesta?) volvían a regalarnos otra noche gloriosa. Esta vez en una sala más pequeña y con más encanto, como es Apolo. Y nuevamente, dejándonos boquiabiertos con una nueva exhibición musical.
Igual que ocurriera en Razzmatazz en la ocasión anterior, repaso por todo tipo de estilos: Rock'n'Roll, Soul, Blues, ritmos latinos o Funk. Todo ello con una banda que suena a gloria y en la que absolutamente todos destacan, y con un maestro de ceremonias que sabe bastante de qué va esto de la música y el espectáculo. No había más que ver cómo iban ataviados todos los músicos que llenaban completamente el escenario.
Y bien, con puntualidad exquisita, y con un horario que agradecemos enormemente los que madrugamos, dio inicio la función. El nuevo disco sonó al completo, con joyas como el mismo tema título, Summer of sorcery, que es una preciosidad; Love again, A world of our own, o esa curiosa Party Mambo!, que convirtió el local en una fiesta. También se rescataron algunos temas de su amigo Southside Johnny (¡pronto de visita por estas tierras con los Asbury Jukes!), como fueron Little girl so fine, Trapped again y Love on the wrong side of town, única referencia de su anterior trabajo, Soulfire. ¿La reclamada Sun city? Pues también pudimos disfrutarla, igual que la maravillosa Forever, que nos llevó directos a un generoso bis.Y como siempre ocurre con el zíngaro de New Jersey hubo espacio para alguna versión. On sir Francis Drake, de The Youngbloods fue la elegida. Y por supuesto, simpatía a raudales por parte del señor Van Zandt, y algún comentario de persona concienciada con los problemas que nos rodean a todos, con dedicatoria para la activista mediambiental Greta Thunberg incluida.
Nuevamente, una gran velada. Y mientras iba camino de casa tarareando Out of the darkness no podía evitar pensar en Springsteen. En directo sigue siendo imbatible, pero lo que hace su lugarteniente hoy por hoy resulta mucho más interesante. Es lo que hay.

Mr. Wolf

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miércoles, 12 de junio de 2019

RYAN BINGHAM. LA NAU. 09/06/19



Sí, pero no. El concierto de Ryan Bingham en la sala La Nau fue un buen concierto, sí, pero no creo que estuviera a la altura de lo que algunos esperamos de un artista con tanto talento. Hace cuatro años nos dejó con la boca abierta en un mágico concierto en la sala Bikini, y el del otro día siendo muy disfrutable, se quedó un poco a medias. Creo que el motivo principal estuvo en el planteamiento, le acompañan unos tipos cumplidores y sin carisma que no son capaces de hacer volar unos temas que merecen otro tratamiento. Se echó mucho de menos un piano, o el mágico violín de Richard Bowden. Pero si vienes con un formato de banda más rockero y directo, por lo menos que los tipos puedan hacer coros y adornar temas como Got damn blues o Blue. Y el problema no está en que los temas de su último disco sean flojos, para nada. American love song es un disco excelente, con un gran trabajo de producción de Charlie Sexton. La manera en la que toca temas como la depresión en Blue, o el acoso en Wolves es brillante. Pero bueno, le vamos a perdonar porque, a pesar de todo, disfrutar de su voz, su simpatía, sus graciosas historias y de sus canciones es todo un lujo.

En poco menos de hora y media el concierto se centró en su último disco, del que sonaron casi todas las canciones, destacando temazos como Blue, Beautiful and kind, Jingle and go, Got damn blues, Hot house, Wolves o Nothin' holds me down, una pena que se dejara fuera Lover girl. Pocas concesiones a discos anteriores, Tell my mother I miss her so, la preciosa Southside of heaven, la oscarizada The weary kind y el mejor momento del concierto con Nobody knows my trouble en acústico. También hubo tiempo para adornarse con la guitarra al explicarnos que el primer tema que aprendió a tocar fue La malagueña, mezclada con el spanglish imposible de Borracho station.



En fin un buen concierto que hubiera podido ser mucho mejor. Lo mejor del concierto sin duda fueron las partes acústicas, donde Ryan estuvo brillante y ocurrente como storyteller. Quizás hubiera sido mejor una gira en solitario. De todas formas espero volver a ver pronto al señor Bingham en vivo, pero creo que necesita una banda estable que esté a su altura, sus canciones lo agradecerían.

Mr. Sheep

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