jueves, 21 de junio de 2012

AZKENA ROCK FESTIVAL. VITORIA. 16/06/12

¿Qué le ha pasado a nuestro festival favorito este año?¿Por qué ha habido tantos problemas previos? Sin duda uno de los importantes ha sido la nefasta estrategia de comunicación. Es de alabar la intención de abrir nuevos canales de comunicación con su público pero, como decían en mi pueblo, los experimentos...con gaseosa. Da la sensación de que se ha ido en plan ensayo-error, lo cual no es admisible cuando hay excelentes profesionales en el sector de la comunicación. Si abres un facebook, has de tener unos mínimos claros: no puedes generar expectativas que luego no cumplas (pedir paciencia para luego traer a bandas sin el más mínimo nombre), no puedes desaparecer durante semanas sin dar feedback a tus usuarios, has de ser muy escrupuloso en todo lo que dices (parecía que venían Blind Melon), etc. Ha habido momentos en que tras una entrada venía una disculpa. Inadmisible ya digo.
Otro de los problemas ha sido la política de compensaciones. ¿Se caen  Black Sabbath y se sustituye por Ozzy de nuevo? Difícilmente digerible pero bueno... (puedo citar unas 15 bandas de ese nivel con fechas libres). En cualquier caso no puede ser que la contrapartida sea un descuento a los últimos que han comprado el bono. ¿Y qué pasa con los fieles que compramos anticipada con los ojos cerrados? ¿No hubiese sido más lógico una compensación a éstos, que al fin y al cabo son el principal activo del festival?¿O al menos café-para-todos?
En fin, igual que hemos hecho grandes reconocimientos  a la organización del festival en los años anteriores, este año hemos de dar un suspenso. Y ahora, la crónica:

El tercer y último día del festival amaneció con unas nubecillas que irían en aumento a lo largo de la jornada, llegando a encapotarse pero por suerte sin dar lluvia. Abrimos la jornada como habitualmente, es decir, con unos pinchos en la plaza de la Virgen Blanca escuchando buena música. En esta ocasión con Dick Brave and the Backbeats, unos rockabillys teutones de lo más festivos que pusieron a la gente a bailar rápidamente. ¡Qué grandes versionando temas alejados de su estética! Para suerte de la parroquia no respetaron ni a Michael Jackson ni a Queens of the Stone Age, ni a muchos más. Un final con todos los componentes rotando en los instrumentos puso el broche a una matinal fantástica. Como siempre, gran acierto de la organización programando estos actos off festival.


Por la tarde acudimos a la que será nuestra última estancia de este año en el recinto. Para abrir boca North Mississippi All Stars, ya sabeis, los hermanos Dickinson con un Cuervo Negro a la cabeza. Efectivamente tienen en los genes a los Black Crowes y...muchachos, ¡cómo tocan! Con una guitarra (bueno, o una caja de puros o una lata con cuerdas, da igual) y una batería, demuestran su virtuosismo en la composición y al tocar. Éxito en el recinto Adam Yauch para comenzar.

De Frank Turner and the Sleeping Souls podemos decir que sonaron voluntariosos pero descafeinados, así que nos dirigimos sin más a darle una oportunidad a Sallie Ford and the Sounds Outside. Pasan y pasan los años y todavía hay gente que se dedica a sonidos clásicos de la primera mitad del siglo XX. Y demuestran que con pasión y buen gusto siguen vigentes.
Nuestras querencias baloncestísticas (¡Força Barça!) y el hambre hacen que a partir de aquí, nos perdamos a M. Ward y Lee Fields. Nuestras disculpas con ellos y con nuestros lectores, pero la noche se presenta larga y hay que dosificarse (de hecho a Mr.Sheep se le acabaron las pilas antes de hora por primera vez en años)

Una vez aprovisionados convenientemente nos dirigimos rodeados de banderas y gorros sudistas al Levon Helm Stage 1 para ver a los cabezas de cartel de la tercera jornada. Unos Lynyrd Skynyrd que se presentan pletóricos con una formación que ya tiene poco que ver con la original si exceptuamos al guitarrista Gary Rossington. 3 guitarras, bajo, batería y teclados,  además de 2 coristas ocasionales y el gran vocalista Johnny Van Zant dando una lección de cómo cantar sobrado, sin forzar. El sonido, cristalino (este año hemos de felicitar a la organización por las mejoras en este aspecto). Dominadores, con un repertorio infinito y sin dar tregua, optan por un set list que incluye bombazos como Workin' for MCA, Simple Man o Skynyrd Nation. Pero es especialmente su gran himno Sweet Home Alabama el que hace corear a todo el público en uno de los momentos álgidos del festival. Al final ese bis que todos esperamos, Free Bird, lleva al éxtasis a la concurrencia con ese tour de force entre las guitarras de Matejka, Medlocke y el gran Rossington. ¡Chapeau!

¡Vaya marrón para el bueno de Dan Stuart tocar a la misma hora que los Skynyrd! Suponemos que alguien iría a verlo. Nosotros no, y nos hubiese gustado pero la superposición de horarios del festival no lo permite.

Acto seguido y casi sin tiempo para una cerveza otro de los platos fuertes. Posiblemente My Morning Jacket eran el grupo que más expectativas nos había despertado al equipo de bcnenconcierto.  Incluso alguna de la bandas  que el día anterior habían tocado estuvieron  presentes. Alguno recuerda con mucho agrado su anterior visita al festival hace ya unos años y sus nuevas composiciones sugieren una evolución hacia lo experimental sin dejar de lado su base de rock americano. Efectivamente todo queda confirmado ya desde el inicio. Sorprenden haciendo sus grandes éxitos nada más empezar. Suena tremendos Holding on  to Black Metal, One Big Holliday, Circuital o Victory Dance. Y a continuación avanzan por derroteros menos trillados pero igualmente excitantes. Es evidente el carisma del cantante Jim James, excéntrico a ratos y sin duda hipnótico. Como también es evidente el dominio instrumental de todos sus miembros. No nos cabe la menor duda: un grupo llamado a ser de los grandes.

Con la satisfacción de haber visto dos grandes conciertos, nos dirigimos a ver a Hank 3, un proyecto del cual hemos oido opiniones dispares. ¿trash-rockabilly ? ¿psichobilly metal?. Bueno, en realidad es más sencillo: una divertida primera parte donde el banjo es el rey con sonidos clásicos del oeste americano y, atención, una segunda absolutamente insoportable y sin relación con la primera donde al nieto de Hank Williams se le va la cabeza con una sesión de trash metal mal entendido que deja el recinto vacío. ¿Se habrá dado cuenta?
Aturdidos y algo cansados avanzamos a ver The Darkness. Las fuerzas comienzan a estar justitas (adiós Mr. Sheep) pero la banda de Justin Hawkins hace merecimientos para mantenernos atentos. Enérgicos y con canciones pegadizas (eso si: sobredosis de falsete) su propuesta a medio camino entre AC/DC,y Queen raya lo kitsch pero tiene su gracia. Nuestro aplauso para ellos.

Agotados, vamos hacia a la salida con la intención de dar por concluido nuestro periplo en Vitoria aun sabiendo que quedan un par de bandas menores por actuar. Son pasadas las 3 y de fondo suena Brian Jonestown Massacre. Seguro que han estado bien. No obstante como para salir has de pasar por el escenario Robin Gibb, nos llama poderosamente la atención lo que estan haciendo unos señores belgas vestidos con trajes llamados Triggerfinger. ¡Wow! Tremenda la línea de bajo. Let it ride es un bombazo, sin duda. Oscuridad y contundencia en unas composiciones que a ratos nos suenan a Kyuss. Les faltan algo de tablas y pierden demasiado tiempo con parrafadas de su lider y con algun solo anacrónico pero desde luego se convierten en uno de los descubrimientos del festival. Banda a seguir.



Ahora sí, contentos por esta última sorpresa, abandonamos Mendizabala con la satisfacción de haber estado en nuestro oasis de rock. ¿Será la última visita? La crisis y como reaccione la organización ante los múltiples problemas de esta edición lo diran.

Mr.Bull

Más info en la web del festival


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