Nos visitaba una guitarrista que había acompañado a todo un John Mayall durante sus últimos años, además con una importante carrera ya a sus espaldas en solitario. Obviamente, resultaba un caramelo muy apetecible, así que no podíamos fallar y nos plantamos una vez más en la sala pequeña de Razzmatazz para ver a la norteamericana Carolyn Wonderland junto a su banda.
En mi opinión, concierto con claroscuros. Por una parte, ejecución impecable del repertorio, Blues y Rock de alta escuela, un grupo de acompañamiento perfectamente engrasado, una Shelley King (quien también cuenta con carrera en solitario) a la guitarra acústica y voz claramente destacable, una Carolyn que, aparte de lucirse con su instrumento y hacer sonar la slide de maravilla, demostró poseer unas cuerdas vocales rotundas y poderosas. Además, un repertorio sin mácula, con recuerdos a Led Zeppelin con Nobody's fault but mine (aunque sea un tema tradicional la mejor banda de la historia lo hizo suyo), y claro, a John Mayall con The laws must change. Espléndidos temas propios como Fragile peace and certain war, Misunderstood o Loser; y de Shelley King como Kick up your heels with me o One shot at a time. Todo ello con una ejecución impecable a cargo de los cuatro músicos que teníamos sobre las tablas.
Pero algo falló. La sensación que me quedó tras acabar el concierto era que Carolyn estuvo todo el tiempo con el freno de mano puesto. En el bis la vimos desmelenándose dándolo todo, algo que no había hecho hasta entonces. Cuando tocó varios temas con la slide ella y Shelley se sentaron, pero luego también lo hicieron en unas cuantas canciones con la eléctrica, y claro, los que no estaban en las primeras filas no vieron nada. Y luego al acabar, se dedicó a recoger el material sin acercarse a la gente hasta que algunos le pidieron que les firmara discos, algo que hizo sin mostrar ninguna sonrisa ni interés.
¿Percepción mía? Puede ser. ¿Una mala noche? Puede ser. ¿Simplemente timidez por su parte? También puede ser, pero al salir de la sala a mí no me había ganado, como me ha ocurrido en tantas otras ocasiones con otros músicos.
En definitiva, para el abajo firmante concierto técnicamente notable y actitud claramente insuficiente, aunque probablemente el guiri extasiado que estaba a mi lado no compartirá mi opinión. Para gustos...
Mr. Wolf
Más info en la web de Carolyn Wonderland
Más info en la web de Shelley King

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