Así pues, Glenn y su banda nos ofrecieron únicamente temas clásicos y no tan clásicos de aquellos años, según él reproducidos fielmente como hacían en su época. De hecho, él mismo lucía una imagen muy similar a la de esos tiempos. Para empezar la noche, Stormbringer, el que fuera tema título del álbum de 1974, segundo con la nueva formación tras Burn. Y luego, una joya tras otra: Might just take your life, Sail away, You fool no one, Gettin' tighter (dedicada al malogrado Tommy Bolin), esa fascinante You keep on moving, y, cómo no, la joya de la corona que no suele faltar en sus conciertos, esa espeluznante Mistreated, en la que nuestro querido bajista deja claro porqué es conocido como The voice. Para acabar, aunque en mi opinión estaba un poco de más, Smoke on the water enlazado con el clásico Gerogia on my mind, con nueva exhibición vocal del señor Hughes. ¿Y el bis? No podía ser otro más que Burn, esa maravilla de tema que no me cansaré nunca de escuchar.
Un concierto especial y una nueva constatación de que Glenn Hughes es uno de los grandes y se mantiene como uno de los músicos más en forma hoy en día de la saga Purple. Probablemente el que mejor se mantiene de todos.
Mr. Wolf
Más info en la web del músico
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