miércoles, 2 de febrero de 2011

DELICATESSEN BCN. STEVE EARLE









Steve Earle



En estos tiempos que corren ser una persona íntegra y sincera que hable sin tapujos ni ambigüedades sobre los temas que le preocupan y ser capaz de desnudar el alma sin adornos ni artificios no está de moda, pero la carrera de Steve Earle ha pasado por todas las etapas posibles y en la actualidad estar de moda debe ser la menor de sus preocupaciones. Demasiado rockero para los amantes del Country, demasiado country para muchos rockeros, demasiado viejo para los jóvenes, demasiado moderno para los tradicionalistas, en fin Steve Earle va por libre y hace las canciones que le da la gana, no las que la gente espera que haga.

Stephen Fain Earle nació en la base militar de Fort Monroe en Virginia en 1955. Con 13 años asistió a un concierto de Lynyrd skynyrd en el que consiguió cruzar unas palabras con Ronnie Van Zant, éste le regaló su collar y le animó a seguir su ejemplo y convertirse en una estrella del rock algún día, y a partir de entonces el joven Earle se dedicó con todas sus fuerzas a conseguir su sueño.

Su carrera comenzó de forma fulgurante, era muy joven cuando comenzó a componer y a interpretar sus canciones mirándose en el espejo de outlaws de la música de raíces norteamericana como Hank Williams, Guy Clark y sobretodo Townes Van Zant, apadrinado por éste último se labró una gran reputación actuando incesantemente por todo el país y cuando se publicó su primer disco era ya un artista conocido, en ésta época se relacionaba también con cantantes de la talla de Lucinda Williams, Nanci Griffith o Emmylou Harris.

En 1986 debutó con el disco Guitar town, en 1987 publicó Exit 0 y con Copperhead road (1988) su fama explotó; en la tradicional escena de Nashville fue encumbrado como uno de los jóvenes con más talento y su carrera se disparó disco a disco con cada vez mayores ventas y actuaciones en recintos más grandes; pero con el éxito, la fama y el dinero, su vida personal se fue desmoronando debido a sus adicciones y a sus problemas con las mujeres ( se ha casado 7 veces ), de esta época surgió el disco The hard way (1990) en el que sus problemas con las drogas se hicieron muy evidentes. Esta espiral autodestructiva motivó su arresto y posterior condena a prisión, donde pasó año y medio (1993-1994); su estancia en prisión le hizo replantearse la vida y le sirvió para salir como un hombre limpio de drogas y con una mirada cada vez más lúcida sobre su vida personal, los problemas del mundo en general y de la sociedad norteamericana en particular.

Los dos primeros discos que publicó tras su salida de la cárcel son maravillosos, el primero lo grabó en solitario y en formato acústico, Train a comin’(1995), y el segundo, Feel Allright (1996), respaldado por su banda de acompañamiento más fiel (The Dukes); son dos discos llenos de grandes canciones donde habla sin tapujos sobre sus problemas personales y también plantea su esperanza ante un futuro en el que libre de las ataduras del pasado se manifieste dueño de su propio destino; canciones como Hard-core troubadour, Feel allright o una de las canciones sobre el mundo de la droga más sinceras que he escuchado en mi vida, Cocaine can not kill my pain. En 1998 se editó El corazón, el último de los discos que ha publicado con una multinacional (Warner Bros records), un trabajo lleno de grandes canciones como Christmas in Washington, Ft. Worth blues y la desgarradora Taneytown. Volvieron los premios y alabanzas por parte del público y de la crítica que siempre han aplaudido el renacer artístico de personas que han tenido graves problemas personales. A partir del disco The mountain (1999) Earle publica con su propia compañía discográfica (E-squared records) y empieza a vislumbrarse un cambio en sus letras que irán haciéndose cada vez más políticas en el siguiente disco, Transcendental blues (2000); los halagos y las críticas positivas empezaron a apagarse con la inclusión en su repertorio de temas de contenido político, siempre se mostró muy crítico ante temas como la pena de muerte (Billy Austin, Over Yonder, Ellis unit one), las guerras e intervenciones militares de su país en el extranjero(Rich man’s war, Conspiracy theory), la pésima calidad de la sanidad norteamericana y la política económica y social de las administraciones de los Bush (Condi, Condi, F the CC).

Este activismo político le haría embarcarse en alguna gira con músicos como Bruce Springsteen, REM o Tom Morello para pedir el voto tanto por John Kerry como por Barak Obama para sacar del gobierno de su país a los republicanos y ha colaborado también con gente del cine como Tim Robbins o Michael Moore en las bandas sonoras de sus películas. Sus discos más abiertamente políticos serían Jerusalem (2002) y The revolution starts now (2004), dos grandes discos, sobretodo el primero, pero serían trabajos que harían cambiar definitivamente el estatus de Steve Earle, que sería repudiado definitivamente por la escena ortodoxa y tradicional de Nashville y le harían reducir los aforos de sus conciertos y los medios para grabar, hasta el punto de tener que cambiar su residencia a la más cosmopolita New York y girar mucho más asiduamente por Europa, tanto con los Dukes, como en solitario o acompañado de su esposa, la cantautora Allison Moorer. Uno de los momentos más controvertidos y polémicos de su carrera vino con la publicación del disco Jerusalem, en este disco intentaba comprender a los talibanes y se cuestionaba los conflictos de oriente medio, la canción John Walker blues trataba sobre cuales podían ser las motivaciones para que un chico que había crecido en la consumista sociedad norteamericana, con la MTV y el espejismo del sueño americano se hubiera convertido al Islam y radicalizado hasta el punto de marchar a Afganistán con los talibanes dispuesto a enfrentarse a sus compatriotas; por supuesto gran parte de su público no entendió el mensaje de la canción e incluso se llegaron a quemar sus discos y muchas tiendas dejaron de vender su música. Esta última etapa de su carrera ha estado marcada por producciones austeras como la de su último disco, Townes (2009), un sentido homenaje al que fuera su maestro en los inicios de su carrera (Townes Van Zant), y acercamientos a la electrónica aunque sin perder su esencia country y rockera en Washington square serenade (2007), también se ha lanzado a la interpretación actuando en varias temporadas de la magnífica serie de televisión The Wire, y en la excelente serie sobre el desastre del Katrina en Nueva Orleans Tremè, apareciendo puntualmente en alguna película como Leaves of grass; ha publicado también un libro recogiendo once relatos cortos titulado Doghouse Roses, que ha sido traducido al castellano con el nombre de Rosas de redención y que es muy recomendable.

Su familia está llena de talento y los discos de su actual mujer (Allison Moorer), de su hijo (Justin Townes Earle) y de su hermana (Stacey Earle) están llenos de buenas canciones.

Esperemos que Steve Earle nos siga obsequiando con buenos temas y emocionándonos en directo ahora que viene a tocar asiduamente a nuestros escenarios.


Antonio Sánchez






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