miércoles, 19 de noviembre de 2025

FESTIVAL FEROE. POBLE ESPANYOL. 14-15/11/25

 

                                           Foto de Mario Olmos


Hay festivales que se escapan a los convencionalismos que se esperan por parte del público. En los últimos años nos hemos acostumbrado tanto a unos ciertos grados de maltrato por parte de los grandes festivales, que cuando asistimos a un festival como el Feroe nos quedamos un buen rato en fuera de juego. Un aforo cómodo y razonable, la suficiente cantidad de barras como para calmar la sed y el hambre sin tener que soportar colas interminables, unos horarios cómodos y compatibles con el transporte público, aseos suficientes y limpios, y un personal de la organización numeroso y amable. Para los profesionales de la información el trato todavía más exquisito, incluso con un espacio reservado para poder desarrollar el trabajo con todas las necesidades resueltas. Teniendo en cuenta todas estas virtudes, lo único, y más importante, que quedaba, era ofrecer un cartel de mucha calidad y con una línea artística coherente. Y en esta primera edición el reto se ha superado con creces. Lo que ha resultado un tanto decepcionante ha sido que el público no ha respondido del todo a lo que una propuesta de este calibre merecía, y tan sólo ha cubierto la mitad, más o menos, del aforo. Esperemos que para la segunda edición la respuesta sea mucho mayor.

                                           Foto de Mario Olmos


El cartel estuvo formado por seis bandas, tres por día. Que ofrecían Rock, Pop, Blues, Folk, o Indie, con un denominador común. Una calidad incuestionable, y en algunos casos, una oportunidad excepcional para ver a artistas que no se prodigan demasiado en nuestros escenarios. Puede que la distribución en el cartel fuera discutible, pero los seis conciertos que pudimos disfrutar en la primera edición del Festival Feroe, fueron de un nivel fuera de toda discusión.


                                           Fotos de Mario Olmos



La primera banda en pisar el escenario del envelat del Poble Espanyol, fueron los canadienses The Weather Station, que liderados por Tamara Lindeman ofrecieron sus etéreas y vaporosas canciones ante un público no del todo familiarizado con su música. Basaron el concierto en su último disco, Humanhood, publicado a principios de 2025, un disco con ecos a Joni Mitchell, envuelto en adornos indies y un tanto experimentales. Los canadienses llevan desde 2006 en activo y han sido comparados en ocasiones con bandas como Fleetwood Mac, pero está claro que en su última apuesta musical están más cerca de la profundidad y de la ensoñación, que del Pop un tanto más asequible de discos como Ignorance, (2021). Puede que para ser el primer concierto del festival, su propuesta fuera un tanto lineal para la parte del público que no conocía su música. Pero si estabas atento y conseguías entrar en su particular universo sonoro, su música te transportaba a sitios de una belleza indiscutible. Brillaron temas de su último disco como la gran Neon Signs, Body Moves, Mirror o Humanhood, y tocaron algunos temas más antiguos como Atlantic, Tried to Tell You, Parking Lot o Subdivisions.

                                           Foto de Mario Olmos


The Jayhawks nos han visitado con regularidad en sus más de cuarenta años de carrera. Tanto en los gloriosos años en los que Gary Louris comandaba la nave junto a Mark Olson, como después de la marcha de Olson. Y siempre han ofrecido grandes conciertos, aunque es cierto que en los últimos años habían perdido una cierta intensidad, que de alguna manera recuperaron en el Feroe. Se había anunciado que rendirían homenaje a su glorioso Tomorrow the Green Grass (1995), pero al final hicieron un set list maravilloso, en el que metieron muchos de sus grandes éxitos, y hasta tuvieron tiempo para tocar una inédita Kingston Girl. Las caras de felicidad del público coreando gemas como Blue, Save it For a Rainy Day, Waiting for the Sun, I’d Run Away, Tampa To Tulsa, Angelyne, Big Star, Quiet Corners & Empty Spaces o su maravillosa versión del Bad Time de Grand Funk Railroad, lo decían todo.

                                           Foto de Mario Olmos


The Tallest Man on Earth es el alter ego del sueco Kristian Matsson, un tipo inquieto que lleva desde 2006 en activo, ofreciendo discos y conciertos espectaculares. En el Feroe saltó al escenario en solitario. Una propuesta arriesgada para cerrar el primer día de un festival. Se ganó al público que no lo conocía, y que cotorreaba más de la cuenta, a base de entrega, teatralidad, sudor y canciones. Tocó violín, teclados, guitarras y una especie de mini banjo que nos explicó que era un instrumento tradicional nórdico. La fuerza de canciones como Love Is All, The Gardener, The dreamer, o la coreada King of Spain conquistan a cualquiera. Y demostró su amor por Dylan con una sorprendente versión de Tomorrow Is a Long Time.



                                           Fotos de Mario Olmos

El concierto del festival que más ganas tenía de ver era el de la maravillosa Valerie June. La de Tennessee me ganó para siempre con su concierto de 2014 en el Festival Cruïlla, y desde entonces he seguido con atención cada uno de sus pasos. Este año ha publicado uno de sus mejores discos, Owls, Omens and Oracles (2025), así que no había que dejar de pasar la oportunidad de verla. Me sorprende mucho que una artista de este nivel no tenga más repercusión en España, ya que fuera de nuestras fronteras su fama ha ido creciendo mucho con el paso de los discos, y los años. Hay quien la critica por su particular forma de cantar, con una voz que puede sonar muy aguda y algo histriónica, pero a mí me parece que eso precisamente forma parte de su personalidad y le da un toque de distinción con respecto a cualquier otra cantante. Además es de los pocos músicos que solo con una canción tienen el poder de alegrarte el día. Sus canciones cantan a la alegría de vivir, y con sus claroscuros, llenan de belleza estos tiempos difíciles que estamos viviendo.




                                           Fotos de Ramrod





Arrancó el concierto con una de las mejores canciones de su disco Pushin’ Against A Stone (2013), Somebody To Love, para enlazar a continuación tres canciones de su último disco, All I Really Wanna Do, Love & Let Go y la fantástica Endless Tree. Call Me a Fool fue su único acercamiento a The Moon And The Stars: Prescription For Dreamers (2021). La radiante Joy, Joy vino seguida de If And, tema de su disco The Order Of Time (2017). Tocó después una sorprendente Life I Used To Live, tema de Lightnin' Hopkins cantado a dúo originalmente junto a Rosita Kèss en el disco de la italiana, Yèlèma (2025). La enérgica Shakedown nos llevó a su último single publicado, Rollin’ n’ Tumblin’, y aquí el público ya estaba con los ojos como platos viendo el derroche de Valerie June y de sus músicos, el bajista Matt Marinelli y el batería Casto Sanchez. Man Done Wrong, Astral Plane, Smokestack Lightning de Howlin’ Wolf y su himno Workin’ Woman Blues para cerrar el círculo con un tema del mismo disco con el que había abierto el concierto. Las canciones, la presencia escénica y su simpatía se ganaron a un público que se quedó con ganas de más.



                                           Fotos de Ramrod




El concierto de Nick Lowe congregó a más público, y con más ganas de fiesta. El británico es todo un clásico en vida. Lleva sesenta años haciendo felices a los melómanos de medio mundo, tanto en solitario como con formaciones básicas como Brinsley Schwarz o Rockpile. En esta ocasión su talento de crooner y maestro del Pop se presentaba con los maravillosos efluvios surferos de Los Straitjackets. Llevan unos años colaborando de vez en cuando, tanto en discos como el reciente Indoor Safari (2024), como en directo, y la verdad es que tienen una complicidad maravillosa en el escenario. Lo que comenzó como una colaboración para discos navideños se ha convertido en una máquina infalible de buena música. Tocaron temas como Lately I’ve Let Things Slide, I Live In A Battlefield, Ragin’ Eyes, Heart, y varias de su último disco, como Went To A Party, Tokyo Bay, Trombone o Love Starvation. Nick Lowe abandonó el escenario unos minutos para dejar protagonismo a Los Straitjackets. Los americanos bordaron el tema principal de la película The Magnificent Seven y Drivin’ Guitars. Son unos clásicos del sonido Surf y suenan de miedo. Con su imagen tan particular con las máscaras de luchadores mexicanos y esas preciosas guitarras de colores rejuvenecen a un Nick Lowe que vive una segunda juventud junto a ellos. Ya con Lowe en el escenario, cayeron clásicos como Cruel To Be Kind, Half A Boy And Half A Man, Heart Of The City, o (What’s So Funny ‘Bout) Peace, Love And Understanding. Acabaron satisfechos y muy ovacionados, sabedores de que nos habían ofrecido un gran concierto.


                                                         Fotos de Ramrod



La guinda del festival, y para muchos su mayor aliciente, fue el concierto, y debut en los escenarios españoles, de los británicos Squeeze. Después de cuarenta años de carrera resulta sorprendente que nunca hubieran tocado por aquí, y la verdad es que viendo la respuesta del público asistente, fueron posiblemente los grandes triunfadores de la primera edición del festival. Así que esperemos que no tarden mucho tiempo en volver. Comandan la nave Chris Difford y Glenn Tilbrook, que controlan una maquinaria bien engrasada de ocho músicos que tocan primorosamente y hacen que sus clásicos suenen totalmente actuales. Pop con mayúsculas con una banda simpática que conjuga unas estupendas armonías vocales con unos temas irresistibles y elegantes. Tocaron Up The Junction, Tempted, Pulling Mussels (From The Shell), Goodbye Girl, o Take Me I’m Your Yours. Fueron la guinda a un festival estupendo, que a pesar de no haber conseguido el aforo que merecía, ya anuncia que habrá edición en 2026. Esperemos que sigan con unas propuestas tan interesantes como las de este año y que el público responda.

                                           Foto de Ramrod

Mr. Sheep

Más info en la web del festival


 



















 

 




lunes, 17 de noviembre de 2025

LARKIN POE. RAZZMATAZZ. 15/11/25


Realmente podemos sentirnos afortunados de que las hermanas Lovell nos incluyan en sus giras. Era su tercera visita a nuestra ciudad en cuatro años, y pese a que la misma promotora que las traía montara el festival Feroe en las mismas fechas la respuesta del público fue excelente para llenar Razzmatazz. Curiosa esa auto contraprogramación teniendo en cuenta que el tipo de público probablemente sea el mismo. En fin, ellos sabrán. 

No puedo hablar mucho de Son Little, el telonero que vino acompañado de su banda, dos músicos más. Con todos los respetos no hace un tipo de música que me atraiga demasiado, una especie de Soul descafeinado que está bien pero no es para mí, aunque tuvo una buena acogida por parte de la mayoría del público. Por supuesto me alegro.
Lo de Larkin Poe me parece una barbaridad. El talento de Megan y Rebecca parece inacabable, y lo demuestran publicando discos cada vez mejores y con un directo de escándalo. Teniendo a los tres músicos que completan la banda colocados en un segundo plano, ellas dos solas llenan el escenario, que esta vez estaba decorado con plantas y dibujos de flores de fondo. Y además dominan sus instrumentos perfectamente, por no hablar de la gran voz de Rebecca.
El repertorio, basado sobre todo en sus dos últimos trabajos y sin versiones ajenas. Todo temazos: Nowhere fast, el bonito Mockingbird, un tremendo Bluephoria, Bad spell, Wanted woman o ese imbatible trío acústico conformado por Southern comfort, Little bit y Devil music, con mandolinas, banjos y consiguiendo dejar al público en silencio, con todos los músicos juntos en el centro del escenario. Mágico.

Poco más puedo añadir. Amo a esta banda y deseo que sigan viniendo a cada gira, y si puede ser que no coincidan otra vez con el Feroe, porque también me habría encantado ver a Valerie June, entre otros.

Mr. Wolf

Más info en la web de Larkin Poe



domingo, 16 de noviembre de 2025

THE HEALERS BAND. JAMBOREE 3. 14/11/25


Lo que muchos años atrás empezó siendo una banda tributo a Van Morrison hoy es un ente musical con vida propia llamado The Healers Band. Como explicó su cantante Henry W en un bonito discurso tras  iniciar la noche con The book of life (¡gran tema!) aparecieron en Barcelona hace un par de décadas, y este concierto en la sala 3 de Jamboree significaba la presentación en directo de su reciente trabajo discográfico, The knocking spirit. Un trabajo en el que las letras de las canciones son del poeta irlandés Mick Larkin, elegantemente presente en la sala y que subió al escenario para la parte hablada de In the darkest hours.
¿La música? Evidentemente influenciada por Van Morrison, de hecho la voz de Henry es muy parecida a la del león de Belfast, y también tocaron unas cuantas canciones suyas, como Moondance, una Bright side of the road que casi tira abajo el local o Brown eyed girl. Todo ello perfectamente interpretado durante una hora y media larga a cargo de las ocho personas que había sobre las tablas, con dos guitarras (eléctrica y acústica), teclados, bajo, batería y dos saxos, además de la voz  y armónica. Y lo que para mí es más importante, hecho con el corazón. La muestra es que a más de un "healer" se le puede ver habitualmente en los conciertos celebrados en Barcelona, lo que significa que son tan aficionados a la música como nosotros.

En definitiva, un espléndido concierto para la presentación de un espléndido disco en una espléndida sala abarrotada de gente. De hecho creo que se agotaron las entradas, algo meritorio teniendo en cuenta el resto de ofertas musicales programadas para esa misma noche en la ciudad.

Mr. Wolf




 

martes, 11 de noviembre de 2025

SANTIAGO AUSERÓN. NOVA JAZZ CAVA. TERRASSA. 09/11/25

 



Nerantzi es una palabra griega que hace referencia a los naranjos silvestres, o bordes. Que tienen una presencia bonita y esconden un fruto amargo. Con este sugerente título ha llamado Santiago Auserón a su último disco. Nerantzi es un proyecto de acercamiento a la canción griega adaptado al español. El proyecto surge de la colaboración con dos grandes músicos griegos a los que conoció hace un par de años. El cantante y guitarrista Theodoros Karellas y el maestro del buzuki Vaggelis Tzeretas.



Casi coincidiendo con la publicación del disco, se ha iniciado una breve, pero intensa gira, que durante un par de semanas va a llevar a este trío inusual por media España. Y cuentan con una colaboradora de lujo en varios temas. La malagueña Ani B Sweet colabora en el disco, y se ha unido al trío para la gira.



Resulta sorprendente lo poco que se mira desde la música española a nuestros vecinos del mediterráneo, calan muy poco las propuestas musicales francesas, portuguesas o griegas. El foco de influencia angloamericano es tan fuerte en España que casi no deja lugar para nada más. Santiago Auserón siempre ha sido un tipo curioso, nunca ha hecho lo que se esperaría de alguien con un pasado tan glorioso dentro del Rock español. Su carrera en solitario, a su nombre o con el sobrenombre de Juan Perro, ha estado marcada por la búsqueda constante de nuevas sonoridades. Ha jugueteado con el Jazz, la Rumba, con la música cubana y con lo que se le haya puesto por delante. Y si se mete en algo, lo hace de verdad. Solo así se entiende que el enamoramiento hacia la música griega, tanto antigua como contemporánea, le haya llevado a unir sus fuerzas con dos portentosos músicos griegos para sacar un disco y presentarlo en directo en una gira enfocada a los teatros y salas de Jazz, donde la propuesta musical se puede apreciar mucho más con la cercanía y la acústica adecuadas.



El concierto en la coqueta Nova Jazz Cava de Terrassa fue todo un espectáculo. Todo el concierto estuvo enfocado en el nuevo disco y en interpretaciones de clásicos de la música helena. La calidad de las canciones y la sensibilidad de la propuesta conquistaron a un público que si esperaba algún guiño a la carrera pretérita de Santiago, no lo tuvo; pero tampoco se echó en falta. En estos quince días de gira se ofrece otra cosa, algo único y extraordinario solo apto para melómanos con las orejas abiertas.



Comenzaron con un instrumental llamado Stou Othona Ta Chronia, y siguieron con El Desdén, Marea de alcohol, una bonita versión de Fedra de Mikis Theodorakis, Batalla por la vida, El Color Del Alma. Antes de cada tema Santiago nos contaba quién era el autor, el título en griego y su traducción al español. La mayoría compuestas por sus compañeros de aventura. Un guiño al Rebético griego, un género emparentado con el Fado portugués, el Tango o el Blues, por su origen marginal y su tratamiento de temas que van desde el amor trágico, al mundo de las drogas o los bajos fondos. Del referente en el estilo, Vassilis Tsitsanis tocaron Sinesfiasméni Kiriakí, que se podría traducir como Domingo Nublado, y de Márkos Vamvakáris, Ta Matoklada Sou Lampoun, Tus Pestañas Centellean. Siguieron con El Barquero, La Espera e Irenita. En este momento del concierto y ya con todo el público entregado, apareció en el escenario Ani B Sweet, y atacaron una sugestiva Marilia, y después una delicatessen que bordan en el disco, un precioso dueto llamado Alborada En Tono Menor. Una nueva y curiosa versión de un tema de Mikis Theodorakis, Si Recordaras Mi Sueño, un tema que en castellano se hizo suyo Gloria Lasso, con otra letra y muchísimo éxito, Luna De Miel. Para el final del concierto dejaron el tema que da título al disco, Nerantzi. Una bonita versión del tema de Mános Hatzidákis que popularizó Melina Merkuri, Ta Pediá Tou Pireá, Los Niños Del Pireo, y se marcharon con los acordes del inmortal Zorba de Mikis Theodorakis.



Una noche redonda, un concierto mágico y una aventura musical extraordinaria, que esperemos que tenga continuidad.

Mr. Sheep

Más info en el Facebook de Santiago Auserón











sábado, 8 de noviembre de 2025

BYWATER CALL. WOLF. 05/11/25


Disco a disco y concierto a concierto, Bywater Call se están convirtiendo en una banda cada vez mejor. Era mi tercera vez con ellos...¡y me vuelven loco! Me cautivaron ya en su primera visita a Rocksound, me encantaron en la segunda en La Textil, y me quito el sombrero nuevamente ahora habiéndolos visto en Wolf. Mezclan sabiamente diversos estilos, suenan de maravilla y tienen a Meghan Parnell, la cantante blanca de voz más negra junto a la gran Ann Wilson (todos en pie, por favor). Buenos discos y directo infalible, combinación perfecta, como demuestran en Sunshine, su reciente trabajo en vivo.

Como decía, el concierto fue nuevamente mayúsculo, algo que no nos sorprendió a los que ya conocemos a estos canadienses. Y es que nos desgañitamos coreando como locos Sweet Maria y Everybody knows, nos hicieron vibrar al enlazar Holler con el Kashmir de Led Zeppelin (otra vez en pie), nos maravillaron con el precioso Clutter y nos llevaron al cielo con el descomunal Left behind, en uno de los momentos más brillantes del guitarrista Dave Barnes. Eso sí, feísima su acústica, algo que destacó también Meghan, una perfecta, elegante y simpática maestra de ceremonias, que acabó haciéndose un selfie con todos los presentes desde el escenario y bajando enseguida para charlar, firmar y hacerse fotos. Así da gusto, sin divismos ni tonterías.

Pues que sigan, grabando y girando, aprovechando que de momento no se les agota la inspiración. Una de mis bandas favoritas de la actualidad, sin duda.

Mr. Wolf

Más info en la web de Bywater Call



viernes, 7 de noviembre de 2025

LIBROS: LA MÚSICA VIAJA EN TREN

 




LA MÚSICA VIAJA EN TREN. MIGUEL LÓPEZ. SÍLEX. 2025. 479 PÁGINAS

La publicación de un libro de Miguel López siempre es una buena noticia. Su trabajo periodístico y sus excelentes libros anteriores convierten la salida de cada nueva obra en un acontecimiento imprescindible. En esta ocasión ha escrito un libro casi enciclopédico, sobre música, sí; pero también sobre el ferrocarril, medio en el que ha trabajado media vida, y sobre la sociedad del tiempo que se narra.

Miguel López ha escrito un libro fascinante. Su fascinación reside no sólo en el aspecto musical, con una crónica histórica de la música popular, sobre todo norteamericana, desde los orígenes del Blues hasta nuestros días. Lo verdaderamente interesante del texto está en entrelazar la música con el nacimiento y desarrollo del ferrocarril, y como éste fue fundamental para la historia y la imaginería de la música. Además, por supuesto, todo se contextualiza con la historia del momento y con los movimientos sociales y culturales de cada época. En un titánico trabajo que nos da una lección de historia con mayúsculas.

El libro abarca desde los inicios del Blues con sus pioneras como Mamie Smith, que grabó el primer blues en 1920, Crazy Blues. Memphis Minnie, Ma Rainey, Bessie Smith, etc…. Las primeras giras en tren, los Medicine Shows de la época, todo con la sombra siniestra de la segregación racial como telón de fondo.

La parte histórica sobre el ferrocarril acompaña a las andanzas musicales, y nos cuenta desde el primer recorrido en tren en los Estados Unidos, la línea Baltimore-Ohio en 1827, las múltiples compañías ferroviarias que luchaban entre ellas, la primera línea transcontinental en 1865 y su importancia en la vertebración y construcción de un país. El ferrocarril era un símbolo de libertad para los negros que escapaban de sus precarias vidas en el sur, y fue también una herramienta para el comercio clandestino en la época de la Ley Seca. La figura de los Hobos y su nómada forma de vida surgen con el desarrollo y la ampliación de las líneas ferroviarias.


“La época dorada del ferrocarril coincide con los años en que el Blues, el Jazz y el Gospel forjan su identidad”. Es fascinante cuando nos narra las peripecias vitales de mitos como Robert Johnson, Charlie Patton, Skip James, Son House o Bukka White. En esta parte se incluye un maravilloso capítulo dedicado a narrar la vida de David Honeyboy Edwards, sus andanzas en la gran migración del sur hacia Chicago, sus encuentros con compañeros músicos que hoy son considerados auténticos mitos, los trabajos forzados en plantaciones como expresión de una nueva esclavitud. Su participación en Barrelhouses y Juke Joints, que eran locales donde se divertían, comían, bebían y bailaban los afroamericanos. El Canned Heat y demás licores adulterados con el alcohol metílico que provocó tantas cegueras. Cómo tuvo que compaginar su vida como Bluesman y como Gandy Dancer del ferrocarril. Su ostracismo de años y su recuperación por parte de gente como Fleetwood Mac, hasta su actuación en el festival de Blues de Cerdanyola de 2006 con 91 años.

En otro gran capítulo llamado Traqueteos de libertad, además de hablar sobre el nacimiento y la evolución del Jazz, el Gospel y el Soul, se cuenta la historia del Underground Railroad, que fue una red clandestina que desde principios del siglo XIX ayudaba a escapar a los esclavos hacia los estados del Norte y Canadá.

Se narra la popularización del Gospel con figuras tan importantes como Mahalia Jackson o una Sister Rosetta Tharpe a la que podríamos considerar como la fundadora del Rock n’ Roll. Jelly Roll Morton es otro de los protagonistas como figura esencial para la popularización del Jazz con origen en Nueva Orleans. La transición hacia la época de las grandes orquestas del Jazz con Benny Goodman y sobre todos, Duke Ellington, como grandes referentes. La secularización del góspel nos llevó al Soul, a James Brown y a Aretha.


 

“El ferrocarril atrae mucho más a la poesía que otros medios de transporte”. El hombre con el que comenzó todo, Jimmy Rodgers. La primera estrella musical masiva en los Estados Unidos, que trabajó en el ferrocarril y que convirtió el canto en falsete conocido como Blue Yodel en lo que hoy día se conoce como Country.

La canción protesta que tuvo en el gran Woody Guthrie a su máximo exponente y a Pete Seeger en su difusor más destacado. “El Blues es música negra por definición, el Country es música blanca por definición, y el Folk, en cambio, es interracial y, tanto entre sus músicos, como entre su público, hay negros y blancos”.

Los que sabemos del amor por la música de Miguel López, conocemos sus filias y sus amores incondicionales, por eso la parte que les dedica a Johnny Cash, Bob Dylan, Beatles, Stones, Van Morrison o Tom Waits, resulta tan brillante. Conocer las relaciones que tenían con el mundo del ferrocarril resulta muy revelador. También nos explica el mito de John Henry como símbolo de la lucha por la justicia.

La última parte del libro está dedicada a la música española, desde el flamenco más añejo a la actualidad, y su relación con el mundo del tren. La historia del ferrocarril en España, la historia de Renfe, con sus mutaciones hasta llegar a la época de la alta velocidad, también es muy interesante.

Hay que destacar la edición tan bonita que ha hecho la editorial Sílex del libro, que tiene una preciosa portada con Johnny Cash apoyado en una locomotora, y una gran cantidad de fotos que ayudan enormemente a la comprensión del texto.

En definitiva, Miguel López en su nuevo libro, La música viaja en tren, nos habla de mucho más que de música, de trenes o de historia. Nos habla de la vida misma, que es de alguna manera de lo que nos habla en todos su libros.


Mr. Sheep


Imágenes de la presentación del libro el 14 de Octubre en Disco 100, en Barcelona

 


sábado, 1 de noviembre de 2025

CAROLYN WONDERLAND. RAZZMATAZZ 3. 29/10/25


Nos visitaba una guitarrista que había acompañado a todo un John Mayall durante sus últimos años, además con una importante carrera ya a sus espaldas en solitario. Obviamente, resultaba un caramelo muy apetecible, así que no podíamos fallar y nos plantamos una vez más en la sala pequeña de Razzmatazz para ver a la norteamericana Carolyn Wonderland junto a su banda.

En mi opinión, concierto con claroscuros. Por una parte, ejecución impecable del repertorio, Blues y Rock de alta escuela, un grupo de acompañamiento perfectamente engrasado, una Shelley King (quien también cuenta con carrera en solitario) a la guitarra acústica y voz claramente destacable, una Carolyn que, aparte de lucirse con su instrumento y hacer sonar la slide de maravilla, demostró poseer unas cuerdas vocales rotundas y poderosas. Además, un repertorio sin mácula, con recuerdos a Led Zeppelin con Nobody's fault but mine (aunque sea un tema tradicional la mejor banda de la historia lo hizo suyo), y claro, a John Mayall con The laws must change. Espléndidos temas propios como Fragile peace and certain war, Misunderstood o Loser; y de Shelley King como Kick up your heels with me o One shot at a time. Todo ello con una ejecución impecable a cargo de los cuatro músicos que teníamos sobre las tablas.
Pero algo falló. La sensación que me quedó tras acabar el concierto era que Carolyn estuvo todo el tiempo con el freno de mano puesto. En el bis la vimos desmelenándose dándolo todo, algo que no había hecho hasta entonces. Cuando tocó varios temas con la slide ella y Shelley se sentaron, pero luego también lo hicieron en unas cuantas canciones con la eléctrica, y claro, los que no estaban en las primeras filas no vieron nada. Y luego al acabar, se dedicó a recoger el material sin acercarse a la gente hasta que algunos le pidieron que les firmara discos, algo que hizo sin mostrar ninguna sonrisa ni interés.
¿Percepción mía? Puede ser. ¿Una mala noche? Puede ser. ¿Simplemente timidez por su parte? También puede ser, pero al salir de la sala a mí no me había ganado, como me ha ocurrido en tantas otras ocasiones con otros músicos.

En definitiva, para el abajo firmante concierto técnicamente notable y actitud claramente insuficiente, aunque probablemente el guiri extasiado que estaba a mi lado no compartirá mi opinión. Para gustos...

Mr. Wolf

Más info en la web de Shelley King




viernes, 31 de octubre de 2025

VULVARINE. UPLOAD. 28/10/25


Con todos ustedes, directamente desde Austria... ¡Vulvarine! Un momento, ¿Austria? ¿Hay alguna escena rockera en aquel país? Pues bueno, escena no sé, pero la aparición de esta banda sí que ha sido una más que agradable sorpresa, aunque a nadie le sorprendería que su lugar de procedencia fuera Suecia, pudiéndonos recordar en ocasiones a grupos escandinavos por el tipo de música que practican.
Aparte de un EP, este combo íntegramente femenino ha publicado ya dos discos, el último de ellos, Fast lane, de este mismo año. Hard Rock sin fisuras y mucha diversión.
La lástima fue el escasísimo público que subió hasta Upload. Era una noche en la que la ciudad acogía otros conciertos interesantes, y quizá eso explique esa baja afluencia, aunque luego la batería Bea Heartbeat me dijera que no les importaba. Por mi parte, sí me resultó penoso ver solo a una veintena de personas allí. Pero los que estuvimos lo pasamos bien, ¿verdad?

Cinco mujeres descargando en nuestra cara un balazo tras otro: Don't need your help, Equal not the same, Demons, Alright tonight o Rock bottom, en lo que resultó un completo repaso a sus tres trabajos editados. También se acordaron de su cachonda versión del Cheri cheri lady, de Modern Talking. Debido a su juventud ellas no vivieron la turra que nos tocó sufrir en la época con ese infumable dúo, pero la verdad es que acabamos todos coreando el tema, no lo voy a negar.
Como decíamos antes, Hard Rock a la escandinava y en algunas canciones a mí me recordaban también a Iron Maiden, por ejemplo, y con esos mimbres queda claro que la noche fue de lo más disfrutable. En directo, le pongo un diez a la simpatiquísima guitarrista Sandy Dee, que me dejó prendado con su desparpajo y su perenne sonrisa, dando la sensación de estar pasándoselo de maravilla, aunque creo que las cuatro se sentían a gusto.

Buen concierto reservado a unos pocos. Ojalá en su próxima visita tengan más suerte y se encuentren con una sala más llena. Veremos.

Mr. Wolf

Más info en la web de Vulvarine






miércoles, 29 de octubre de 2025

NICO BONES + CHEAP KISS. METEORO. 25/10/25

 



Me apetecía mucho disfrutar de un ruidoso y sudoroso concierto en un garito. La deriva de las salas de conciertos en Barcelona está haciendo que desaparezcan muchos locales de conciertos, y cada vez es más difícil encontrar propuestas como la que nos ofrecía la sala Meteoro de la mano de Mojoclub Productions.



 Desde Los Ángeles, la banda de Nico Bones, con su Rock n' Roll glammy y sleazy, y sus guiños a New York Dolls, y desde Barcelona Cheap Kiss con su garaje Rock heredero del mejor espíritu ramoniano y con aroma a los mejores Misfits.



Es verdad que la sala Meteoro no es para todo el mundo. Hace mucho calor dentro y el sonido es infernal, pero, si el bolo no es en verano, y las bandas rockean de verdad, ofrece conciertos muy viscerales, de los que hacen que recuerdes porqué te enamoraste de una secta llamada Rock n' Roll. Y desde luego que las dos bandas que tocaron esa noche nos brindaron justo eso, música real, sudorosa, de la que hace corees los temas puño en alto y que cuando acaba parece que te haya atropellado un camión.

                                            Cheap Kiss


Abrieron la velada Cheap Kiss, un grupo que mejora a cada bolo. Lástima que sólo tuvieran media hora para descargar sus grandes canciones, porque tienen repertorio para mucho más. Tocaron temas de su último EP publicado en 2025, Chasing the Lies, y tuvieron tiempo para tocar alguno de sus temas más antiguos como Pineapple Pizza, No! o la gran Johnny, I Wanna Be a Junkie Like You. Fer, Vega y Tiger lo dieron todo en el poco tiempo del que dispusieron, y nos dejaron con ganas de más. La última vez que pude disfrutar de su directo fue en Marzo, en el Can Balmes Fest, y cada vez me gustan más.


 

Nico Bones llegaban a Barcelona como penúltima parada de su gira por España, y después de doce días seguidos de conciertos que han abarcado toda la geografía española. Un auténtico maratón, vamos. Pero salieron al escenario de la sala Meteoro con muchas ganas de tocar, y de disfrutar. Casi tanto como el público, que los acogió con entusiasmo y les llevó en volandas por un concierto rockero, ruidoso, un tanto caótico, y muy disfrutable. Durante poco más de una hora se vaciaron en escena, sudaron la gota gorda, e incluso sufrieron algún pequeño mareo. Pero fueron capaces de ofrecer un concierto de Rock n' Roll muy disfrutable.


 

Nico Bones a la guitarra y voz, Manny Danger a la batería, Donny Rox a la guitarra, y Wild Bill Bardot al bajo son la actual formación de la banda, y se complementan a las mil maravillas. Salieron a tocar entre el público y se les vio contentos y satisfechos. Acabaron el bolo muy cansados, pero con la sensación de haber conectado con el público. Lo suyo es Rock n' Roll con influencias de gente como New York Dolls o los Rolling Stones más arrastrados, y poseen un sonido ruidoso, glam y garajero. Tocaron temas como Judy, Satin Doll, Brown Sugar Blues, Hard Pill to Swallow o Bottle of Luv, versionaron el Rumble de Link Wray o Little T & A de los Stones



Después del concierto tuve la oportunidad de hablar con Nico, se le veía feliz por el concierto, y con ganas de volver pronto. A ver si es verdad.

Mr. Sheep

Más info en el Facebook de Nico Bones
Más info en el Bandcamp de Cheap Kiss









martes, 21 de octubre de 2025

MIKE FARRIS. ACLAM CLUB. 18/10/25

 



Hace muchos años que sabemos que Mike Farris es de esos artistas dotados de un talento mayúsculo y de unas condicionas vocales descomunales. Posee además ese halo místico de los más grandes, y aunque siempre da grandes conciertos, es que a veces consigue ofrecer ese tipo de bolos especiales, en los que todo se conjuga para que la experiencia sea casi sobrenatural. Tiene eso que los flamencos llaman “duende”, y de vez en cuando sus conciertos trascienden lo meramente musical para convertirse en acontecimientos únicos. Le he visto en todas sus visitas a nuestro país, la última con Screamin’ Cheetah Wheelies en Noviembre de 2023. Hasta ahora yo tenía la sensación de haber presenciado dos de esos conciertos mágicos con Mike Farris. El primero de ellos fue con Screamin’ Cheetah wheelies en un concierto de retorno muy especial en el Azkena Rock Festival de 2004, durante el cual se fue la luz del escenario, Mike se puso a cantar a pelo y consiguió callar a las 20000 personas del público, que cayeron hipnotizadas bajo su influjo. En 2018 actuó con su banda, los Fortunate Few, en el Calella Rock Fest, ante un público, que en su mayoría no era el suyo, y al que se ganó a base de talento, clase, su prodigiosa garganta, y una sensibilidad y entrega total. Al finalizar el concierto y cuando se disponía a abandonar el recinto junto a su banda, ya en la calle, el gentío que estaba fuera le despidió con una de las ovaciones más espectaculares y emocionantes que he visto nunca.



A esos dos conciertos históricos tendré que añadir a partir de ahora su actuación en la preciosa sala Aclam de Barcelona. Una actuación acústica con guitarra, harmónica, su vozarrón, y una simpatía y cercanía al público, bastante fanático del de Tennessee, que consiguió trascender lo meramente musical para elevarlo a la categoría de lo sublime. Ha sido el concierto más largo de su gira española, duró casi dos horas, y nos regaló un repertorio donde se mezclaron los temas de su último disco, The Sound of Muscle Shoals, con grandes versiones de gente como Johnny Cash o Tom Petty, y donde brillaron especialmente los temas de Screamin’ Cheetah Wheelies.



Es posible que en su discografía en solitario pueda haber disparidad de opiniones sobre la excelencia de algunos discos, pero lo que no admite discusión es que encima de un escenario no tiene rivales. Su último disco, sin ir más lejos, recibió unas reseñas con opiniones dispares, aunque he de decir que es un trabajo que claramente mejora con las escuchas, y que los temas del disco que tocó en su concierto, sonaron a gloria.



Comenzó por la puerta grande, con Hello from Venus, uno de los grandes himnos de Screamin’ Cheetah Wheelies, siguió con Jonah & The Whale, Ease On de su último trabajo, Good Time y Backwoods Travellin’ de los Wheelies, su particular relectura del Folsom Prison Blues de Johnny Cash, la cachonda Let Me Love You Baby de Willie Dixon, en la que nos hizo cantar y bromeó con el público. Magnolia con sus complicados cambios de ritmo dio paso a la primera canción que compuso, la inmortal Gypsy Lullaby. Dedicó Tennessee Girl a su mujer, para seguir con Corinna de Taj Mahal, volvió al repertorio de los Wheelies con This Is The Time, se acercó al Blues con John The Revelator de Blind Willie Johnson, y vuelta a su último disco con la excelente versión del clásico de Tom Petty, Swingin’. Acabó el concierto con dos bises muy solicitados, Father Speaks de Screamin’ Cheetah Wheelies en una interpretación sobrecogedora, y uno de los mejores temas de su último disco, Sunset Road.



Casi dos horas de un concierto íntimo, con una comunión total con el público, en una noche mágica que esperamos que se repita pronto. Queremos a Mike Farris en todos sus formatos, con Screamin’ Cheetah Wheelies, con sus Fortunate Few, o en solitario. Da igual, siempre que nos visita ofrece un gran concierto, y algunas veces consigue trascender lo que supone un concierto de Rock n’ Roll. Al acabar el concierto Mike Farris tuvo tiempo para charlar y hacerse fotos con todo el que se le acercó, y llevaba la sonrisa de satisfacción del que sabe que lo ha bordado.



Hay que destacar también que la sala Aclam Club es una preciosidad, y tiene una acústica estupenda, esperemos que acoja más conciertos en el futuro.

Todas las fotos cortesía de Mario Olmos

 Mr. Sheep

Más info en la web de Mike Farris