RICH ROBINSON BAND. BIKINI. 16/12/12

Fenomenal manera de terminar el año de conciertos para un servidor. Es indiscutible que los Black Crowes son una de las mejores formaciones de los últimos 25 años y que ya se les puede considerar unos verdaderos clásicos. Ahora en solitario, el pequeño de los hermanos Robinson terminaba su gira en Barcelona, y tras el buen regusto que nos dejó en el festival de Azkena de hace unos meses, la perspectiva de verlo en una sala resultaba de lo más atractiva. Y sí, ya sé que hubo críticas negativas del concierto que realizara en Vitoria, acusándolo de aburrido. Pero qué queréis que os diga. Ya sabemos que no se mueve demasiado en escena (de hecho, en Bikini no se le vió una sola gota de sudor) y que es parco en palabras, pero es que no podemos pretender que se comporte como Iggy Pop o Mick Jagger. Porque si hablamos de música y de clase, ahí va sobrado este hombre. Y encima, con una espléndida banda respaldándole.
Poco antes de la hora prevista, y sin notificación alguna de que hubiera telonero (yo por lo menos no tenía constancia de ello), apareció en escena Dave O'Grady solo con su guitarra acústica y su potente voz. Bonitas canciones que amenizaron la espera, hasta que apareció el grupo principal, con cuatro músicos junto a Rich, para atacar con los temas de su último trabajo Through a crooked sun: Gone away, la versión del Station man de Fleetwood Mac, It's not easy, Lost and found o Bye bye baby. Curiosamente, no sonó ningún tema de su primer disco en solitario, Paper. Lo que sí hubo fueron versiones magníficas. Así, la adictiva Motherless Children de Eric Clapton se entrelazó con una canción que a mí particularmente siempre me ha entusiasmado, como es Oh well (otra vez Fleetwood Mac). También hubo espacio para los Crowes (What is home), y ya en el bis, la preciosa Oh! Sweet nuthin' de Velvet Underground, que ya sonara también en Vitoria, y How many more times de Led Zeppelin. Final a lo grande.
Y sí, Rich Robinson no es especialmente comunicativo, y tampoco tiene una voz como la de su hermano, pero con estas canciones y su clase a la guitarra no seré yo quien se queje. Repito. Clase, mucha clase.

Mr. Wolf

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