Todo un clásico, como es el Festival de Blues de Cerdanyola, nos trajo a dos bandas veteranas dentro de su habitualmente interesante programación. Los muy añejos The Yardbirds y uno de los grupos clave del Rock Sureño, como son Blackfoot. Interesante doble cartel, agradable lugar, el Ateneu, y público variopinto, como suele ocurrir en este festival.
Hay que reconocer que había un cierto escepticismo con The Yardbirds, verdaderas leyendas del Blues-Rock británico, con sólo Chris Dreja y Jim McCarty como miembros de su mejor época, y tres jóvenes músicos a los que les faltaban muchos años para nacer cuando la banda ya tenía un nombre. Además, al aparecer en escena, comprobamos que Chris Dreja no estaba tampoco, debido a problemas de salud, como explicó Jim McCarty posteriormente. El panorama no era muy alentador. Ver al grupo por el que pasaron en su día Eric Clapton, Jeff Beck y Jimmy Page convertido en una banda revival, con sólo el batería original y tres mercenarios no era para motivarse precisamente. Pero...debo reconocer que me lo pasé ciertamente bien, y que fue un placer saborear las excelentes interpretaciones de temazos mil veces oídos, como Shapes of things, Train kept a rollin', Think about it, I'm a man, Smokestack lighting, For your love, y una versión final del Dazed and confused, de Led Zeppelin. Y de los jóvenes, destacar al guitarra Ben King, que tras su imagen de cachas de película demostró ser un espléndido músico. Todos sabemos lo que es esta banda hoy en día, pero por mi parte debo decir que vencieron mis prejuicios y mi escaso interés inicial.
Con Blackfoot sí que no tenía ningún tipo de prejuicio. Su líder Ricky Medlocke ya hace años que abandonó la nave, y el batería Jackson Spires falleció un tiempo atrás; pero ahí siguen el bajista Greg T. Walker, junto al guitarrista Charlie Hargrett, como miembros originales, más el gran fichaje que es Mike Estes (ex Lynyrd Skynyrd) a la voz y guitarra, junto con el batería Kurt Pietro completando la banda. Autores de grandes discos treinta años atrás, su directo nunca ha defraudado, y en Cerdanyola pudimos disfrutar de su repertorio habitual, con Good morning como vigoroso inicio; más varias versiones, caso del Wishing well de Free o Rollin' & Tumblin' de Muddy Waters; además de sus Great spirit, Left turn on a red light, Fly away y sus dos temas más reconocidos, Train train y Highway song, su Free bird particular dedicado a los miembros fallecidos de Lynyrd Skynyrd. Para finalizar, una versión de Crossroads con Devon Allman (que había tocado la noche anterior) sobre el escenario. Lástima que el sonido no les acompañara del todo, porque entrega, sonrisas y buena música no faltaron.
Gran noche. Felicidades a la gente que organiza este Festival.
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