Lamentablemente nuestra querida sala Rocksound ya no existe, pero sus responsables siguen trayéndonos (y muchas veces descubriéndonos) a fantásticas bandas, a través de su promotora Rocksound-Acaraperro. Y la verdad es que nunca podremos estarles lo bastante agradecidos por todo lo que hacen por la música en esta ciudad. En esta ocasión, los protagonistas eran Stone Senate, grupo americano y quizá futuro estandarte de la bandera del Rock sureño junto a nombres como Blackberry Smoke o Robert Jon & The Wreck. Eso si viviéramos en un mundo justo, claro, que ya veremos hasta donde llegan. De momento no llegan ni para llenar la sala, presentando ésta un triste aspecto al iniciar el concierto con las primeras notas de Cemetery song. ¿Medio aforo, quizá? Pues una pena, porque son una gran banda que vale mucho la pena. En fin, lo de siempre.
Clint Woolsey es el cantante y guitarrista (y gran bebedor), que ya impone al salir a escena y ver lo grande que es. Mejor no pelearse con él. Eso sí, sólo por llevar un parche de Motörhead en su instrumento a mí ya me ganó para la causa. Estuvo bien escoltado por la dupla de hachas formada por Ted Hennington y James Beau Edwards, con unos duelos que echaban humo y unas dobles guitarras en la mejor tradición Allman. Completaba el combo el pintoresco bajista Kieran Cronley y el simpatiquísimo batería (y cantante en algún tema) David Zettler, todo un espectáculo tras los parches, además de un armonicista que salió varias veces durante el concierto.
Es un placer encontrarse con canciones tan brillantes como Dead and the dying, Letter of deperture, Whiskey helps o Down. Pero si además nos regalan versiones de The Band, con la poderosa The shape I'm in o la siempre emocionante The night they drove old dixie down la noche ya va por un excelente camino. ¿Más temas ajenos? Pues Don't keep me wondering de Allman Brothers (cómo no) es todo un acierto. Igual que finalizar el bis con todo un pelotazo como es el Beer drinkers & hell raisers de ZZ Top. Menuda manera de concluir la noche.
Además fue todo un gustazo ver a unos músicos tan simpáticos y agradables, firmando, haciéndose fotos y regalando púas a todo el mundo. Ganándose así a la gente seguro que al final de la gira se quedarán sin copias de Between the dark and light, su más reciente trabajo.
Lo merecen porque son muy buenos, muy recomendables.
Mr. Wolf
Más info en la web del grupo
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