Había muchas ganas de volver a ver encima de un escenario a
una de las bandas más respetadas y queridas de la escena rockera barcelonesa.
Deadyard se dieron a conocer en 2017 con la publicación de su EP The Monkey
mongahh. A base de conciertos matadores y explosivos se ganaron a una
audiencia que recibió la noticia de su separación como un mazazo, y es que
después de la publicación de su estupendo primer LP Armaggedon it!, parecía que
el futuro era suyo. Problemas de salud, y la depresión pandémica, acabaron con
la gran esperanza rockera barcelonesa. A mediados de 2024 nos llegó la noticia
de que estaban planeando volver, y cuando se confirmó la fecha de su primer
concierto, muchos marcamos el día en rojo en el calendario.
Escogieron Upload, una sala con muy buen sonido, y
planificaron la vuelta con un triple cartel Punk rockero con muchos matices y
aristas. No hubo llenazo, pero sí muy buena entrada.
Abrieron Queixals, un joven grupo Punk surgido de las
cenizas de Smegma. Los de Martorell salieron con muchas ganas, una imagen
curiosa, y buenos consejos sobre higiene dental. En poco más de media hora se
acabaron ganando a un personal que recibió de buen grado sus temas más Punks y
una buena versión de Los Chichos.
Radioactivas saltaron al escenario sin concesiones, directas
y precisas, y fueron enganchando un tema tras otro sin dejar tiempo para la
distracción. Están en un gran momento, no paran de tocar en directo y
transmiten una garra y seguridad que se contagia a un público cada vez más
numeroso. Lo heterogéneo de sus canciones y el desparpajo sobre las tablas
consiguen que todo tipo de público comulgue con su propuesta. Además han
publicado un disco excelente, Rebelión, que defienden en vivo con mucha fuerza.
Annabel Lee toca la batería con una sonrisa contagiosa, Mohnny Cash brilla en
el bajo y cuando se anima a cantar. La dupla guitarrera entre Maribel y Belén
cada vez está más cohesionada, y Eri es una cantante explosiva, canta muy bien
y además tiene una actitud escénica brutal. Tocaron temas como Lisa Mahoney,
You make me hot, La Nuit, la versión de Looking at you de MC5, Only wanna dance,
La Iguana, cantada por Mohnny, su himno Choni garajera, Ladrándole al Sol, El
Sweet 69 de Babes in Toyland, Put down, If you die, una gran interpretación de
Traitors y para acabar Psycho de los Sonics. Gran concierto que dejó al público
calentito y preparado para lo que se le venía encima.
Foto de Mario Olmos
Y llegó el momento más esperado de la velada. Deadyard saltaron al escenario como si nunca se hubieran separado. Marc Morell fue todo un motor a la batería y forma una dupla espectacular con el bajo de Rau en la sección rítmica. Xavi Morell y Carlos Santolobo estuvieron matadores a las guitarras, y Pablito Migraña derrochó voz y carisma. Con un sonido brutal y unas guitarras muy afiladas arrancaron con The Escapist song desatando la locura entre el público, siguieron con una favorita personal, Stench of the city, 4 seconds, You gave me Sun (I wanted rain), Coffin ride, Machinery for sharks, la brutal Old & angry. Aquí nos presentaron un tema nuevo llamado Spiders, que nos hace tener esperanzas en un próximo trabajo discográfico. Migraine boy, Armageddon it mezclado con Surfin’ bird de The Trashmen. A estas alturas de concierto la gente bailaba y se lanzaba desde el escenario entregada al máximo. Siguieron con Repo men y para el fin de fiesta Monkey Monggah blues, un temazo que han mantenido vivo Radioactivas, que prácticamente lo han tocado en todos sus conciertos. Su gran versión de Sabotage de Beastie boys y su clásico The Boys are out. Un concierto brutal, caras de satisfacción y la maravillosa sensación de que vuelven para quedarse. Uno de los mejores conciertos del año, y una vez más la constatación de que tenemos una pedazo de banda, con un nivel que no tiene nada que envidiar a bandas foráneas por las que se nos cae la baba a veces con demasiada facilidad.
Foto de Mario Olmos