Pues sí, otra vez tenemos a Hellsingland Underground apareciendo por este blog. Y si nos siguen visitando asiduamente, mi banda nórdica favorita aparecerá más veces por aquí, teniendo en cuenta que soy un seguidor irredento y seguiré acudiendo a sus conciertos. Ahora ya tocaba, con la pandemia habían anulado alguna gira y no los veíamos por estas tierras desde el festival de Calella de 2018 (sí, aquella edición en la que Mike Farris ofreció una de las noches más memorables que servidor haya visto sobre un escenario). Con su sexto trabajo discográfico bajo el brazo, Endless optimism, los de Charlie Granberg iniciaban en Barcelona su particular procesión hispana, con numerosas fechas en nuestro país.
Tenía ganas de este concierto, y también curiosidad, tras los cambios producidos en la banda, en la que hay nuevo batería y nuevo guitarrista. Se echa especialmente de menos la buena mano a las seis cuerdas de Mats Olsson (que también me resultaba un tipo simpático), pero debo reconocer que su sustituto, el tatuadísimo Jerry Ask no estuvo nada mal acompañando con su labor al otro hacha, el entrañable Peter Henriksson, y sus duelos guitarreros marca de la casa resultaron espectaculares.
The blessing and the curse dio el pistoletazo de salida a la fiesta, y ya de segundas sonó ese cañonazo que abre su nuevo disco, Young & dumb, que puede convertirse en un fijo de sus directos. Repaso a su sólida discografía, reservando espacio para todos sus trabajos, con Church bells through the valley, con un fabuloso Stickin' with you, con el demandado No regrets, y con un final de lujo, en el que sonaron Golden haze, The lost river band y Northern country boy. Pero aún había más, y para iniciar el bis eligieron It started with a teardrop, el acertadísimo primer single de Endless optimism, seguido de Dizzy Jonsson & the rovers y del irresistible Earth's gonna shake como gran final.
Casi dos horas para una nueva ceremonia de los suecos ofreciendo su llamado Northern Rock, sus dobles guitarras, sus bellas melodías y su buen rollo sobre y bajo el escenario. Con ellos existe el optimismo sin fin, sin duda.
Al final del concierto aproveché para pedirle al cantante Charlie Granberg que la próxima vez que se acerquen por aquí se acuerden de Poor boy, un tema de su segundo disco que me fascina y que nunca tocan. A ver si hay suerte y me hace caso. Lo comprobaremos cuando vuelvan, porque ahí estaremos.
Mr. Wolf
Más info en la web del grupo
Escucha aquí el setlist
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