El festival de Blues de Santa Coloma ha celebrado su décima edición con diez días de conciertos, exposiciones y presentaciones que nos han hecho disfrutar mucho. Enhorabuena a los organizadores por su trabajo, esperemos que continúen muchos años más.
El Sábado por la noche tocaba el plato fuerte del festival en el Teatre Segarra. Bigblack Rhino trío nos hicieron disfrutar en el bar del teatro y nos demostraron que tienen mucha clase, y un desparpajo notable, sobre todo una Nuria Mancebo que transmite una alegría y un buen rollo muy especial.
Había oído hablar muy bien de los Cinelli Brothers, así que estaba deseando corroborar si todo lo bueno que me habían contado era cierto. La verdad es que su concierto superó con creces mis expectativas. Una banda musicalmente compacta, con una espontaneidad y profesionalidad que perfiló un concierto perfecto. Con los tiempos bien marcados y un set list muy equilibrado. Con espacio para el Blues, pero también para el Rock & Roll, y para bromear con un público cómplice, que cayó rendido ante el talento y la simpatía de los ingleses. La banda está liderada por Marco y Alessandro Cinelli, acompañados por los muy talentosos Tom Julian Jones y Stephen Giry. La comunicación con el público recayó sobre todo en un locuaz y bromista Marco, que demostró sus buenas dotes con el castellano y un gran sentido del espectáculo. Una banda en la que todos cantan, y encuentran sus momentos de protagonismo sin eclipsarse. En la que todos son capaces no sólo de tocar cualquier instrumento, sino de hacerlo con una pericia y soltura sorprendentes. El truco escénico de cambiarse de instrumentos e incluso de cantante principal que ya hemos visto a otros grupos antes, en los Cinelli Brothers se hace de una forma tan espontánea y sencilla, que cuando cada uno de sus miembros demuestra su virtuosismo en varias facetas, nunca da la sensación de que lo hagan para sobresalir unos sobre otros, y además ponen su talento siempre al servicio de las canciones. Quizás el único momento de lucimiento personal fuera el del solo de batería, y yo que nunca he sido muy partidario de estas exhibiciones, hasta lo disfruté. y es que Alessandro tiene mucho groove.
El repertorio se nutrió en su mayor parte de sus propios temas, pero también tuvieron tiempo de regalar al público unas estupendas y coreadas versiones. Abrieron con Save me, para continuar con No place for me y Grandchildren of the Blues. Un sonido limpio y compacto les ayudó desde el inicio, quizás con un excesivo volumen en el teclado en los primeros temas, que se corrigió después. Con High time we run y la gran versión del Call me the Breeze de JJ Cale, ya nos dimos cuenta que lo de cambiar de instrumentos no era sólo para llamar la atención, si no que forma parte de su espectáculo y su exhibición musical. Marco nos hizo reír a todos cuando presentó Married woman y la dedicó con picardía a las mujeres casadas. Last cigarrette, Love disease y Prayer formaron un trío de ases ganador que ya nos dejó rendidos a su talento. A million miles away de Rory Gallagher sonó fenomenal, Just dropped in nos preparó para dejarnos la garganta haciendo coros con la divertida So far so good. Para finalizar Choo ma gum y un temazo como Mama don´t like you. A estas alturas y con el teatro patas arriba pidiendo un bis, volvieron a escena para hacernos bailar con su versión del Rocker de AC/DC.
Casi dos horas de concierto que pasaron como un suspiro, y al acabar, caras de felicidad tanto encima como delante del escenario. El grupo se mostró muy cercano con la gente y estuvo un buen rato firmando cedés y haciéndose fotos con todo el que se lo pidió. Un gran concierto que nos deja con ganas de poder disfrutarlos en una sala, y así poder bailar y gritar sin problemas.
Mr. Sheep
Más info en la web del grupo
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