Hay que reconocer que lo del Festival Blues & Ritmes es de traca. Llevan ya un montón de años manteniendo el nivel bien alto en cada edición, trayendo a músicos de lo más interesante, y además en muchas ocasiones con un cartel de gente difícil de ver por estas tierras. Un aplauso para los organizadores.
A priori nos asaltaban las dudas. Sí, íbamos a ver a una leyenda, pero claro, no deja de ser un tipo solo con un piano y su voz. ¿Sería una noche aburrida o sería una noche gloriosa? Pues bien, para quien esto suscribe fue una bonita noche, con algún momento quizá más pesado, pero que no le resta nota al concierto. Y es que cuando enfrente tienes a músicos con clase y saber hacer todo es más fácil.
Al piano, y en un par de ocasiones a la guitarra, Benmont Tench fue desgranando temas de su disco en solitario You should be so lucky, como el que le da título, Veronica said o ese tradicional Corrina Corrina. También muchos temas nuevos de su próximo trabajo, de los que no recordaba la letra en algún caso, como el inicial Under the starlight o The melancholy season. También muchas versiones, empezando por Love will tear us apart de Joy Division, grupo que yo personalmente nunca he soportado, lo siento. Más respeto siento por Chuck Berry, de quien tocó Bye bye Johnny, o por Brinsley Schwarz y Bob Dylan, de quienes versionó (What's so funny 'bout) peace love and understanding y Blowin' in the wind, respectivamente. En ambos casos con la ayuda de Steve Nieve, teclista durante muchos años de la banda de Elvis Costello, además de músico de sesión en infinidad de discos. Y para terminar, un bis con el glorioso Rock'n'Roll de la Velvet. Un momento...¿¿¿y no hubo recuerdo a Tom Petty??? Por supuesto que sí, con Change of heart, Straight into darkness y esa maravillosa American girl que nos emocionó a todos, además de las canciones Welcome to hell y This is a good street de Mudcrutch.
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