Los británicos Godsized abrieron la noche. Debo reconocer que se trataba de una banda desconocida para mí, y la verdad es que me sorprendieron con sus riffs contundentes y su entrega, aunque nunca entenderé a estas bandas que tocan a un volumen exageradamente alto. ¿Qué necesidad hay de reventarnos los tímpanos?
A un volumen más normal salieron a escena Black Label Society, arrancando como un cohete con The beginnig...at last, a la que siguió hora y media sin bises con el repertorio habitual de la gira: What's in you; la espléndida Overlord (en la que no pude dejar de pensar en su esperpéntico videoclip); la siempre emotiva dedicatoria a Dimebag Darrell, amigo de Zakk, con In this river; Fire it up, que desembocó en el único punto negativo del concierto, como fue el (en mi opinión) pesadísimo solo del señor Wylde; The blessed hellride (una de sus mejores canciones); Suicide Messiah; y el final con Stillborn. Luego, abrazos con sus músicos y agradecimientos al entregado público. Un auténtico guitar-hero (la verdad es que toca muy bien este hombre) con voz poderosa, Zakk Wylde nos deleitó con su preciosa colección de guitarras, incluyendo la siempre espectacular de doble mástil.
Un tipo curioso, con influencias de Rock sureño o Elton john, entre otras. Lo que está claro es que tras pasarse media vida con el Madman, ahora tiene cuerda para rato con su banda. Por muchos años. Y si nos ofrece más conciertos así mejor.
Por cierto, ¿cuántos escupitajos llegó a soltar Zakk en escena?
Mr. Wolf
Más info en la web del grupo
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