El anuncio del concierto de Johnny Irion en Barcelona me
pilló por sorpresa. El mismo Domingo por la mañana, me apareció en las redes
sociales del gran Aaron Feder, el anuncio de un concierto muy especial. Además
la hora temprana, las 17:00, y un local en el que no había estado nunca, la
coqueta sala Or, en el barrio de Gràcia, hicieron que me animase a ir a un
evento que tenía el aliciente de tener tres actuaciones.
Slim Jim abrió la velada sin su grupo de acompañamiento
habitual, los Redeemers. En formato dúo, con el gran Aaron Feder al Pedal
Steel. La voz de Kevin me gusta mucho, es muy versátil, y mezcla Blues,
americana, Folk, Rock y lo que le echen. Tocó canciones como Fugitive Blues, un
precioso tema a ritmo de vals llamado Climbing the walls. Nos sorprendió con
una espléndida versión del clásico de TheBand, Twilight. Milky way motel con
su ritmo fronterizo, o Cape Horn girls para terminar. Un concierto breve pero
intenso, en el que la voz y la guitarra acústica de Kevin se compenetraron a la
perfección con el arte y el sentimiento de Aaron Feder al Pedal Steel. Deseando
volver a verlo en directo con toda la banda.
La segunda actuación de la tarde fue la de Johnny Irion.
Pensaba que sería él el encargado de cerrar las actuaciones, pero dejó ese
honor a su amigo Bradley Lauretti, alter ego de This Frontier needs Heroes, al
que produjo su disco Go with the flow, y con el que tiene una buena amistad. Y
es que Johnny tiene muchos amigos, y muy talentosos. Nos habló de su relación
de amistad con Jackson Browne. En su último y soberbio disco, Sleeping soldiers
of love, colabora gente como Mike Mills de R.E.M. o PatSansone de Wilco. Ha
grabado también con Neal Casal, Jonathan Wilson, Mike Stinson o Jeff Bridges,
además de tener también una carrera conjunta con su ex esposa, Sarah Lee
Guthrie. Su disco de 2018, Driving Friend, es uno de mis discos favoritos, pero
he de reconocer que le había perdido la pista, y que he llegado a su último
disco muy tarde. Pero nunca es tarde si la dicha es buena, y una vez escuchado
a fondo creo que Sleeping Soldiers of Love, es uno de sus mejores discos. Le
dio un amplio repaso armado con su guitarra, su harmónica, y el piano en un par
de temas, en los que le acompañó el imprescindible Aaron Feder al Pedal Steel.
Empezó a lo grande empalmando las mejores joyas de su último trabajo. Shoulder
to Shoulder, I Will, I Do, I Can. La maravillosa I Am The Mountain, una
preciosa Mustangs, junto a Aaron otra joya llamada Vinces Prayer, la canción
que titula su último disco, Sleeping Soldiers Of Love, incluso tuvo tiempo para
hacer una juguetona versión del Pretty Woman de Roy Orbison. Una actuación
soberbia, quizás un poco corta. Esperemos que vuelva pronto, tiene mucha clase
y un sonido que va de Laurel Canyon al mejor Folk Rock.
This Frontier needs Heroes, en una versión a dúo, cerraron
la velada. Bradley Lauretti con su guitarra estuvo acompañado por Verónica Amaranta
a los coros y el violín, y el omnipresente Aaron Feder acompañó con su Pedal
Steel en un tema. Las canciones de This Frontier needs Heroes beben de la mejor
tradición de la música americana de raíces, y además contienen letras valientes
y combativas. Me gustaría mucho verles con toda la banda y en un concierto
propio, en el que puedan ofrecer todo lo mejor de su repertorio. Tocaron temas
como Don’t Hate Your Hometown, la trotona Dumb it Down, Carolina Peaches, la
excelente South Dakota, y cerraron presentando un tema nuevo, grabado con Aaron,
Take All The Time You Need.
Una gran tarde de buena música americana en un lugar
precioso, acompañado de melómanos de verdad. Qué más se puede pedir. Espero que
los músicos que componen el núcleo de Americana Barcelona continúen con sus
propuestas, a pesar del mazazo que ha supuesto el cierre de la sala BlackLab.
Ojalá que conciertos como éste en la sala Or, o los que ya se anuncian en la
sala Glop, mantengan viva la llama del mejor Rock americano en la ciudad de
Barcelona.
El festival Sintonitzza de Santa Coloma de Gramenet ha
llegado a su vigésima edición para alegría de todos los amantes de la música
independiente, underground y visceral. Llevan veinte años arriesgándose a
programar desde bandas noveles a auténticas leyendas del Rock n’ Roll. Siempre
con un criterio valiente y ajenos a presiones externas. Los días 5 y 6 de
Septiembre y englobado en las celebraciones de la Festa Major de Santa Coloma,
se ha vuelto a celebrar un festival variado estilísticamente, arriesgado en
ocasiones, y satisfactorio tanto para el público más informado y especializado
como para todos los que tienen las orejas abiertas.
La jornada del Viernes comenzó con el concierto de ElToni,
ElPako & ElAitor, orgullo de SantaColoma, con una música valiente que
podríamos catalogar como Punk progresivo. Salieron al escenario con sus
particulares atuendos y una puesta en escena sorprendente. Se beneficiaron de un
gran sonido que aumentó exponencialmente lo visceral de su propuesta. Para los
que les hemos visto en otras ocasiones no fue ninguna sorpresa ver lo bien que
se desenvolvieron en el enorme escenario del Sintonitzza, y para mucha gente que
no les conocía fueron uno de los grandes descubrimientos del festival. Además
nos sorprendieron a todos invitando al escenario a dos leyendas locales. Joan
Garrobé al bajo y Marco Fonktana a los teclados, en un quinteto que sonó
espectacular y que convirtió su Bigotín en un clásico instantáneo.
Deadyard saltaron al escenario con ganas, muy motivados, y
eso se notó desde el principio. Arropados en un gran muro de sonido nos
descargaron un repertorio matador, tienen grandes canciones que tocadas con su
visceralidad se convierten en himnos. Marc Morell y Rau sonaron poderosos en la
sección rítmica, las guitarras de Carlos Santolobo y Xavi Morell se
compenetraron perfectamente y PabloMigraña estuvo espectacular a la voz. Sonaron
temazos como The Escapist song, Armaggedon it, Repomen, Monkey Monggah Blues,
su particular versión del Sabotage de Beastie Boys y acabaron con su clásico
The Boys are out. Si hubieran tocado en otro horario hubieran sido los grandes
triunfadores del festival. Son una banda espectacular.
La inclusión de un grupo tan personal como Los Jaleo en el
Sintonitzza demuestra que lo organizan tipos con las orejas bien abiertas. Los
madrileños mezclan temas que provienen del folclore castellano e
hispanoamericano o del flamenco, y los reinterpretan envolviéndolos en una
original y atrevida fusión con el Rock n’ Roll, la música Surf o el Rockabilly.
El resultado es un cóctel explosivo lleno de buen gusto, magníficamente
interpretado y con un sonido muy personal. Me encantaron canciones como Conla
Luna, Por qué te vas o Anda Jaleo. Para mí fueron la revelación del festival, y
ya estoy deseando poder disfrutarlos en una sala adecuada para degustar su
propuesta como se merece.
El plato fuerte, o mejor dicho, el concierto más especial
del festival, fue sin duda el de Mambo JamboArkestra. Hemos podido disfrutar
de Mambo Jambo en varias ocasiones, siempre con grandes conciertos. Pero verles
acompañados de una orquesta de doce músicos en un gran escenario es todo un
lujo. Una Big Band en toda regla que nos apabulló con un sonido y puesta en
escena espectacular. DaniNel.lo al saxo y como perfecto maestro de ceremonias,
Ivan Kovacevic al contrabajo, Anton Jarl a la batería y Dani Baraldés a la
guitarra sonaron como una perfecta máquina de Swing, Rock n’ Roll y Rhythm and
Blues. Los músicos de la Arkestra dieron brillo con unos metales y vientos de
lujo a unos temas irresistibles. Fuego cruzado, Fiesta en el Motel, El Timo, La
Caza, o su personalísima versión del tema de Antón García Abril, El Hombre y la
tierra. En fin, un gran concierto y la sensación de haber presenciado algo
único.
El fin de fiesta para el primer día de festival lo pusieron
los Tiki Phantoms, que volvían después de unos años al festival, ya consagrados
como todo un referente de la música Surf de nuestro país. Los Tiki salieron con
la difícil tarea de hacer bailar a un público que a esas horas podía dar
muestras de cansancio. Y por supuesto que lo consiguieron. Simpáticos y
juguetones como siempre, se ganaron al público con sus canciones instrumentales
tan particulares, y sus personales versiones de temas de RocíoJurado, Como una
ola, o Aha con su famoso Take on me. Por supuesto hubo tiempo para sus
sacrificios humanos y su divertida Tiki conga. Son una apuesta segura.
La jornada del Sábado en el Sintonitzza empezó con el concierto
de Ratpenades, un trío de mujeres Punks de Lleida que llevan tres o cuatro años
dando que hablar, y a las que me hubiera encantado ver, pero uno es humano y me
dejé llevar por una cena que me entretuvo más de lo que pensaba. Espero tener
pronto la oportunidad de disfrutar de su directo.
Los putos Oddballs salieron a gusto, y nos hicieron estar
muy a gusto. Los malagueños descargaron su Rock garagero deudor de los Stooges,
MC5 y New York Dolls. No sólo tocaron unas canciones de ritmo frenético y contagioso,
es que por momentos parecía que nos metían a todos en una especie de mantra que
meneaba nuestro cuerpo y hacía que no apartáramos los ojos del escenario.
Juanillo y sus maracas tuvieron la culpa. Buen bolo que nos dejó con ganas de
más.
Tenía ganas de ver a Medalla. Son un grupo muy personal que
combina muchas influencias, Metal, Post Punk y ramalazos progresivos. Además
tienen unas letras combativas que dan mucho juego. Tuvieron un muy buen sonido
y Eric Sueiro demostró tablas con una presencia sobria y contundente. Su
guitarra y la de Joan Morera sonaron muy bien. Marc López a la batería y Josep
Peris al bajo forman una contundente sección rítmica. Quizás el contexto de
festival al aire libre con el público de fiesta no sea el mejor para degustar su
propuesta, pero a la gente le gustaron.
El plato fuerte del segundo día sin duda era la actuación de
los madrileños Parquesvr. Un grupo que ha ido creciendo desde una postura
divertida y gamberra, que por supuesto todavía mantienen, hacia otra más combativa
y cañera. Tienen cera para todo el mundo, y la vierten en unas letras muy
trabajadas que van desde la ocurrencia más absurda a la denuncia social más
combativa. Congregaron al mayor número de público de todo el festival y
demostraron que se han ganado a pulso su posición como cabezas de cartel en
festivales por todo el país. La gente coreó las canciones a voz en grito, temas
como El Palco, Que arda Madriz, la gran Pero, Juancarlista, Tu nombre es una
puerta por cerrar, la absurda, divertida y bailonga Almodóvor Amenábor,
Ansiedad o la gran ¡Que te pares!. Javi Ferrara demostró ser un gran frontman,
un divertido entertainer y un combativo cantante. Ganas de volver a verlos.
El fin de fiesta lo puso desde Mollet del Vallés, Sistema
de Entretenimiento. Un grupo que lo mejor que tiene es el nombre. Una puesta en
escena muy Punk, una actitud nihilista, toneladas de morro y, poco más. Ni
tienen canciones, ni tocan una mierda, y sus supuestas gracias como garrulos
punks se pierden después de cinco minutos. Lo de insultar al público para
provocar una reacción está muy sobado, y teniendo en cuenta que no saben tocar,
y que en la mitad de las canciones la guitarra estaba desenchufada, pues todo
quedaba en un sonido de organillo a lo Camela, pero cargado de chunda chunda.
De todas formas, buena parte del público se entregó a bailar con su propuesta
como si no hubiera un mañana, así que igual el raro soy yo.
Un año más, y ya van veinte, el Sintonitzza nos ha puesto las
pilas y ha marcado el inicio de la temporada de conciertos. Todo un lujo de
festival hecho con mucho cariño, y además gratuito, si lo disfrutas en buena
compañía que más se puede pedir.
Todas las fotos cortesía de Jonatan Jiménez Aibar.