Disco a disco y concierto a concierto, Bywater Call se están convirtiendo en una banda cada vez mejor. Era mi tercera vez con ellos...¡y me vuelven loco! Me cautivaron ya en su primera visita a Rocksound, me encantaron en la segunda en La Textil, y me quito el sombrero nuevamente ahora habiéndolos visto en Wolf. Mezclan sabiamente diversos estilos, suenan de maravilla y tienen a Meghan Parnell, la cantante blanca de voz más negra junto a la gran Ann Wilson (todos en pie, por favor). Buenos discos y directo infalible, combinación perfecta, como demuestran en Sunshine, su reciente trabajo en vivo.
Como decía, el concierto fue nuevamente mayúsculo, algo que no nos sorprendió a los que ya conocemos a estos canadienses. Y es que nos desgañitamos coreando como locos Sweet Maria y Everybody knows, nos hicieron vibrar al enlazar Holler con el Kashmir de Led Zeppelin (otra vez en pie), nos maravillaron con el precioso Clutter y nos llevaron al cielo con el descomunal Left behind, en uno de los momentos más brillantes del guitarrista Dave Barnes. Eso sí, feísima su acústica, algo que destacó también Meghan, una perfecta, elegante y simpática maestra de ceremonias, que acabó haciéndose un selfie con todos los presentes desde el escenario y bajando enseguida para charlar, firmar y hacerse fotos. Así da gusto, sin divismos ni tonterías.
Pues que sigan, grabando y girando, aprovechando que de momento no se les agota la inspiración. Una de mis bandas favoritas de la actualidad, sin duda.
Mr. Wolf

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