Foto de Mario Olmos
Cada vez que Dewolff visitan Barcelona aumenta su número de
fans. Han tocado bastante en los últimos años en la ciudad condal, y han ido
pasando de salas pequeñas como el añorado Rocksound, a salas un poco más
grandes como Wolf en 2020, el Sant Jordi club como teloneros de los Black
Crowes en 2022, o Upload en 2023. También los hemos visto en festivales como
Azkena en 2022, demostrando que no les viene grande ningún escenario. En esta
ocasión prácticamente llenaron la sala 2 de Apolo de un público muy fan, que ha
ido creciendo a la vez que la banda, en un ascenso gradual e imparable.
Había mucha expectación y ganas de volver a disfrutar de los
holandeses en vivo, su último disco es el excelente Muscle Shoals, del que
tocaron temazos como Natural Woman, Out on the town o Snowbird. Además sonaron
canciones como Night train, Treasure city moonchild, Will o’ the wisp, Live
like you, Stand up tail, el maravilloso Rosita, y ya en los bises Nothing’s
changing y Freeway flight.
Alternaron interpretaciones más estándar con interminables
jams, en las que se lucieron la guitarra de Pablo Van de Poel, el teclado de
Robin Piso y la batería de Luka Van de Poel. Los juegos vocales de los dos
hermanos fueron una gozada, y hasta les perdoné el desfasado solo de batería,
que normalmente lastra cualquier concierto, pero que sonó resultón y no se me
hizo eterno. Pablo contagió su buen rollo y su actitud a un público que se
entregó desde el minuto uno. Fue toda una experiencia ver como Pablo abandonaba
el escenario, pasaba entre el público saludando y dejándose manosear, para
acabar en la barra del lateral del local, pedir una cerveza y continuar
cantando con toda la tranquilidad del mundo.
Esta banda lo tiene todo: grandes discos, grandes canciones,
un directo arrebatador, y un futuro alentador por delante.
Para todos aquellos que dicen eso tan manido de que el Rock
ha muerto, vayan a ver a estos fieras, y después lo debatimos.
Mr. Sheep
Más info en la web de DeWolff
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