Después de su última visita a Barcelona en formato acústico,
el norteamericano oriundo de Tennessee, volvía a visitarnos; esta vez
acompañado de una banda en formato eléctrico, con la que se degustan mucho
mejor sus temas más cañeros. Su último disco es Tenderhearted Boys de 2024, que
es un disco reposado, pero en su concierto en la sala Upload tocó temas de toda
su extensa trayectoria, sabedor de que sus seguidores españoles no tienen
muchas oportunidades de verle acompañado de una banda.
Foto de Mario Olmos
Se mostró espléndido de voz, y con muchas ganas de hacernos
saber lo a gusto que estaba. Eso quedó claro viéndole disfrutar con sus
guitarras, eléctricas y acústica, y viendo cómo se dirigía a los nuevos músicos
de su banda, interactuando con ellos, jugando con las canciones, improvisando
sobre el set list, y en definitiva, dejándose llevar.
Foto de Mario Olmos
Incomprensiblemente no se llenó la sala Upload. Da mucha
rabia ver que un artista de su talla no puede agotar las entradas en una ciudad
como Barcelona. Toda esa gente que paga cantidades indecentes de dinero por ver
a Springsteen las veces que haga falta, y no son capaces de ir a conciertos
como éste o el de hace poco de Elliot Murphy, no pueden decir que son amantes
del Rock americano, más bien son como los miembros de una secta. En fin, es
mejor no hacerse mala sangre con esto. Sobre todo porque a Will Hoge no pareció
importarle mucho. Ofreció un conciertazo, se vació en el escenario, y a pesar de
las prisas del personal de seguridad por vaciar la sala, tuvo un momento para
cualquiera que quisiera acercarse a hablar con él, hacerse una foto o firmar un
autógrafo.
Foto de Mario Olmos
Nos robó el corazón desde el primer momento, cuando saltó al
escenario y con la acústica tocó I’d belying, alternó las canciones con
historias interesantes. Destacaron temas como It’s just you, Even theriver
runs out of this town, Better off now, Pocket full of change, Bad old days, Even
if it breaks yourheart, Midway motel, Middle of America, la preciosa Lover
tonight, Still a southern man, o I still got itdel último disco, que dedicó al gran Dan Baird
después de ver a alguien en primera fila con una camiseta.
Foto de Mario Olmos
Un concierto que nos reconcilia con los artistas de verdad,
con los grandes compositores, capaces de hacernos sentir toda clase de
emociones. Espero volver a verle pronto, en el formato que sea, con o sin
banda, porque lo que importa de verdad son las canciones.
El concierto de The Hillbilly Moon Explosion en la sala
Upload de Barcelona era uno de mis conciertos más esperados de la temporada. La
banda afincada en Suiza está en uno de sus mejores momentos creativos. El año
pasado publicaron un disco referencial en su carrera; y eso, después de 27 años
en activo, es mucho decir. Back in time es un disco que entra lentamente, te
envenena poco a poco, y cuando quieres darte cuenta llevas infinitas escuchas
en las que sigues descubriendo matices y recovecos. En las votaciones de los
redactores del Exile Sh Magazine de los mejores discos del año 2024, quedó en un
sobresaliente tercer puesto. Así que después de unos años desde la última vez
que les vi en el Azkena de 2019, tenía una excitación especial ante su
concierto en la coqueta sala Upload.
Foto de Mario Olmos
Connie & The Rockets abrieron el show con su enérgico
Rockabilly, y volvieron a demostrar, como habían hecho en Diciembre en la sala
Estraperlo de Badalona, que tienen pocos rivales en la escena nacional. Connie
Zahino es una espectacular frontwoman, que derrocha simpatía y clase en todo
momento. La banda suena muy engrasada con Twang González a la guitarra, Juanma
Rodríguez al contrabajo y Carlos Callahan a la batería. Tocaron temas como
Don’t smoke, Toda la noche, su himno I’m a rocket o la estupenda Hard girls, en
la que subieron a un grupo de mujeres del público al escenario para cantar y
bailar.
Foto de Mario Olmos
Lo de Hillbilly Moon Explosion fue mágico. Es una banda muy
peculiar en escena, con un comedido pero efectivo Sylvain Petite a la batería,
un elegante Duncan James a la guitarra, esa bestia parda llamada Oliver Baroni
al contrabajo y voz, y la enigmática, esquiva, a veces altanera y profundamente
seductora, Emanuela Hutter a la guitarra y voz principal. Lo de esta mujer en
escena es espectacular, con un aparente desdén, controla a la banda en todo
momento, y su voz y presencia resultan embriagadoras.
Fotos de Mario Olmos
Salieron a tope desde el principio con Jet fuel Rock and
Roll y uno de los temazos de Back in time, llamado Sometimes late at night.
Después I live in my head, Buy beg or steal, Long way down, y un momento mágico
con ese espectacular Desperation, perteneciente a su joya With Monsters and
Gods. Jugaron con sus influencias italianas en Goin’ to Milano, y Emanuela
bordó Queen of Hearts. Vuelta a su último trabajo con Let’s go (Back in Time) y
una de mis favoritas, 1979. Knocked down, Oliver tomando el mando en You miss
something y Death by my side, con esos aires de spaguetti western en los
gorgoritos de Emanuela. Reno demuestra que pueden ser más countrys que nadie.
Depression, Broken heart y Love you better nos preparan para un rush final de
órdago, en el que enlazan Live thelife, su himno Love for Evermore, su
estupenda versión del Call me de Blondie y acaban con Down onyour knees.
Foto de Mario Olmos
Arrancaron los bises con su gran versión del Baby i love you
de Ronnie Spector, y en ese momento, con todo el público entregado, unos
garrulos casi nos arruinan el final del concierto con una grotesca pelea, que
por fortuna quedó en nada. Nos regalaron uno de los mejores temas de Back in
time, que Oliver dijo que no habían tocado antes, Always just you, y se
marcharon del escenario con la seguridad del que sabe que ha tenido una noche
grande.
Fotos de Mario Olmos
Esperemos que sigan en estado de gracia y vuelvan pronto a
visitarnos.
Tòfol Martínez acompañado de su Blues Band
será uno de los platos fuertes del XII Festival de Bluesde Santa Coloma de
Gramenet. El 21 de Febrero en el Teatre Segarra de Santa Coloma. El guitarrista
catalán ha vuelto a la primera división de la mejor música con
alma hecha en este país. El año pasado fue escogido en Bilbao
para representar a España en el European Blues Challenge de 2025, y después de una
temporada alejado de la escena, afronta este año con ganas de convertirse en un
referente de la escena bluesera. Aunque no sólo de Blues se alimenta el músico de
Sabadell afincado en la Costa Brava. Una entrevista que nos acerca a uno de los
mejores músicos del país.
A.S.: ¿Cómo empezaste en el mundo de la música?.
T.M.: Antes de nada déjame darte las gracias por
concederme esta entrevista!
Me encanta contestar esta pregunta! La historia se
remonta a mis ocho añitos: mi hermana Esther estudiaba piano clásico y claro
está, había un piano en casa (ahora ese piano está en mi comedor y lo toco
todas las mañanas). Cuando sonaba una melodía por la televisión o por la radio
me divertía muchísimo ir corriendo al piano e intentar reproducirla. Por
ejemplo, mi madre veía a veces la película “Lo que el viento se llevó” y
recuerdo tocar esa melodía en esa época. Es decir, desde el inicio la música me
ha hecho vibrar y me ha parecido algo mágico. Más tarde descubrí que la música
sirve para muchas más cosas, como curar el alma.
Un día apareció una banda en la televisión: Los Hombres G! Recuerdo decirle a mi madre al ver a David Summers: “Yo quiero hacer
eso!”. Yo me refería a cantar y tocar la guitarra (era un bajo, pero yo no lo
sabía). Ella me apuntó a estudiar Guitarra Clásica con una profesora
maravillosa (Gemma Sampé) quien me abrió las puertas de la música y a quien le
agradezco mucho todo el amor que me dió.
A los 13 años, mientras seguía estudiando guitarra
clásica, un amigo de mi padre me regaló una guitarra eléctrica, una Hofner que
todavía conservo! Rápidamente pedí que me apuntaran a guitarra eléctrica y di
con un profe que me enseñó un tema que tocaba Stevie Ray Vaughan: Mary had a
little lamb. En ese momento el “bicho” del blues me picó y hasta ahora!!!!
jajjajaj Empecé a tocar con bandas en mi instituto, con amigos como Carlos
García, que era un súper fan de Los Rebeldes y me enseñó ese mundo musical…
Ahora toco con Dani Nel·lo y me acuerdo mucho de esos momentos tan felices.
A.S.: Has colaborado con músicos de distintos estilos, y
también has estudiado diferentes vertientes de la guitarra. ¿Es en el Blues
dónde te sientes más a gusto?.
T.M.: Sin duda, sí. De alguna manera siento que soy un músico de blues que hace otras cosas.
También me gusta muchísimo componer y tengo
un proyecto personal con canciones más pop/folk. Lo de hacer canciones es otro
mundo que te ofrece la música. Tocar es para mí como meditar y hacer canciones
como un camino de autoconocimiento.
A.S.: ¿Quiénes serían tus
referentes musicales?.
T.M.: Si hablamos de Blues, de joven
escuchaba a SRV como un obseso! jajajaj aunque más tarde me enganché a artistas
como los tres Kings, Jimmie Vaughan, Muddy Waters, Corey Harris, Memphis Minnie,
etc.
Pero mi cabeza está llena de las canciones
de Sabina, Serrat, Drexler, Quique González… E incluso, algo que no sabe mucha
gente, me encanta la rumba de Peret, Pescaílla o Javier Ruibal, y en fiestas
con amigos acostumbro a tocarlas y a cantarlas.
A.S.: En los trabajos discográficos publicados a tu nombre has
cantado en catalán, en castellano y en inglés. ¿En qué idioma
cantas más a gusto?.
T.M.: Me siento más a gusto en mis idiomas
maternos que son el catalán y el castellano. En inglés canto cuando hago blues,
pero no estoy tan cómodo. Incluso cuando grabo en inglés tengo un coach para
pronunciar bien…
A.S.: ¿Podrías describir brevemente cada uno de tus
discos?. Hallelujah (2011), 1979 (2014), NoPanic! (2017), La Verdad y la
Belleza (2018).
T.M.: Hallelujah fue un despertar.
1979 Mi primer disco con canciones originales, toda
la ilusión del mundo.
No Panic! la confirmación de mi banda, la seguridad
en mí mismo.
La Verdad y la Belleza, lo mejor que hice con la
música hasta ese momento y una cura de mi alma entera. Para mí fue un antes y
un después en la música y en mi vida.
A.S.: ¿Para cuándo un nuevo disco?.
T.M.: ESTOY HACIENDO MALABARÍSMOS PARA TENERLO PARA
EL FESTIVAL DE BLUES DE SANTAKO!!!! Por Dios, espero que sea posible…
Antes de grabar este disco con la banda de blues,
hice uno que es la continuación de La Verdad y la Belleza. Al ganar el concurso
del Volotea Blues Challenge, no quise sacarlo para no confundir al personal, ya
que los dos proyectos llevan mi nombre. Espero sacarlo después de verano o a
principios de año.
A.S.: Has estado un tiempo alejado de la escena por un problema de
salud. ¿Recuperado del todo?.
T.M.: Ha sido la época más dura de mi vida.
No fue solo el dolor de mis manos (no podía ni ponerme los calcetines), fue
sobre todo el dolor de mi alma. Me sentía seco por dentro, muerto. Gracias a Dios,
tras alguna operación, mucha acupuntura y la lectura de algunos libros de
Epicteto, he llegado a un punto donde puedo tocar sin estar curado del todo.
Las manos me siguen doliendo (mucho menos
que antes) cada vez que toco pero eso ahora no es ningún freno. Intento
gestionarlo con mucho amor, paciencia, templanza, ilusión y coraje. Sé, después
de lo vivido, que el ser humano es un animal increíble, capaz de conseguir lo
imposible!
Me siento capaz de recibir todo lo que me
quiera regalar la vida y de aceptar que también hay que devolver el regalo a
veces!
A.S.: ¿Qué significa eso de representar a
los músicos españoles en el European Blues Challenge de
2025?.
T.M.: Pues es un compromiso enorme. Una
gran parte de mis amigos son músicos de blues y siento que tengo que estar a la
altura sobre todo por ellos, ya que este ha sido sin duda un regalo que me ha
hecho la vida y hay que respetarlo.
Te haré una confesión, cuando habíamos
tocado ya todos en el Volotea Blues Challenge y estábamos esperando que el
jurado se manifestara, sentí por un lado que lo habíamos hecho bien y que
teníamos posibilidades, pero por otro lado también sentía que tanto Del
Toro Blues Band, Sirjo Cocchi & Balta Bordoy- The
Blues Way o The Lazy Tones, tenían al menos
tantas posibilidades de ganar como nosotros. Eso quiere decir que hay muy
buenas bandas por aquí!!!
A.S.: Tu concierto dentro del XII Festival de Blues de Santa Coloma de
Gramenet es sin duda uno de los más esperados. ¿Qué opinión te merece
el festival y qué te parece el cartel?.
T.M.: Déjame expresarte primero mi amor por Santa
Coloma: estuve muchos años en el Centre de Creació Musical El Molinet dando
clases. De esa etapa han quedado muchos amigos y muy buenos recuerdos.
Me parece un auténtico milagro que se hagan
Festivales de Blues de la categoría del Santako Blues Festival. Un milagro! Me
emociona ver a todos los miembros de la organización como ponen pasión y amor
al proyecto. HAY GENTE MARAVILLOSA!!!
Para mí es una emoción enorme poder participar en
este festival y compartir cartel con artistas de nivel altísimo!!! Estoy muy
muy muy agradecido de poder estar ahí! LO VAMOS A DAR TODO!!!!
A.S.: ¿Quiénes te acompañan en la Tòfol Martínez Blues
Band?.
T.M.: Desde hace muchos años y en este orden
cronológico, toco con Agustí Borrell a la batería, Gerard Nieto al órgano y al
piano y Joan Pau Cumellas a la armónica. Mi vuelta a la música ha incorporado
un nuevo miembro a la banda: Amadeo Zunino al bajo.
Ellos son mis amigos, mi gente, y son los que me
acompañarán el próximo 21 de febrero.
A.S.: ¿Qué podemos esperar de vuestro
directo el 21 de Febrero en el Teatre Segarra de Santa Colomade Gramenet?.
T.M.: Por nuestra parte una entrega máxima, una
ilusión por enseñar nueva música y por seguir subiendo a los escenarios con las
ganas del primer día. Vamos a tocar temas de nuestro próximo álbum y también
algunos que nos acompañan en los últimos años.
Por parte del público, estoy seguro que, como
siempre ha pasado en Santa Coloma de Gramenet, va a ser una bomba de amor!
Cada vez que Dewolff visitan Barcelona aumenta su número de
fans. Han tocado bastante en los últimos años en la ciudad condal, y han ido
pasando de salas pequeñas como el añorado Rocksound, a salas un poco más
grandes como Wolf en 2020, el Sant Jordi club como teloneros de los Black
Crowes en 2022, o Upload en 2023. También los hemos visto en festivales como
Azkena en 2022, demostrando que no les viene grande ningún escenario. En esta
ocasión prácticamente llenaron la sala 2 de Apolo de un público muy fan, que ha
ido creciendo a la vez que la banda, en un ascenso gradual e imparable.
Foto de Mario Olmos
Había mucha expectación y ganas de volver a disfrutar de los
holandeses en vivo, su último disco es el excelente Muscle Shoals, del que
tocaron temazos como Natural Woman, Out on the town o Snowbird. Además sonaron
canciones como Night train, Treasure city moonchild, Will o’ the wisp, Live
like you, Stand up tail, el maravilloso Rosita, y ya en los bises Nothing’s
changing y Freeway flight.
Foto de Mario Olmos
Alternaron interpretaciones más estándar con interminables
jams, en las que se lucieron la guitarra de Pablo Van de Poel, el teclado de
Robin Piso y la batería de Luka Van de Poel. Los juegos vocales de los dos
hermanos fueron una gozada, y hasta les perdoné el desfasado solo de batería,
que normalmente lastra cualquier concierto, pero que sonó resultón y no se me
hizo eterno. Pablo contagió su buen rollo y su actitud a un público que se
entregó desde el minuto uno. Fue toda una experiencia ver como Pablo abandonaba
el escenario, pasaba entre el público saludando y dejándose manosear, para
acabar en la barra del lateral del local, pedir una cerveza y continuar
cantando con toda la tranquilidad del mundo.
Foto de Mario Olmos
Esta banda lo tiene todo: grandes discos, grandes canciones,
un directo arrebatador, y un futuro alentador por delante.
Foto de Mario Olmos
Para todos aquellos que dicen eso tan manido de que el Rock
ha muerto, vayan a ver a estos fieras, y después lo debatimos.
Un concierto de Mary Mahaffey, con banda, en un sitio tan
mágico como el Blacklab de la Barceloneta, es una cita ineludible, y así se vio
reflejado en la buena entrada que presentó el coqueto local barcelonés. Además
era un concierto especial, ya que Mary nos dijo que sería el último en una
buena temporada. Rodeados de buenos amigos melómanos disfrutamos mucho, y además
pudimos departir con ella antes y después del bolo, y como siempre se mostró
cercana y cariñosa.
Abrió la velada Ellen & Simona en formato dúo. Es el
proyecto personalísimo de la cantautora de LleidaHelena Capdevila, que recientemente
ha entrado a formar parte de la familia del sello discográfico Great Canyon
Records, sinónimo de buen gusto y querencia por el sonido americano de raíces.
Dos guitarras, acordeón y una voz muy particular, con un tono casi infantil. Unas
canciones que pasan de la canción de cuna a la balada Country, todo tamizado
por un sonido minimalista y un gusto por los sonidos acústicos que sorprendió a
los que no la conocían. Presentó los temas de su EP Open Water como Las cosas
como vienen se van y algún tema nuevo, alternó inglés, castellano y catalán. Le
seguiremos la pista.
Mary Mahaffey saltó al escenario con su timidez habitual,
pero pronto se vino arriba al verse tan bien arropada tanto en el escenario
como entre el público. Aaron Feder en el pedal Steel, Pablo Sánchez a la
guitarra, Eric Mills al bajo y María Konosova, acompañaron a la de Carolina del
Sur y dieron brillo y matices a sus estupendas canciones. Mary combinó la
guitarra acústica con el violín y brilló especialmente con su voz. Además estuvo
simpática, y también guerrera, acordándose de los fascistas que dirigen las
redes sociales y las plataformas de streaming. Tocó entero su disco Daydreams
de 2023, con temazos como Hold on, Lavender skies, Walls, I would take a boat,
Bunk beds y 7000 cigarettes. También temas más recientes como Slow Down, en la
que se quedó a solas con Pablo Sánchez en una bonita interpretación acústica, y
Blue skies.En cuanto a las versiones,
pues nadie tiene mejor gusto. Letting me down de Margo Price, Una rockera Harlem
river Blues de Justin Townes Earle, la reciente The day the Mississippi died de
Gillian Welch, incluida en esa joya de 2024 llamada Woodland, y para cerrar y
con Helena Capdevila a dúo el Jolene de Dolly Parton. Mary Mahaffey es una de
esas artistas que merecen un reconocimiento mucho mayor del que tienen, y que
no debería de parar de tocar, pero mientras eso ocurre, no pierdas la ocasión
de ir a verla si se presenta la ocasión. No te arrepentirás.