Nueva visita de una de las bandas sureñas por excelencia de las que existen actualmente. Tras su primer concierto en Barcelona, trece años atrás, desde aquí les deseábamos toda la suerte del mundo y decíamos que podían llegar lejos. Pues bien, en aquella ocasión tocaron en Razzmatazz 3, para pasar en sus siguientes visitas a Bikini, Apolo, y ahora, a la sala grande de Razzmatazz. Es más que evidente que el éxito les ha sonreído con el paso de los años, y todo a base de publicar buenos discos y labrarse una reputación en directo. Ahora ya había ganas de tener una nueva cita con ellos, más después de que se aplazara su concierto durante un año debido a la pandemia. O sea que ya tocaba presentar aquí su último trabajo, You hear Georgia, publicado en 2021, y qué mejor manera que hacerlo con el cartel de entradas agotadas en la puerta de la sala.
Con exquisita puntualidad apareció sobre el escenario la banda telonera, Read Southall Band, y debo reconocer que la desconocía por completo. Estuvieron bien, buenas guitarras y buenas canciones con un sonido parecido a Blackberry Smoke (claro, no esperaríamos una bazofia reggaetonera, ¿no?), aunque con un cantante que no acabó de convencerme. No por su voz, sino por su actitud en escena y su escaso carisma. De todas maneras, pintan bien y habrá que seguirles la pista.
Y más puntuales aún salieron los de Charlie Starr (un par de minutos antes de la hora prevista) para atacar con su música y ofrecernos dos horas de categoría. Con pocos comentarios entre canción y canción y a piñón, volcando su repertorio sobre todo entre su último disco y The whipoorwill, que fueron los que más temas aportaron a su set. Y menudo set: Good one comin' on, You hear Georgia, Waiting for the thunder, Pretty little lie, Medicate my mind, Ain't got the Blues, One horse town o los finales Old scarecrow y Ain't much left of me. Las tres guitarras echaban fuego mientras nos soltaban un himno tras otro, porque todas estas canciones ya forman parte de nuestras vidas, y la prueba es como fueron coreadas muchas de ellas.
Un triunfo total para una banda capaz de congregar a muchos aficionados rockeros, y eso ya parece algo insólito, por lo menos en esta ciudad.
Al día siguiente de este concierto llegaba la triste noticia: Gary Rossington se reunía con Ronnie, Allen, Steve y los demás. Sólo puedo darle las gracias por todo y desearle que vuele como un pájaro libre.
Mr. Wolf
Más info en la web de Read Southall Band
Más info en la web de Blackberry Smoke
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