Tras el paréntesis del año pasado, los que formamos parte de la familia de bcnenconcierto volvemos a reencontrarnos con nuestro festival favorito. Es cierto que ya no dura tres días, que la calidad de los nombres que lo componen no es la de hace unos años, pero también es verdad que el cartel era más atractivo que el del año pasado y que echábamos de menos la hospitalidad y los encantos de Vitoria Gasteiz.
Este año se han retomado los conciertos en la plaza de la
virgen Blanca, algo que es todo un acierto al acercar el festival a la ciudad y
establecer una comunión que crea ambientes únicos. El Viernes al mediodía el
francés Nico Duportal & his Rhythm Dudes llenaron la plaza de Rhythm and
Blues y Swing en un mediodía lluvioso pero acogedor; afortunadamente la lluvia
no volvió a hacer acto de presencia en todo el fin de semana; estuvieron
correctos, voluntariosos y simpáticos pero la lluvia les resto público y calor. Bien para empezar el día.
Entramos al recinto de Mendizabala bajo los acordes
Rockabilly de los gallegos Mad Martin trío, pero nuestro primer concierto de
verdad correspondió a los holandeses Sven Hammond, tienen grandes canciones, su
último disco es muy bueno, pero por la razón que fuera no acabaron de ofrecer
un gran concierto, estuvieron correctos sin más, algo que arreglarían de sobras
al día siguiente cuando arrasaron la plaza de la virgen Blanca.
Una cosa que ha acabado por resultar bastante frustrante han sido los solapes entre conciertos, es doloroso tener que escoger entre dos conciertos que te interesan; el primero de ellos hacía que el Rock y Power Pop de los australianos The Dubrovniks compitiera con el Rock de nuevo cuño que facturan los neoyorkinos The Last Internationale. Escogimos a la banda del guitarrista Edgey Pires y la bajista y vocalista Delila Paz, y nos ofrecieron un intenso concierto donde interpretaron los temas más rockeros que componen su primer álbum We will reign, como Wanted man, 1968, o Life, liberty, and the pursuit of indian blood; además de una personalísima versión de la stoniana Sympathy for the devil; gran concierto de un grupo con ganas de comerse el mundo y de ganarse con su entrega a un público que mayoritariamente no les conocía, Delila además de simpatía y belleza nos ganó con una voz espectacular, gran banda, habrá que seguirles la pista. A continuación nos dirigimos al escenario principal para ver a JD McPherson acompañado de una muy buena banda en un concierto de Rock n’ Roll clásico con aires blueseros y Rockabillys, gran concierto y buena actitud que tuvieron que luchar con el mal sonido inicial para ganarse al público, lo del sonido de ésta edición es algo que debería mejorar en las próximas ediciones. El corazón y la nostalgia nos llevó a ver a D-Generation en detrimento de los también interesantes The White Buffalo, y la banda de Jesse Malin, Danny Sage, Howie Pyro y compañía no nos defraudó, salieron a matar, enérgicos y cercanos a un público que les quiere y que añoraba su presencia. Punk Rock de primera y auténticos trallazos como No way out, Capital offender, Scorch o Degenerated; anuncian nuevo disco y continuidad para la banda, a ver si es verdad.
Del concierto de Television salimos con sensaciones agridulces, por un lado un auténtico grupazo ofreciendo una obra maestra como Marquee Moon, buen sonido y ejecución sobria, aunque algo fría y distante por parte de Tom Verlaine y los suyos; por otro lado la sensación de que una propuesta como ésta sería mucho más disfrutable en una sala, fuera del marco de un festival. De todos modos fue un auténtico placer disfrutar de la guitarra marciana del señor Verlaine y de unos temas capitales para entender todo el Rock que surgió después.
En la coincidencia de los conciertos de los canadienses
Black Mountain y Lee Bains III & and The Glory Fires, nos decantamos por los
primeros, y la verdad es que no pudimos haber escogido peor, Black Mountain
venían por primera vez a España, poseen un sonido personal dentro del Rock con
ramalazos progresivos y muy buenos temas, entonces no entiendo que escogieran
un repertorio tan aburrido y que no se entregaran en sus interpretaciones para
ganarse a un público que les esperaba con muchas ganas y que salió claramente
decepcionado. Por el contrario en los
escasos veinte minutos en los que estuve presente en el concierto de Lee Bains me encontré con
una banda rockera dándolo todo para ganarse a un público que cayó rendido a sus
pies, insultantemente jóvenes y descarados se vaciaron en una gran actuación,
lástima no haber podido disfrutar de su concierto entero.
ZZ Top ofrecieron un concierto disfrutable pero
decepcionante, con un repertorio como el que tienen deberían arrasar en
directo, pero ya hace tiempo que ofrecen actuaciones correctas, sin más; además
un sonido bajo restó contundencia a unos temas que forman parte de la historia
del Rock, pero que han vivido días mejores; Billy Gibbons estuvo simpático,
pero lleva abusando de las mismas gracias desde hace muchos años. El repertorio
fue el esperado con La Grange, Sharp dressed man, Legs, Gimme all your lovin’ o
Tush como temas más destacados. Hay que exigirles más.
El colofón para la primera jornada de festival no pudo ser mejor, L7 volvían después de muchos años y la verdad es que no sabíamos muy bien lo que nos íbamos a encontrar, pero nuestras dudas se disiparon rápidamente en cuanto Donita Sparks, Suzi Gardner, Jennifer Finch y Demetra Plakas saltaron al escenario alegres, risueñas y con una energía, unas ganas y un repertorio que hicieron palidecer al resto de actuaciones del día. Arrancaron con Deathwish, Andres y Everglade en un arranque sensacional, continuaron con temas como Monster, Scrap, Fuel my fire, Diet pill, (Right on) Thru, Freak magnet, One more thing, I need, Slide, Shove, Mr. Integrity y Shitlist; brutales, para el bis dejaron la versión de Eddie & The Subtitles American society, el clásico Pretend we’re dead y Fast and frightening. El primer día no podia acabar mejor.
Un Sábado espléndido nos acogió en la plaza de la virgen
Blanca, y allí Sven Hammond triunfaron por todo lo alto en uno de los mejores
conciertos de ésta edición del Azkena, mucho más cercanos, concisos y certeros
que el día anterior pusieron a toda la plaza a bailar con un Soul garajero que
nos contagió su buen rollo a todos, el final del concierto con el escenario
repleto de público bailando y cantando con ellos es una de esas imágenes
imborrables de ésta edición de Azkena. Sven Figee, Tim Eijmaal, Gaddum Glenn
jr., Joost Kroom y el vocalista Ivan Perotti dieron una lección no sólo de
buena música, demostraron cómo hay que ganarse a un público que en su mayoría no te conoce. The Usual suspect, Empire o Happy people nos dejaron con ganas de
más. Deseando verles en una sala.
El Psychobilly de los daneses Powersolo nos recibió en
Mendizabala, pero el primer concierto del día para nosotros fue el de la banda
de Jesse Hugues Eagles of death metal, que bajo un sol de justicia y peleando
con un sonido infame derrocharon simpatía con su Hard Rock simple y divertido,
tuvieron como invitado en un tema al guitarrista de Mastodon Brent Hinds, pero
sólo consiguieron sonar decentemente en los últimos temas, una pena. Todo lo
contrario que Cracker, que nos dejaron encandilados con un sonido limpísimo y
unos temas Country Rock que supieron a gloria en un día marcadamente metálico,
la única pega para el concierto estaría en el horario tan tempranero para una
banda clásica como ellos. David Lowery y Johnny Hickman pasan del Country al
Rock, y del Rock al Pop con una facilidad pasmosa y nos dejaron joyas como Low,
Sweet potato, California country boy, This is Cracker soul o Teen angst (what
the world needs now), muy grandes, en el horario de Ocean colour scene hubieran
brillado más.
El cansancio, el hambre, y un poco de mala planificación nos privó de los conciertos de Red Fang y de Reigning Sound, de los que sólo pudimos entrever que son una gran banda y que necesitamos verles en una sala ya. Puntuales como un reloj aparecieron Mastodon en el escenario principal para dar una lección de metal progresivo que dejó con la boca abierta al personal; han llegado a la primera división del Rock y viendo su entrega y su dominio técnico entendemos el por qué, Brann Dailor, Brent Hinds, Bill Kelliher y Troy Sanders conjugan contundencia , harmonias vocales, juegan con el progresivo y todo ello con un dominio del escenario y del público sorprendente; tocaron muchos temas de su último disco como Tread lightly, Once more ‘round the Sun, High road, Ember city o The Motherload, y temas de sus trabajos anteriores como The Czar, Oblivion o Crystal Skull, gran concierto con un espectacular Brann Dailor a las baquetas. Después de la contundencia de Mastodon nos decantamos por el Rock clásico con aires de los 50 del señor John Paul Keith en el escenario pequeño y disfrutamos mucho con sus canciones luminosas, su simpatía y el arte de hilvanar melodías pegadizas, estribillos y simples pero efectivos solos de guitarra, con traje negro, gafas de pasta y pelo repeinado parece un descendiente de Buddy Holly, incluso su música puede recordarle también, gran concierto. Una de las grandes decepciones del festival vino de la mano de los británicos Ocean colour scene, que salieron desganados con un repertorio lastrado de temas lentos en el inicio que ya no consiguió remontar cuando aceleraron un poco su propuesta, la banda sonó mal conjuntada y en mi modesta opinión en una franja horaria equivocada, una pena, recuerdo haberles visto en muy buena forma en el pasado.
Las últimas actuaciones del festival compartían la
intensidad de la propuesta, los noruegos Kvelertak en forma de Hard Rock, Black
metal y Hardcore, sonando como una apisonadora y comandados por la gutural
garganta de Erlend Hjelvik, guitarras dobladas y buena música que ganaría
enteros si tuvieran un cantante de verdad. Después de haber visto en varias
ocasiones a David Eugene Edwards al frente de Wovenhand creo que la reiteración
de su propuesta les hace perder enteros, es innegable que se entrega en cada
concierto, pero creo sinceramente que su música se ha estancado en un círculo
vicioso cada vez menos atrayente.
Cansados pero contentos esperamos volver el año que viene al
Azkena.
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