Este año se cumple el veinticinco aniversario de su álbum de debut, aquel mágico A bit of what you fancy, que demostraba que aún se puede rockear desde las islas británicas. Y pese a tener una carrera con altibajos y no aparecer nunca en primera línea, los chicos de Spike se mantienen hoy en día de una manera más que digna, grabando buenos discos y ofreciendo espléndidos conciertos como el que nos ocupa. Por la banda han pasado innumerables músicos a lo largo de los años, pero Spike a la voz y su escudero Guy Griffin a la guitarra siempre se han mantenido al frente de la nave. Y no lo han hecho nada mal.
La noche empezó con los temas Troublemaker (Black eyed son) y Too much of a good thing, de su último trabajo, Black eyed sons. Pero no tardarían en llegar algunos de sus clásicos: Misled, There she goes again o Roses & rings. Y es que este grupo dispone de canciones realmente inolvidables, como la emocionante I don't love you anymore; como Sweet Mary Ann, o como las más festivas: Hey you, 7 o'clock o Sex party. Y no faltó ninguna de ellas, claro. Spike mostrándose feliz, Guy Griffin de lo más enrollado y el resto de la banda sonando sin fisuras, ofreciendo lo que mejor saben hacer, Rock'n'Roll en la mejor tradición Faces (con quienes se les comparaba continuamente al principio de su carrera).
Quizá no hayan inventado nada, pero hay que ver cómo nos gustan. Y somos muchos los que pensamos así, que ya hemos hablado de la excelente entrada del local, ¿verdad? Así da gusto empezar el año, viendo a una banda triunfando en su noche barcelonesa. Que siga la fiesta.
Mr. Wolf
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