Nueva visita a nuestra ciudad de una banda ya acostumbrada a incluirnos en sus giras. Tocaron una vez en Rocksound cuando se llamaban Girls, Guns & Glory, y ya como Ward Hayden & The Outliers acumulan varios conciertos más en Barcelona. Y si a principios del año pasado nos presentaron en directo su homenaje a Hank Williams, ahora venían con dos discos bajo el brazo reinterpretando a Bruce Springsteen. Little by little y Piece by piece son sus títulos, y nos muestran un buen puñado de temas del Boss pasados por el filtro Country Rock de la banda.
lunes, 24 de noviembre de 2025
WARD HAYDEN & THE OUTLIERS. LA DESKOMUNAL. 21/11/25
Nueva visita a nuestra ciudad de una banda ya acostumbrada a incluirnos en sus giras. Tocaron una vez en Rocksound cuando se llamaban Girls, Guns & Glory, y ya como Ward Hayden & The Outliers acumulan varios conciertos más en Barcelona. Y si a principios del año pasado nos presentaron en directo su homenaje a Hank Williams, ahora venían con dos discos bajo el brazo reinterpretando a Bruce Springsteen. Little by little y Piece by piece son sus títulos, y nos muestran un buen puñado de temas del Boss pasados por el filtro Country Rock de la banda.
miércoles, 19 de noviembre de 2025
FESTIVAL FEROE. POBLE ESPANYOL. 14-15/11/25
Foto de Mario Olmos
Hay festivales que se escapan a los convencionalismos que se
esperan por parte del público. En los últimos años nos hemos acostumbrado tanto
a unos ciertos grados de maltrato por parte de los grandes festivales, que
cuando asistimos a un festival como el Feroe nos quedamos un buen rato en fuera
de juego. Un aforo cómodo y razonable, la suficiente cantidad de barras como
para calmar la sed y el hambre sin tener que soportar colas interminables, unos
horarios cómodos y compatibles con el transporte público, aseos suficientes y
limpios, y un personal de la organización numeroso y amable. Para los
profesionales de la información el trato todavía más exquisito, incluso con un
espacio reservado para poder desarrollar el trabajo con todas las necesidades
resueltas. Teniendo en cuenta todas estas virtudes, lo único, y más importante,
que quedaba, era ofrecer un cartel de mucha calidad y con una línea artística
coherente. Y en esta primera edición el reto se ha superado con creces. Lo que
ha resultado un tanto decepcionante ha sido que el público no ha respondido del
todo a lo que una propuesta de este calibre merecía, y tan sólo ha cubierto la
mitad, más o menos, del aforo. Esperemos que para la segunda edición la
respuesta sea mucho mayor.
El cartel estuvo formado por seis bandas, tres por día. Que
ofrecían Rock, Pop, Blues, Folk, o Indie, con un denominador común. Una calidad
incuestionable, y en algunos casos, una oportunidad excepcional para ver a
artistas que no se prodigan demasiado en nuestros escenarios. Puede que la
distribución en el cartel fuera discutible, pero los seis conciertos que
pudimos disfrutar en la primera edición del Festival Feroe, fueron de un nivel
fuera de toda discusión.
La primera banda en pisar el escenario del envelat del Poble
Espanyol, fueron los canadienses The Weather Station, que liderados por Tamara
Lindeman ofrecieron sus etéreas y vaporosas canciones ante un público no del
todo familiarizado con su música. Basaron el concierto en su último disco,
Humanhood, publicado a principios de 2025, un disco con ecos a Joni Mitchell,
envuelto en adornos indies y un tanto experimentales. Los canadienses llevan
desde 2006 en activo y han sido comparados en ocasiones con bandas como
Fleetwood Mac, pero está claro que en su última apuesta musical están más cerca
de la profundidad y de la ensoñación, que del Pop un tanto más asequible de
discos como Ignorance, (2021). Puede que para ser el primer concierto del
festival, su propuesta fuera un tanto lineal para la parte del público que no
conocía su música. Pero si estabas atento y conseguías entrar en su particular
universo sonoro, su música te transportaba a sitios de una belleza
indiscutible. Brillaron temas de su último disco como la gran Neon Signs, Body
Moves, Mirror o Humanhood, y tocaron algunos temas más antiguos como Atlantic,
Tried to Tell You, Parking Lot o Subdivisions.
The Jayhawks nos han visitado con regularidad en sus más de
cuarenta años de carrera. Tanto en los gloriosos años en los que Gary Louris
comandaba la nave junto a Mark Olson, como después de la marcha de Olson. Y
siempre han ofrecido grandes conciertos, aunque es cierto que en los últimos
años habían perdido una cierta intensidad, que de alguna manera recuperaron en
el Feroe. Se había anunciado que rendirían homenaje a su glorioso Tomorrow the
Green Grass (1995), pero al final hicieron un set list maravilloso, en el que
metieron muchos de sus grandes éxitos, y hasta tuvieron tiempo para tocar una
inédita Kingston Girl. Las caras de felicidad del público coreando gemas como
Blue, Save it For a Rainy Day, Waiting for the Sun, I’d Run Away, Tampa To
Tulsa, Angelyne, Big Star, Quiet Corners & Empty Spaces o su maravillosa
versión del Bad Time de Grand Funk Railroad, lo decían todo.
The Tallest Man on Earth es el alter ego del sueco Kristian
Matsson, un tipo inquieto que lleva desde 2006 en activo, ofreciendo discos y
conciertos espectaculares. En el Feroe saltó al escenario en solitario. Una
propuesta arriesgada para cerrar el primer día de un festival. Se ganó al
público que no lo conocía, y que cotorreaba más de la cuenta, a base de
entrega, teatralidad, sudor y canciones. Tocó violín, teclados, guitarras y una
especie de mini banjo que nos explicó que era un instrumento tradicional
nórdico. La fuerza de canciones como Love Is All, The Gardener, The dreamer, o
la coreada King of Spain conquistan a cualquiera. Y demostró su amor por Dylan
con una sorprendente versión de Tomorrow Is a Long Time.
Fotos de Mario Olmos
La guinda del festival, y para muchos su mayor aliciente,
fue el concierto, y debut en los escenarios españoles, de los británicos
Squeeze. Después de cuarenta años de carrera resulta sorprendente que nunca
hubieran tocado por aquí, y la verdad es que viendo la respuesta del público
asistente, fueron posiblemente los grandes triunfadores de la primera edición
del festival. Así que esperemos que no tarden mucho tiempo en volver. Comandan
la nave Chris Difford y Glenn Tilbrook, que controlan una maquinaria bien
engrasada de ocho músicos que tocan primorosamente y hacen que sus clásicos
suenen totalmente actuales. Pop con mayúsculas con una banda simpática que
conjuga unas estupendas armonías vocales con unos temas irresistibles y
elegantes. Tocaron Up The Junction, Tempted, Pulling Mussels (From The Shell),
Goodbye Girl, o Take Me I’m Your Yours. Fueron la guinda a un festival
estupendo, que a pesar de no haber conseguido el aforo que merecía, ya anuncia
que habrá edición en 2026. Esperemos que sigan con unas propuestas tan
interesantes como las de este año y que el público responda.
lunes, 17 de noviembre de 2025
LARKIN POE. RAZZMATAZZ. 15/11/25
Realmente podemos sentirnos afortunados de que las hermanas Lovell nos incluyan en sus giras. Era su tercera visita a nuestra ciudad en cuatro años, y pese a que la misma promotora que las traía montara el festival Feroe en las mismas fechas la respuesta del público fue excelente para llenar Razzmatazz. Curiosa esa auto contraprogramación teniendo en cuenta que el tipo de público probablemente sea el mismo. En fin, ellos sabrán.
domingo, 16 de noviembre de 2025
THE HEALERS BAND. JAMBOREE 3. 14/11/25
Lo que muchos años atrás empezó siendo una banda tributo a Van Morrison hoy es un ente musical con vida propia llamado The Healers Band. Como explicó su cantante Henry W en un bonito discurso tras iniciar la noche con The book of life (¡gran tema!) aparecieron en Barcelona hace un par de décadas, y este concierto en la sala 3 de Jamboree significaba la presentación en directo de su reciente trabajo discográfico, The knocking spirit. Un trabajo en el que las letras de las canciones son del poeta irlandés Mick Larkin, elegantemente presente en la sala y que subió al escenario para la parte hablada de In the darkest hours.
martes, 11 de noviembre de 2025
SANTIAGO AUSERÓN. NOVA JAZZ CAVA. TERRASSA. 09/11/25
Nerantzi es una palabra griega que hace referencia a los
naranjos silvestres, o bordes. Que tienen una presencia bonita y esconden un
fruto amargo. Con este sugerente título ha llamado Santiago Auserón a su último
disco. Nerantzi es un proyecto de acercamiento a la canción griega adaptado al
español. El proyecto surge de la colaboración con dos grandes músicos griegos a
los que conoció hace un par de años. El cantante y guitarrista Theodoros Karellas
y el maestro del buzuki Vaggelis Tzeretas.
Casi coincidiendo con la publicación del disco, se ha
iniciado una breve, pero intensa gira, que durante un par de semanas va a
llevar a este trío inusual por media España. Y cuentan con una colaboradora de
lujo en varios temas. La malagueña Ani B Sweet colabora en el disco, y se ha
unido al trío para la gira.
Resulta sorprendente lo poco que se mira desde la música
española a nuestros vecinos del mediterráneo, calan muy poco las propuestas
musicales francesas, portuguesas o griegas. El foco de influencia
angloamericano es tan fuerte en España que casi no deja lugar para nada más.
Santiago Auserón siempre ha sido un tipo curioso, nunca ha hecho lo que se
esperaría de alguien con un pasado tan glorioso dentro del Rock español. Su
carrera en solitario, a su nombre o con el sobrenombre de Juan Perro, ha estado
marcada por la búsqueda constante de nuevas sonoridades. Ha jugueteado con el
Jazz, la Rumba, con la música cubana y con lo que se le haya puesto por delante.
Y si se mete en algo, lo hace de verdad. Solo así se entiende que el
enamoramiento hacia la música griega, tanto antigua como contemporánea, le haya
llevado a unir sus fuerzas con dos portentosos músicos griegos para sacar un
disco y presentarlo en directo en una gira enfocada a los teatros y salas de
Jazz, donde la propuesta musical se puede apreciar mucho más con la cercanía y
la acústica adecuadas.
El concierto en la coqueta Nova Jazz Cava de Terrassa fue
todo un espectáculo. Todo el concierto estuvo enfocado en el nuevo disco y en
interpretaciones de clásicos de la música helena. La calidad de las canciones y
la sensibilidad de la propuesta conquistaron a un público que si esperaba algún
guiño a la carrera pretérita de Santiago, no lo tuvo; pero tampoco se echó en
falta. En estos quince días de gira se ofrece otra cosa, algo único y
extraordinario solo apto para melómanos con las orejas abiertas.
Comenzaron con un instrumental llamado Stou Othona Ta
Chronia, y siguieron con El Desdén, Marea de alcohol, una bonita versión de
Fedra de Mikis Theodorakis, Batalla por la vida, El Color Del Alma. Antes de
cada tema Santiago nos contaba quién era el autor, el título en griego y su
traducción al español. La mayoría compuestas por sus compañeros de aventura. Un
guiño al Rebético griego, un género emparentado con el Fado portugués, el Tango
o el Blues, por su origen marginal y su tratamiento de temas que van desde el
amor trágico, al mundo de las drogas o los bajos fondos. Del referente en el
estilo, Vassilis Tsitsanis tocaron Sinesfiasméni Kiriakí, que se podría
traducir como Domingo Nublado, y de Márkos Vamvakáris, Ta Matoklada Sou
Lampoun, Tus Pestañas Centellean. Siguieron con El Barquero, La Espera e
Irenita. En este momento del concierto y ya con todo el público entregado,
apareció en el escenario Ani B Sweet, y atacaron una sugestiva Marilia, y
después una delicatessen que bordan en el disco, un precioso dueto llamado
Alborada En Tono Menor. Una nueva y curiosa versión de un tema de Mikis
Theodorakis, Si Recordaras Mi Sueño, un tema que en castellano se hizo suyo
Gloria Lasso, con otra letra y muchísimo éxito, Luna De Miel. Para el final del
concierto dejaron el tema que da título al disco, Nerantzi. Una bonita versión
del tema de Mános Hatzidákis que popularizó Melina Merkuri, Ta Pediá Tou Pireá,
Los Niños Del Pireo, y se marcharon con los acordes del inmortal Zorba de Mikis
Theodorakis.
Una noche redonda, un concierto mágico y una aventura
musical extraordinaria, que esperemos que tenga continuidad.
Mr. Sheep
Más info en el Facebook de Santiago Auserón
sábado, 8 de noviembre de 2025
BYWATER CALL. WOLF. 05/11/25
Disco a disco y concierto a concierto, Bywater Call se están convirtiendo en una banda cada vez mejor. Era mi tercera vez con ellos...¡y me vuelven loco! Me cautivaron ya en su primera visita a Rocksound, me encantaron en la segunda en La Textil, y me quito el sombrero nuevamente ahora habiéndolos visto en Wolf. Mezclan sabiamente diversos estilos, suenan de maravilla y tienen a Meghan Parnell, la cantante blanca de voz más negra junto a la gran Ann Wilson (todos en pie, por favor). Buenos discos y directo infalible, combinación perfecta, como demuestran en Sunshine, su reciente trabajo en vivo.
Como decía, el concierto fue nuevamente mayúsculo, algo que no nos sorprendió a los que ya conocemos a estos canadienses. Y es que nos desgañitamos coreando como locos Sweet Maria y Everybody knows, nos hicieron vibrar al enlazar Holler con el Kashmir de Led Zeppelin (otra vez en pie), nos maravillaron con el precioso Clutter y nos llevaron al cielo con el descomunal Left behind, en uno de los momentos más brillantes del guitarrista Dave Barnes. Eso sí, feísima su acústica, algo que destacó también Meghan, una perfecta, elegante y simpática maestra de ceremonias, que acabó haciéndose un selfie con todos los presentes desde el escenario y bajando enseguida para charlar, firmar y hacerse fotos. Así da gusto, sin divismos ni tonterías.
Pues que sigan, grabando y girando, aprovechando que de momento no se les agota la inspiración. Una de mis bandas favoritas de la actualidad, sin duda.
Mr. Wolf
viernes, 7 de noviembre de 2025
LIBROS: LA MÚSICA VIAJA EN TREN
LA MÚSICA VIAJA EN TREN. MIGUEL LÓPEZ. SÍLEX. 2025. 479
PÁGINAS
La publicación de un libro de Miguel López siempre es una
buena noticia. Su trabajo periodístico y sus excelentes libros anteriores
convierten la salida de cada nueva obra en un acontecimiento imprescindible. En
esta ocasión ha escrito un libro casi enciclopédico, sobre música, sí; pero
también sobre el ferrocarril, medio en el que ha trabajado media vida, y sobre
la sociedad del tiempo que se narra.
Miguel López ha escrito un libro fascinante. Su fascinación
reside no sólo en el aspecto musical, con una crónica histórica de la música
popular, sobre todo norteamericana, desde los orígenes del Blues hasta nuestros
días. Lo verdaderamente interesante del texto está en entrelazar la música con
el nacimiento y desarrollo del ferrocarril, y como éste fue fundamental para la
historia y la imaginería de la música. Además, por supuesto, todo se
contextualiza con la historia del momento y con los movimientos sociales y
culturales de cada época. En un titánico trabajo que nos da una lección de
historia con mayúsculas.
El libro abarca desde los inicios del Blues con sus pioneras
como Mamie Smith, que grabó el primer blues en 1920, Crazy Blues. Memphis
Minnie, Ma Rainey, Bessie Smith, etc…. Las primeras giras en tren, los Medicine
Shows de la época, todo con la sombra siniestra de la segregación racial como
telón de fondo.
La parte histórica sobre el ferrocarril acompaña a las
andanzas musicales, y nos cuenta desde el primer recorrido en tren en los
Estados Unidos, la línea Baltimore-Ohio en 1827, las múltiples compañías
ferroviarias que luchaban entre ellas, la primera línea transcontinental en
1865 y su importancia en la vertebración y construcción de un país. El
ferrocarril era un símbolo de libertad para los negros que escapaban de sus
precarias vidas en el sur, y fue también una herramienta para el comercio
clandestino en la época de la Ley Seca. La figura de los Hobos y su nómada
forma de vida surgen con el desarrollo y la ampliación de las líneas
ferroviarias.
“La época dorada del ferrocarril coincide con los años en que el Blues, el Jazz y el Gospel forjan su identidad”. Es fascinante cuando nos narra las peripecias vitales de mitos como Robert Johnson, Charlie Patton, Skip James, Son House o Bukka White. En esta parte se incluye un maravilloso capítulo dedicado a narrar la vida de David Honeyboy Edwards, sus andanzas en la gran migración del sur hacia Chicago, sus encuentros con compañeros músicos que hoy son considerados auténticos mitos, los trabajos forzados en plantaciones como expresión de una nueva esclavitud. Su participación en Barrelhouses y Juke Joints, que eran locales donde se divertían, comían, bebían y bailaban los afroamericanos. El Canned Heat y demás licores adulterados con el alcohol metílico que provocó tantas cegueras. Cómo tuvo que compaginar su vida como Bluesman y como Gandy Dancer del ferrocarril. Su ostracismo de años y su recuperación por parte de gente como Fleetwood Mac, hasta su actuación en el festival de Blues de Cerdanyola de 2006 con 91 años.
En otro gran capítulo llamado Traqueteos de libertad, además
de hablar sobre el nacimiento y la evolución del Jazz, el Gospel y el Soul, se
cuenta la historia del Underground Railroad, que fue una red clandestina que desde
principios del siglo XIX ayudaba a escapar a los esclavos hacia los estados del
Norte y Canadá.
Se narra la popularización del Gospel con figuras tan
importantes como Mahalia Jackson o una Sister Rosetta Tharpe a la que podríamos
considerar como la fundadora del Rock n’ Roll. Jelly Roll Morton es otro de los
protagonistas como figura esencial para la popularización del Jazz con origen
en Nueva Orleans. La transición hacia la época de las grandes orquestas del
Jazz con Benny Goodman y sobre todos, Duke Ellington, como grandes referentes. La
secularización del góspel nos llevó al Soul, a James Brown y a Aretha.
“El ferrocarril atrae mucho más a la poesía que otros medios
de transporte”. El hombre con el que comenzó todo, Jimmy Rodgers. La primera
estrella musical masiva en los Estados Unidos, que trabajó en el ferrocarril y
que convirtió el canto en falsete conocido como Blue Yodel en lo que hoy día se
conoce como Country.
La canción protesta que tuvo en el gran Woody Guthrie a su
máximo exponente y a Pete Seeger en su difusor más destacado. “El Blues es
música negra por definición, el Country es música blanca por definición, y el
Folk, en cambio, es interracial y, tanto entre sus músicos, como entre su
público, hay negros y blancos”.
Los que sabemos del amor por la música de Miguel López,
conocemos sus filias y sus amores incondicionales, por eso la parte que les
dedica a Johnny Cash, Bob Dylan, Beatles, Stones, Van Morrison o Tom Waits,
resulta tan brillante. Conocer las relaciones que tenían con el mundo del
ferrocarril resulta muy revelador. También nos explica el mito de John Henry
como símbolo de la lucha por la justicia.
La última parte del libro está dedicada a la música
española, desde el flamenco más añejo a la actualidad, y su relación con el mundo
del tren. La historia del ferrocarril en España, la historia de Renfe, con sus
mutaciones hasta llegar a la época de la alta velocidad, también es muy
interesante.
Hay que destacar la edición tan bonita que ha hecho la
editorial Sílex del libro, que tiene una preciosa portada con Johnny Cash
apoyado en una locomotora, y una gran cantidad de fotos que ayudan enormemente
a la comprensión del texto.
En definitiva, Miguel López en su nuevo libro, La música
viaja en tren, nos habla de mucho más que de música, de trenes o de historia.
Nos habla de la vida misma, que es de alguna manera de lo que nos habla en
todos su libros.
Mr. Sheep
Imágenes de la presentación del libro el 14 de Octubre en Disco 100, en Barcelona
sábado, 1 de noviembre de 2025
CAROLYN WONDERLAND. RAZZMATAZZ 3. 29/10/25
Nos visitaba una guitarrista que había acompañado a todo un John Mayall durante sus últimos años, además con una importante carrera ya a sus espaldas en solitario. Obviamente, resultaba un caramelo muy apetecible, así que no podíamos fallar y nos plantamos una vez más en la sala pequeña de Razzmatazz para ver a la norteamericana Carolyn Wonderland junto a su banda.
viernes, 31 de octubre de 2025
VULVARINE. UPLOAD. 28/10/25
Con todos ustedes, directamente desde Austria... ¡Vulvarine! Un momento, ¿Austria? ¿Hay alguna escena rockera en aquel país? Pues bueno, escena no sé, pero la aparición de esta banda sí que ha sido una más que agradable sorpresa, aunque a nadie le sorprendería que su lugar de procedencia fuera Suecia, pudiéndonos recordar en ocasiones a grupos escandinavos por el tipo de música que practican.
miércoles, 29 de octubre de 2025
NICO BONES + CHEAP KISS. METEORO. 25/10/25
Me apetecía mucho disfrutar de un ruidoso y sudoroso concierto en un garito. La deriva de las salas de conciertos en Barcelona está haciendo que desaparezcan muchos locales de conciertos, y cada vez es más difícil encontrar propuestas como la que nos ofrecía la sala Meteoro de la mano de Mojoclub Productions.
Desde Los Ángeles, la banda de Nico Bones, con su Rock n' Roll glammy y sleazy, y sus guiños a New York Dolls, y desde Barcelona Cheap Kiss con su garaje Rock heredero del mejor espíritu ramoniano y con aroma a los mejores Misfits.
Es verdad que la sala Meteoro no es para todo el mundo. Hace mucho calor dentro y el sonido es infernal, pero, si el bolo no es en verano, y las bandas rockean de verdad, ofrece conciertos muy viscerales, de los que hacen que recuerdes porqué te enamoraste de una secta llamada Rock n' Roll. Y desde luego que las dos bandas que tocaron esa noche nos brindaron justo eso, música real, sudorosa, de la que hace corees los temas puño en alto y que cuando acaba parece que te haya atropellado un camión.
Cheap KissAbrieron la velada Cheap Kiss, un grupo que mejora a cada bolo. Lástima que sólo tuvieran media hora para descargar sus grandes canciones, porque tienen repertorio para mucho más. Tocaron temas de su último EP publicado en 2025, Chasing the Lies, y tuvieron tiempo para tocar alguno de sus temas más antiguos como Pineapple Pizza, No! o la gran Johnny, I Wanna Be a Junkie Like You. Fer, Vega y Tiger lo dieron todo en el poco tiempo del que dispusieron, y nos dejaron con ganas de más. La última vez que pude disfrutar de su directo fue en Marzo, en el Can Balmes Fest, y cada vez me gustan más.
Nico Bones llegaban a Barcelona como penúltima parada de su gira por España, y después de doce días seguidos de conciertos que han abarcado toda la geografía española. Un auténtico maratón, vamos. Pero salieron al escenario de la sala Meteoro con muchas ganas de tocar, y de disfrutar. Casi tanto como el público, que los acogió con entusiasmo y les llevó en volandas por un concierto rockero, ruidoso, un tanto caótico, y muy disfrutable. Durante poco más de una hora se vaciaron en escena, sudaron la gota gorda, e incluso sufrieron algún pequeño mareo. Pero fueron capaces de ofrecer un concierto de Rock n' Roll muy disfrutable.
Nico Bones a la guitarra y voz, Manny Danger a la batería, Donny Rox a la guitarra, y Wild Bill Bardot al bajo son la actual formación de la banda, y se complementan a las mil maravillas. Salieron a tocar entre el público y se les vio contentos y satisfechos. Acabaron el bolo muy cansados, pero con la sensación de haber conectado con el público. Lo suyo es Rock n' Roll con influencias de gente como New York Dolls o los Rolling Stones más arrastrados, y poseen un sonido ruidoso, glam y garajero. Tocaron temas como Judy, Satin Doll, Brown Sugar Blues, Hard Pill to Swallow o Bottle of Luv, versionaron el Rumble de Link Wray o Little T & A de los Stones.
Después del concierto tuve la oportunidad de hablar con Nico, se le veía feliz por el concierto, y con ganas de volver pronto. A ver si es verdad.
Mr. Sheep
martes, 21 de octubre de 2025
MIKE FARRIS. ACLAM CLUB. 18/10/25
Hace
muchos años que sabemos que Mike Farris es de esos artistas dotados de un
talento mayúsculo y de unas condicionas vocales descomunales. Posee además ese
halo místico de los más grandes, y aunque siempre da grandes conciertos, es que
a veces consigue ofrecer ese tipo de bolos especiales, en los que todo se
conjuga para que la experiencia sea casi sobrenatural. Tiene eso que los
flamencos llaman “duende”, y de vez en cuando sus conciertos trascienden lo
meramente musical para convertirse en acontecimientos únicos. Le he visto en
todas sus visitas a nuestro país, la última con Screamin’ Cheetah Wheelies en
Noviembre de 2023. Hasta ahora yo tenía la sensación de haber presenciado dos
de esos conciertos mágicos con Mike Farris. El primero de ellos fue con
Screamin’ Cheetah wheelies en un concierto de retorno muy especial en el Azkena
Rock Festival de 2004, durante el cual se fue la luz del escenario, Mike se
puso a cantar a pelo y consiguió callar a las 20000 personas del público, que
cayeron hipnotizadas bajo su influjo. En 2018 actuó con su banda, los Fortunate
Few, en el Calella Rock Fest, ante un público, que en su mayoría no era el
suyo, y al que se ganó a base de talento, clase, su prodigiosa garganta, y una
sensibilidad y entrega total. Al finalizar el concierto y cuando se disponía a
abandonar el recinto junto a su banda, ya en la calle, el gentío que estaba
fuera le despidió con una de las ovaciones más espectaculares y emocionantes
que he visto nunca.
A
esos dos conciertos históricos tendré que añadir a partir de ahora su actuación
en la preciosa sala Aclam de Barcelona. Una actuación acústica con guitarra,
harmónica, su vozarrón, y una simpatía y cercanía al público, bastante fanático
del de Tennessee, que consiguió trascender lo meramente musical para elevarlo a
la categoría de lo sublime. Ha sido el concierto más largo de su gira española,
duró casi dos horas, y nos regaló un repertorio donde se mezclaron los temas de
su último disco, The Sound of Muscle Shoals, con grandes versiones de gente
como Johnny Cash o Tom Petty, y donde brillaron especialmente los temas de
Screamin’ Cheetah Wheelies.
Es
posible que en su discografía en solitario pueda haber disparidad de opiniones
sobre la excelencia de algunos discos, pero lo que no admite discusión es que
encima de un escenario no tiene rivales. Su último disco, sin ir más lejos,
recibió unas reseñas con opiniones dispares, aunque he de decir que es un
trabajo que claramente mejora con las escuchas, y que los temas del disco que
tocó en su concierto, sonaron a gloria.
Comenzó
por la puerta grande, con Hello from Venus, uno de los grandes himnos de
Screamin’ Cheetah Wheelies, siguió con Jonah & The Whale, Ease On de su
último trabajo, Good Time y Backwoods Travellin’ de los Wheelies, su particular
relectura del Folsom Prison Blues de Johnny Cash, la cachonda Let Me Love You
Baby de Willie Dixon, en la que nos hizo cantar y bromeó con el público.
Magnolia con sus complicados cambios de ritmo dio paso a la primera canción que
compuso, la inmortal Gypsy Lullaby. Dedicó Tennessee Girl a su mujer, para seguir
con Corinna de Taj Mahal, volvió al repertorio de los Wheelies con This Is The
Time, se acercó al Blues con John The Revelator de Blind Willie Johnson, y
vuelta a su último disco con la excelente versión del clásico de Tom Petty,
Swingin’. Acabó el concierto con dos bises muy solicitados, Father Speaks de
Screamin’ Cheetah Wheelies en una interpretación sobrecogedora, y uno de los
mejores temas de su último disco, Sunset Road.
Casi
dos horas de un concierto íntimo, con una comunión total con el público, en una
noche mágica que esperamos que se repita pronto. Queremos a Mike Farris en
todos sus formatos, con Screamin’ Cheetah Wheelies, con sus Fortunate Few, o en
solitario. Da igual, siempre que nos visita ofrece un gran concierto, y algunas
veces consigue trascender lo que supone un concierto de Rock n’ Roll. Al acabar el concierto Mike Farris tuvo tiempo para charlar y hacerse fotos con todo el que se le acercó, y llevaba la sonrisa de satisfacción del que sabe que lo ha bordado.
Hay
que destacar también que la sala Aclam Club es una preciosidad, y tiene una
acústica estupenda, esperemos que acoja más conciertos en el futuro.
Todas las fotos cortesía de Mario Olmos




















.jpeg)


.jpeg)
.jpeg)





