lunes, 8 de diciembre de 2025

THE MOLOTOVS. UPLOAD. 03/12/25


The Molotovs
son la nueva sensación aparecida en Inglaterra de la que todo el mundo habla, incluyendo a algunos respetados músicos de un lado y otro del Atlántico. He leído de todo sobre su música: New Wave, Power Pop, Punk... Lo de siempre, hay que oírlos y sacar conclusiones. ¿Y quiénes son estos chicos de nombre incendiario? Pues se trata de Matt Cartlidge a la guitarra y voz acompañado de su hermana Issey, bajista y coros, junto al batería Harry Castle. Y lo curioso es que hablamos de gente que, pese a llevar ya unos cuantos años en el negocio, creo que aún no han llegado a la veintena. Otra curiosidad es que su primer álbum, Wasted on youth, no ha llegado a nuestras manos todavía y tendremos que esperar hasta inicios del próximo año para verlo publicado. Pese a ello, muy buena entrada en la sala Upload, con mucha gente curiosa por ver el directo de estos jovenzuelos y más de un enrojecido guiri también llegado de las islas británicas.

Por mi parte, tras ver el concierto, me quedaron sensaciones tanto positivas como negativas. Por un lado, atacaron un sólido repertorio sin dar respiro, con fiereza, ímpetu, potencia y arrojo juvenil (obviamente). Matt un poco más discreto que su hermana, que sin manías llena el escenario con su Rickenbacker, teniendo más que estudiados los movimientos y las caras que pone. Y sorprendiendo al final, cuando apareció para tocar Get a life en el bis con una camiseta del Espanyol, hecho que provocó el regocijo en unos que no están acostumbrados a ver la camiseta de su equipo en un concierto con otros a los que no les acabó de hacer gracia la idea. Los temas, una buena colección de píldoras antidepresivas, como Today's gonna be our day, Wasted on youth, More more more o Come on now, con un nuevo My metallic wife y una versión del Suffragette city de David Bowie.
Y la sensación negativa de la que hablaba antes, pues la escasa duración del concierto. Poco más de cincuenta minutos es una ridiculez por mucho que hayan salido como fieras desde el primer momento. También poca interactuación con el público por parte de Matt y un detalle final que me pareció escasamente empático cuando recogió las púas que tenía puestas en el pie de micro y se las metió en el bolsillo mientras la gente se las pedía. ¿Pecados de juventud que irán puliendo con el tiempo? Esperemos que sí.
La cuestión es que puede que aún haya futuro para el Rock'n'Roll mientras sigan apareciendo bandas como esta. Y en Enero se publica el disco, no lo olvidéis.

Para acabar me gustaría hacer un pequeño comentario sobre Upload. Es una de las mejores salas de Barcelona y con una programación interesante, pero lamentablemente no trata con respeto a la gente que vamos a sus conciertos. Los horarios de inicio habitualmente ya son bastante tardíos y además suele pasar como esta vez, con veinte minutos de retraso de la hora de apertura de puertas con lo que estaba anunciado. Y tener a la gente esperando una noche fría en la calle no tiene nombre.
A ver si se ponen las pilas.

Mr. Wolf

Más info en la web de The Molotovs



viernes, 5 de diciembre de 2025

DISCOS. TREATY OAK REVIVAL. WEST TEXAS DEGENERATE.

 




Hace un par de años, siguiendo la estela de nuevas bandas de Rock americano como los Red Clay Strays, descubrí a unos texanos que me encantaron, y de los que no tenía referencias. Desde Odessa, Texas, Los Treaty Oak Revival. Una banda que hasta entonces sólo había tocado en bares, y que se formó en 2018 precisamente para eso, para tocar versiones de Rock sureño en cualquier garito de Texas y alrededores. Los años han pasado muy deprisa para ellos. En 2021 se dieron a conocer con el disco No Vacancy, un disco repleto de himnos Country Rock cerveceros, que les dio a conocer y empezó a sacarles de su zona de confort al empezar a tocar cada vez más lejos. En 2023 llegaría Have A Nice Day, y con él los garitos cada vez más grandes, hasta que tocar en garitos se les quedó pequeño y dieron el paso, poco a poco, pero sin pausa, hacia las grandes salas de conciertos, tanto rockeras como country. Este mismo año publicaron hace unos meses un mini LP acústico en directo, llamado The Talco Tapes, con versiones de algunos de sus temas más conocidos, y que es una delicia. La expectación era muy grande ante la publicación de su tercer álbum de estudio, los dos adelantos publicados como single, Happy Face y Bad State Of Mind, habían funcionado muy bien, y así, hace unos días, ha visto la luz West Texas Degenerate. El disco que debe colocarlos en la élite del Rock sureño. Mezclan sin ningún tipo de rubor la sonoridad del Country, el virtuosismo del Hard rock y la fuerza y energía del Punk.




El grupo debe su nombre al último de los 14 robles sagrados para los Comanches y los Tonkawa. Sam Canty es el vocalista y toca la guitarra acústica, Jeremiah Vanley es el guitarra solista principal, y su tío, Lance Vanley es el guitarrista rítmico, además de hacer los coros. Cody Holloway se ocupa de la batería, y Dakota Hernández del bajo. Aunque en el disco el bajista ha sido Andrew Carey, que dejó la banda el pasado verano.



El disco se abre con una introducción muy original, una conversación sobre los primeros conciertos y héroes musicales con Edgar Viveros del grupo de Oklahoma Ben Quad. Port A entra como un cañón con unas guitarras que echan fuego, para contarnos cómo fueron unos modestos días de vacaciones de Sam Canty. El tema que da título al disco, West Texas Degenerate, es un dueto con el músico texano William Clark Green. Va a convertirse en su nuevo himno, ya que es una canción con un estribillo irresistible, en el que se habla de identidad y de los vicios que todo degenerado del oeste de Texas arrastra consigo. Shit Hill baja un poco las revoluciones con su inicio de batería sincopado, hasta que un redoble cambia completamente el tema y lo convierte en una canción hard rockera con fuerte acento sureño. En Withdrawals se acompañan de otro de los músicos con los que se han pateado los locales del sur de los USA, Gannon Fremin & CCRV. El de Oklahoma empasta perfectamente con los texanos para ofrecer un temazo que bien podrían haber firmado los mismísimos Blackberry Smoke. El momento álgido del disco llega con su canción más escuchada hasta el momento en plataformas, Bad State Of Mine. Clásico southern rock en el que la voz de Sam Canty destaca especialmente, con su acento sureño tan marcado, y en el que las guitarras de los Vanley echan humo. En Dosin nos hablan de una pérdida amorosa y de lamerse las heridas. En Misery colabora Gary Stanton, otro colega de escenarios, que los ha acompañado varias veces con su banda Muscadine Bloodline. Gran canción con otro estribillo irresistible marca de la casa. Stay A While marca un ritmo trotón para llevarnos a un bombazo Hard Rockero con unas guitarras incendiarias que en los solos recuerdan al añorado Eddie Van Halen, Naders. No hay disco clásico de buen rock americano que no tenga su bonita canción de amor, Sunflower es más un medio tiempo que una balada, pero cumple con creces su función en el disco, y es que no todo puede ser intensidad. Happy Face fue el primer adelanto del disco, se publicó en 2024 con la banda en plena expansión, y provocó mucha expectación. Gran canción sobre una ruptura y el engañarse a uno mismo poniendo buena cara cuando estás destrozado. Blue Star es la última canción del disco, y es otro temazo de Rock sureño que te hace desear el momento en que se decidan a cruzar el charco y venir a tocar por aquí. Sus directos tienen fama de incendiarios con Stage Divin’ y gente lanzando cervezas por los aires en modo die hard fan. West Texas Degenerate se cierra con un apunte acústico que sirve para presentar al nuevo bajista, Dakota Hernández.



El disco ha sido producido por los propios Treaty Oak Revival con la ayuda de Taylor Kimball. Sam Canty ha dejado el alcohol y dice que sus letras están madurando un poco, también dice que intenta fijarse en gente como Reckless Kelly o Ryan Bingham, pero lo que no ha perdido es la fuerza y el descaro. Y es que está al frente de una de las mejores bandas de Rock americano del momento. Esperemos que dure y que podamos constatarlo en nuestros escenarios.

Antonio Sánchez

Más info en la web de Treaty Oak Revival









domingo, 30 de noviembre de 2025

THE WATERBOYS. PARAL·LEL 62. 27/11/25


Día de difícil elección para muchos, con los conciertos de The Waterboys y Cracker coincidiendo en Barcelona. Y si además le sumábamos al renacido Marilyn Manson en Badalona se complicaba aún más la cosa. Finalmente elegí ver a los de Mike Scott, aunque me habría encantado ir a Cracker. Lo que me sorprendió enormemente fue que los dos conciertos gozaron de una excelente entrada, de hecho en Paral·lel 62 colgaron el sold out. Me alegra que Barcelona haya respondido esta vez.

The Waterboys son una de las bandas de mi vida, y This is the sea uno de mis discos de cabecera. Uno de aquellos de los que te sabes cada una de las notas que suenan y que puedes volver a escuchar una y otra vez sin cansarte de él. Aunque no es el único gran disco que han grabado sí que es el más destacable en mi opinión. En este mismo año han publicado Life, death and Dennis Hopper, dedicado al genial actor, y para 2026 anuncian gira con Steve Earle como miembro del grupo que hará parada en Valencia.

La noche fue una gozada para todos los seguidores veteranos que nos congregamos allí, con tres partes diferenciadas. La inicial en la que descargaron sin descanso Glastonbury song, How long will I love you?, Medicine bow, Be my enemy, Fisherman's Blues y un épico This is the sea., además de una sorprendente versión del Knockin' on heaven's door. La segunda parte fue dedicada a su último trabajo, y pese a ser un buen disco significó un bajón tras ese inicio espectacular. A lo largo de una media hora tocaron unos cuantos temas de su obra, como Blues for Terry Southern, Michelle (always stay) o Ten years gone, con proyecciones detrás y haciendo coros las componentes de The Deep Blue, la banda telonera que a mí personalmente no me entusiasmó y que sufrió un sonido nefasto, nada que ver con el de la banda principal. Ya la tercera parte fue la de la traca final, en la que se habían reservado Don't bang the drum, A girl called Johnny, Spirit y The pan within, para rematar el bis con The whole of the moon enlazada con el Everyday people de Sly & The Family Stone, acabando a lo grande con las chicas de The Deep Blue de nuevo sumadas al fin de fiesta. Reconozco que me emocioné en varias ocasiones, y si llegan a tocar Old England caigo desmayado.

Dos horas de concierto, en las que vimos a un Mike Scott bajo su gorra, parapetado tras unas gafas de sol y con unos horrorosos pantalones rojos que parecían ser del chándal de la selección española, pero mostrando carisma y buen humor. Y por supuesto no olvidemos al teclista Brother Paul Brown, un tipo divertido que es todo un espectáculo y que se ha convertido en una de las bazas del directo. Y si fichan a Steve Earle...qué más se puede pedir.

Mr. Wolf

Más info en la web de Waterboys




sábado, 29 de noviembre de 2025

DISCOS. SANTIAGO AUSERÓN. NERANTZI.

 




Hace unos días publicamos una crónica de la gira que ha juntado a Santiago Auserón con el guitarrista Theodoros Karellas y Vaggelis Tzeretas al Buzuki. La gira ha sido el fruto de la grabación de un disco conjunto que se publicó en Octubre. El disco se nutre de composiciones de Karellas y Tzeretas adaptadas al español por Santiago, además de versiones de canciones griegas y un tema compuesto por el mismísimo cantante aragonés.

Lo que empezó como un juego, y un deseo de ahondar en el universo musical griego por parte del inquieto Santiago Auserón, ha dado como fruto, en este caso dulce, un disco precioso llamado Nerantzi. Lo que para algunos podría sonar a un capricho de estrella de la música, buscando sonidos exóticos para ampliar su rica paleta de sonidos, me atrevería a decir que ha dado lugar a uno de los mejores discos de su carrera. La aparente sencillez de su planteamiento, basado en guitarra y buzuki, dota de una calidez y una belleza más que suficientes a la voz de Santiago.

No han sido muchos los acercamientos de la música Rock al cancionero griego, si acaso la adaptación al Surf Rock de Dick Dale del tema Misirlou, inmortalizado para la posteridad en la banda sonora de Pulp Fiction, o los jugueteos de los Beatles en las líneas de guitarra de temas como Girl o Michelle. En este disco lo que ha buscado el trío protagonista ha sido otra cosa, sonar a canción tradicional griega, heredera del Rebético, y tan sólo dar alguna pincelada de otras músicas.



El disco se abre con un tema de Theodoros Karellas llamado El Desdén, que adaptan de forma brillante y desenfadada, para hablar del gran tema del disco, el desamor. Continúan con la típica canción con temas clásicos del Rebético, en este caso el alcohol para superar el dolor. Es un tema original de Vaggelis Tzeretas, llamado Marea De Alcohol. Una de las cumbres artísticas del disco viene de la versión del tema de Mikis Theodorakis, Fedra. Una moderna adaptación del mito de Eurípides, que formó parte de la película Fedra de Jules Dassin (1962) y que originalmente cantó la gran Melina Mercouri. La versión es preciosa y por momentos da hasta escalofríos escuchar una adaptación hecha con tanto gusto y sencillez. Batalla Por La Vida es un tema compuesto por Theodoros Karellas y Thomas Psimmas, y es una canción de trasfondo pacifista y naturalista, con unas bonitas escenas costumbristas. ¿De qué color es tu alma?, nos cantan en la canción contra los prejuicios raciales, El Color Del Alma, original de Vaggelis Tzeretas. Una de mis favoritas es La Espera, tema original de Theodoros Karellas y Menelaos Lountemis, una canción que comienza con aire de Bossa Nova y tiene unos bonitos arreglos jazzísticos a cargo de un sugerente clarinete. Nos habla del hastío de la vida, de la espera eterna, y nos deja esa sensación de la espera como objetivo absurdo, que tan bien retratara Dino Buzzati en su novela El Desierto De Los Tártaros. Irenita es una canción original de Panagiotis Tountas que nos habla de tomar algunas drogas para olvidar el desafecto de Irenita, tiene unos bonitos fraseos de violín que le dan un sonido muy particular. Otro de los grandes momentos del disco es el dueto con Ani B Sweet en Alborada En Tono Menor, un tema original de Minos Matsas y Spiros Peristeris que nos habla, cómo no, de un amor desesperado. Ani B Sweet está pletórica y le da un toque de dulzura que conjuga muy bien con la voz de Santiago. En directo es una canción que te hace levitar, una joya. El disco se cierra con la única composición de Santiago Auserón, Naranjo Amargo, que a ritmo de Sirtaki nos lleva a la confrontación y el equilibrio entre lo dulce y lo amargo, con una obvia connotación sexual, pero que no se queda sólo en eso. Es una canción que nos enseña que la vida se resume en momentos dulces y también amargos, y que la belleza a veces esconde trampas amargas en las que solemos caer los débiles mortales.

Nerantzi, es un disco precioso que esperemos que tenga continuidad en el futuro. La complicidad entre el trío protagonista merece seguir explorando en el universo de la música griega.


Antonio Sánchez













lunes, 24 de noviembre de 2025

WARD HAYDEN & THE OUTLIERS. LA DESKOMUNAL. 21/11/25


Nueva visita a nuestra ciudad de una banda ya acostumbrada a incluirnos en sus giras. Tocaron una vez en Rocksound cuando se llamaban Girls, Guns & Glory, y ya como Ward Hayden & The Outliers acumulan varios conciertos más en Barcelona. Y si a principios del año pasado nos presentaron en directo su homenaje a Hank Williams, ahora venían con dos discos bajo el brazo reinterpretando a Bruce Springsteen. Little by little y Piece by piece son sus títulos, y nos muestran un buen puñado de temas del Boss pasados por el filtro Country Rock de la banda.

Ward ha reformado al grupo, con varios miembros nuevos y cinco integrantes en lugar de cuatro, y la verdad es que en directo suenan de maravilla. Además, tuvieron la habilidad de hacer un repertorio en el que se vieran incluidas todas sus etapas, con temas como Rock'n'Roll, South shore, Empty bottles, Maryanne o I'd die for you. También alguna versión, como ese clásico de Willie Nelson llamado On the road again que fue cantado por el simpático bajista Greg Hall. Y por supuesto los temas de Springsteen, que en este concierto fueron Glory days, Youngstown, Stolen car, Dancing in the dark, un maravilloso Cadillac ranch y Brilliant disguise. Todo ello aderezado con las historias que nos contaba Ward mientras rasgaba su preciosa acústica, hablándonos sobre Boston, sobre su familia y cosas sobre el mismo Springsteen. Otro tipo simpático.

Triunfo sin paliativos en esta nueva visita, como se pudo comprobar viendo las ventas de vinilos, CDs y camisetas.
Hasta la próxima.

Mr. Wolf




miércoles, 19 de noviembre de 2025

FESTIVAL FEROE. POBLE ESPANYOL. 14-15/11/25

 

                                           Foto de Mario Olmos


Hay festivales que se escapan a los convencionalismos que se esperan por parte del público. En los últimos años nos hemos acostumbrado tanto a unos ciertos grados de maltrato por parte de los grandes festivales, que cuando asistimos a un festival como el Feroe nos quedamos un buen rato en fuera de juego. Un aforo cómodo y razonable, la suficiente cantidad de barras como para calmar la sed y el hambre sin tener que soportar colas interminables, unos horarios cómodos y compatibles con el transporte público, aseos suficientes y limpios, y un personal de la organización numeroso y amable. Para los profesionales de la información el trato todavía más exquisito, incluso con un espacio reservado para poder desarrollar el trabajo con todas las necesidades resueltas. Teniendo en cuenta todas estas virtudes, lo único, y más importante, que quedaba, era ofrecer un cartel de mucha calidad y con una línea artística coherente. Y en esta primera edición el reto se ha superado con creces. Lo que ha resultado un tanto decepcionante ha sido que el público no ha respondido del todo a lo que una propuesta de este calibre merecía, y tan sólo ha cubierto la mitad, más o menos, del aforo. Esperemos que para la segunda edición la respuesta sea mucho mayor.

                                           Foto de Mario Olmos


El cartel estuvo formado por seis bandas, tres por día. Que ofrecían Rock, Pop, Blues, Folk, o Indie, con un denominador común. Una calidad incuestionable, y en algunos casos, una oportunidad excepcional para ver a artistas que no se prodigan demasiado en nuestros escenarios. Puede que la distribución en el cartel fuera discutible, pero los seis conciertos que pudimos disfrutar en la primera edición del Festival Feroe, fueron de un nivel fuera de toda discusión.


                                           Fotos de Mario Olmos



La primera banda en pisar el escenario del envelat del Poble Espanyol, fueron los canadienses The Weather Station, que liderados por Tamara Lindeman ofrecieron sus etéreas y vaporosas canciones ante un público no del todo familiarizado con su música. Basaron el concierto en su último disco, Humanhood, publicado a principios de 2025, un disco con ecos a Joni Mitchell, envuelto en adornos indies y un tanto experimentales. Los canadienses llevan desde 2006 en activo y han sido comparados en ocasiones con bandas como Fleetwood Mac, pero está claro que en su última apuesta musical están más cerca de la profundidad y de la ensoñación, que del Pop un tanto más asequible de discos como Ignorance, (2021). Puede que para ser el primer concierto del festival, su propuesta fuera un tanto lineal para la parte del público que no conocía su música. Pero si estabas atento y conseguías entrar en su particular universo sonoro, su música te transportaba a sitios de una belleza indiscutible. Brillaron temas de su último disco como la gran Neon Signs, Body Moves, Mirror o Humanhood, y tocaron algunos temas más antiguos como Atlantic, Tried to Tell You, Parking Lot o Subdivisions.

                                           Foto de Mario Olmos


The Jayhawks nos han visitado con regularidad en sus más de cuarenta años de carrera. Tanto en los gloriosos años en los que Gary Louris comandaba la nave junto a Mark Olson, como después de la marcha de Olson. Y siempre han ofrecido grandes conciertos, aunque es cierto que en los últimos años habían perdido una cierta intensidad, que de alguna manera recuperaron en el Feroe. Se había anunciado que rendirían homenaje a su glorioso Tomorrow the Green Grass (1995), pero al final hicieron un set list maravilloso, en el que metieron muchos de sus grandes éxitos, y hasta tuvieron tiempo para tocar una inédita Kingston Girl. Las caras de felicidad del público coreando gemas como Blue, Save it For a Rainy Day, Waiting for the Sun, I’d Run Away, Tampa To Tulsa, Angelyne, Big Star, Quiet Corners & Empty Spaces o su maravillosa versión del Bad Time de Grand Funk Railroad, lo decían todo.

                                           Foto de Mario Olmos


The Tallest Man on Earth es el alter ego del sueco Kristian Matsson, un tipo inquieto que lleva desde 2006 en activo, ofreciendo discos y conciertos espectaculares. En el Feroe saltó al escenario en solitario. Una propuesta arriesgada para cerrar el primer día de un festival. Se ganó al público que no lo conocía, y que cotorreaba más de la cuenta, a base de entrega, teatralidad, sudor y canciones. Tocó violín, teclados, guitarras y una especie de mini banjo que nos explicó que era un instrumento tradicional nórdico. La fuerza de canciones como Love Is All, The Gardener, The dreamer, o la coreada King of Spain conquistan a cualquiera. Y demostró su amor por Dylan con una sorprendente versión de Tomorrow Is a Long Time.



                                           Fotos de Mario Olmos

El concierto del festival que más ganas tenía de ver era el de la maravillosa Valerie June. La de Tennessee me ganó para siempre con su concierto de 2014 en el Festival Cruïlla, y desde entonces he seguido con atención cada uno de sus pasos. Este año ha publicado uno de sus mejores discos, Owls, Omens and Oracles (2025), así que no había que dejar de pasar la oportunidad de verla. Me sorprende mucho que una artista de este nivel no tenga más repercusión en España, ya que fuera de nuestras fronteras su fama ha ido creciendo mucho con el paso de los discos, y los años. Hay quien la critica por su particular forma de cantar, con una voz que puede sonar muy aguda y algo histriónica, pero a mí me parece que eso precisamente forma parte de su personalidad y le da un toque de distinción con respecto a cualquier otra cantante. Además es de los pocos músicos que solo con una canción tienen el poder de alegrarte el día. Sus canciones cantan a la alegría de vivir, y con sus claroscuros, llenan de belleza estos tiempos difíciles que estamos viviendo.




                                           Fotos de Ramrod





Arrancó el concierto con una de las mejores canciones de su disco Pushin’ Against A Stone (2013), Somebody To Love, para enlazar a continuación tres canciones de su último disco, All I Really Wanna Do, Love & Let Go y la fantástica Endless Tree. Call Me a Fool fue su único acercamiento a The Moon And The Stars: Prescription For Dreamers (2021). La radiante Joy, Joy vino seguida de If And, tema de su disco The Order Of Time (2017). Tocó después una sorprendente Life I Used To Live, tema de Lightnin' Hopkins cantado a dúo originalmente junto a Rosita Kèss en el disco de la italiana, Yèlèma (2025). La enérgica Shakedown nos llevó a su último single publicado, Rollin’ n’ Tumblin’, y aquí el público ya estaba con los ojos como platos viendo el derroche de Valerie June y de sus músicos, el bajista Matt Marinelli y el batería Casto Sanchez. Man Done Wrong, Astral Plane, Smokestack Lightning de Howlin’ Wolf y su himno Workin’ Woman Blues para cerrar el círculo con un tema del mismo disco con el que había abierto el concierto. Las canciones, la presencia escénica y su simpatía se ganaron a un público que se quedó con ganas de más.



                                           Fotos de Ramrod




El concierto de Nick Lowe congregó a más público, y con más ganas de fiesta. El británico es todo un clásico en vida. Lleva sesenta años haciendo felices a los melómanos de medio mundo, tanto en solitario como con formaciones básicas como Brinsley Schwarz o Rockpile. En esta ocasión su talento de crooner y maestro del Pop se presentaba con los maravillosos efluvios surferos de Los Straitjackets. Llevan unos años colaborando de vez en cuando, tanto en discos como el reciente Indoor Safari (2024), como en directo, y la verdad es que tienen una complicidad maravillosa en el escenario. Lo que comenzó como una colaboración para discos navideños se ha convertido en una máquina infalible de buena música. Tocaron temas como Lately I’ve Let Things Slide, I Live In A Battlefield, Ragin’ Eyes, Heart, y varias de su último disco, como Went To A Party, Tokyo Bay, Trombone o Love Starvation. Nick Lowe abandonó el escenario unos minutos para dejar protagonismo a Los Straitjackets. Los americanos bordaron el tema principal de la película The Magnificent Seven y Drivin’ Guitars. Son unos clásicos del sonido Surf y suenan de miedo. Con su imagen tan particular con las máscaras de luchadores mexicanos y esas preciosas guitarras de colores rejuvenecen a un Nick Lowe que vive una segunda juventud junto a ellos. Ya con Lowe en el escenario, cayeron clásicos como Cruel To Be Kind, Half A Boy And Half A Man, Heart Of The City, o (What’s So Funny ‘Bout) Peace, Love And Understanding. Acabaron satisfechos y muy ovacionados, sabedores de que nos habían ofrecido un gran concierto.


                                                         Fotos de Ramrod



La guinda del festival, y para muchos su mayor aliciente, fue el concierto, y debut en los escenarios españoles, de los británicos Squeeze. Después de cuarenta años de carrera resulta sorprendente que nunca hubieran tocado por aquí, y la verdad es que viendo la respuesta del público asistente, fueron posiblemente los grandes triunfadores de la primera edición del festival. Así que esperemos que no tarden mucho tiempo en volver. Comandan la nave Chris Difford y Glenn Tilbrook, que controlan una maquinaria bien engrasada de ocho músicos que tocan primorosamente y hacen que sus clásicos suenen totalmente actuales. Pop con mayúsculas con una banda simpática que conjuga unas estupendas armonías vocales con unos temas irresistibles y elegantes. Tocaron Up The Junction, Tempted, Pulling Mussels (From The Shell), Goodbye Girl, o Take Me I’m Your Yours. Fueron la guinda a un festival estupendo, que a pesar de no haber conseguido el aforo que merecía, ya anuncia que habrá edición en 2026. Esperemos que sigan con unas propuestas tan interesantes como las de este año y que el público responda.

                                           Foto de Ramrod

Mr. Sheep

Más info en la web del festival


 



















 

 




lunes, 17 de noviembre de 2025

LARKIN POE. RAZZMATAZZ. 15/11/25


Realmente podemos sentirnos afortunados de que las hermanas Lovell nos incluyan en sus giras. Era su tercera visita a nuestra ciudad en cuatro años, y pese a que la misma promotora que las traía montara el festival Feroe en las mismas fechas la respuesta del público fue excelente para llenar Razzmatazz. Curiosa esa auto contraprogramación teniendo en cuenta que el tipo de público probablemente sea el mismo. En fin, ellos sabrán. 

No puedo hablar mucho de Son Little, el telonero que vino acompañado de su banda, dos músicos más. Con todos los respetos no hace un tipo de música que me atraiga demasiado, una especie de Soul descafeinado que está bien pero no es para mí, aunque tuvo una buena acogida por parte de la mayoría del público. Por supuesto me alegro.
Lo de Larkin Poe me parece una barbaridad. El talento de Megan y Rebecca parece inacabable, y lo demuestran publicando discos cada vez mejores y con un directo de escándalo. Teniendo a los tres músicos que completan la banda colocados en un segundo plano, ellas dos solas llenan el escenario, que esta vez estaba decorado con plantas y dibujos de flores de fondo. Y además dominan sus instrumentos perfectamente, por no hablar de la gran voz de Rebecca.
El repertorio, basado sobre todo en sus dos últimos trabajos y sin versiones ajenas. Todo temazos: Nowhere fast, el bonito Mockingbird, un tremendo Bluephoria, Bad spell, Wanted woman o ese imbatible trío acústico conformado por Southern comfort, Little bit y Devil music, con mandolinas, banjos y consiguiendo dejar al público en silencio, con todos los músicos juntos en el centro del escenario. Mágico.

Poco más puedo añadir. Amo a esta banda y deseo que sigan viniendo a cada gira, y si puede ser que no coincidan otra vez con el Feroe, porque también me habría encantado ver a Valerie June, entre otros.

Mr. Wolf

Más info en la web de Larkin Poe



domingo, 16 de noviembre de 2025

THE HEALERS BAND. JAMBOREE 3. 14/11/25


Lo que muchos años atrás empezó siendo una banda tributo a Van Morrison hoy es un ente musical con vida propia llamado The Healers Band. Como explicó su cantante Henry W en un bonito discurso tras  iniciar la noche con The book of life (¡gran tema!) aparecieron en Barcelona hace un par de décadas, y este concierto en la sala 3 de Jamboree significaba la presentación en directo de su reciente trabajo discográfico, The knocking spirit. Un trabajo en el que las letras de las canciones son del poeta irlandés Mick Larkin, elegantemente presente en la sala y que subió al escenario para la parte hablada de In the darkest hours.
¿La música? Evidentemente influenciada por Van Morrison, de hecho la voz de Henry es muy parecida a la del león de Belfast, y también tocaron unas cuantas canciones suyas, como Moondance, una Bright side of the road que casi tira abajo el local o Brown eyed girl. Todo ello perfectamente interpretado durante una hora y media larga a cargo de las ocho personas que había sobre las tablas, con dos guitarras (eléctrica y acústica), teclados, bajo, batería y dos saxos, además de la voz  y armónica. Y lo que para mí es más importante, hecho con el corazón. La muestra es que a más de un "healer" se le puede ver habitualmente en los conciertos celebrados en Barcelona, lo que significa que son tan aficionados a la música como nosotros.

En definitiva, un espléndido concierto para la presentación de un espléndido disco en una espléndida sala abarrotada de gente. De hecho creo que se agotaron las entradas, algo meritorio teniendo en cuenta el resto de ofertas musicales programadas para esa misma noche en la ciudad.

Mr. Wolf




 

martes, 11 de noviembre de 2025

SANTIAGO AUSERÓN. NOVA JAZZ CAVA. TERRASSA. 09/11/25

 



Nerantzi es una palabra griega que hace referencia a los naranjos silvestres, o bordes. Que tienen una presencia bonita y esconden un fruto amargo. Con este sugerente título ha llamado Santiago Auserón a su último disco. Nerantzi es un proyecto de acercamiento a la canción griega adaptado al español. El proyecto surge de la colaboración con dos grandes músicos griegos a los que conoció hace un par de años. El cantante y guitarrista Theodoros Karellas y el maestro del buzuki Vaggelis Tzeretas.



Casi coincidiendo con la publicación del disco, se ha iniciado una breve, pero intensa gira, que durante un par de semanas va a llevar a este trío inusual por media España. Y cuentan con una colaboradora de lujo en varios temas. La malagueña Ani B Sweet colabora en el disco, y se ha unido al trío para la gira.



Resulta sorprendente lo poco que se mira desde la música española a nuestros vecinos del mediterráneo, calan muy poco las propuestas musicales francesas, portuguesas o griegas. El foco de influencia angloamericano es tan fuerte en España que casi no deja lugar para nada más. Santiago Auserón siempre ha sido un tipo curioso, nunca ha hecho lo que se esperaría de alguien con un pasado tan glorioso dentro del Rock español. Su carrera en solitario, a su nombre o con el sobrenombre de Juan Perro, ha estado marcada por la búsqueda constante de nuevas sonoridades. Ha jugueteado con el Jazz, la Rumba, con la música cubana y con lo que se le haya puesto por delante. Y si se mete en algo, lo hace de verdad. Solo así se entiende que el enamoramiento hacia la música griega, tanto antigua como contemporánea, le haya llevado a unir sus fuerzas con dos portentosos músicos griegos para sacar un disco y presentarlo en directo en una gira enfocada a los teatros y salas de Jazz, donde la propuesta musical se puede apreciar mucho más con la cercanía y la acústica adecuadas.



El concierto en la coqueta Nova Jazz Cava de Terrassa fue todo un espectáculo. Todo el concierto estuvo enfocado en el nuevo disco y en interpretaciones de clásicos de la música helena. La calidad de las canciones y la sensibilidad de la propuesta conquistaron a un público que si esperaba algún guiño a la carrera pretérita de Santiago, no lo tuvo; pero tampoco se echó en falta. En estos quince días de gira se ofrece otra cosa, algo único y extraordinario solo apto para melómanos con las orejas abiertas.



Comenzaron con un instrumental llamado Stou Othona Ta Chronia, y siguieron con El Desdén, Marea de alcohol, una bonita versión de Fedra de Mikis Theodorakis, Batalla por la vida, El Color Del Alma. Antes de cada tema Santiago nos contaba quién era el autor, el título en griego y su traducción al español. La mayoría compuestas por sus compañeros de aventura. Un guiño al Rebético griego, un género emparentado con el Fado portugués, el Tango o el Blues, por su origen marginal y su tratamiento de temas que van desde el amor trágico, al mundo de las drogas o los bajos fondos. Del referente en el estilo, Vassilis Tsitsanis tocaron Sinesfiasméni Kiriakí, que se podría traducir como Domingo Nublado, y de Márkos Vamvakáris, Ta Matoklada Sou Lampoun, Tus Pestañas Centellean. Siguieron con El Barquero, La Espera e Irenita. En este momento del concierto y ya con todo el público entregado, apareció en el escenario Ani B Sweet, y atacaron una sugestiva Marilia, y después una delicatessen que bordan en el disco, un precioso dueto llamado Alborada En Tono Menor. Una nueva y curiosa versión de un tema de Mikis Theodorakis, Si Recordaras Mi Sueño, un tema que en castellano se hizo suyo Gloria Lasso, con otra letra y muchísimo éxito, Luna De Miel. Para el final del concierto dejaron el tema que da título al disco, Nerantzi. Una bonita versión del tema de Mános Hatzidákis que popularizó Melina Merkuri, Ta Pediá Tou Pireá, Los Niños Del Pireo, y se marcharon con los acordes del inmortal Zorba de Mikis Theodorakis.



Una noche redonda, un concierto mágico y una aventura musical extraordinaria, que esperemos que tenga continuidad.

Mr. Sheep

Más info en el Facebook de Santiago Auserón











sábado, 8 de noviembre de 2025

BYWATER CALL. WOLF. 05/11/25


Disco a disco y concierto a concierto, Bywater Call se están convirtiendo en una banda cada vez mejor. Era mi tercera vez con ellos...¡y me vuelven loco! Me cautivaron ya en su primera visita a Rocksound, me encantaron en la segunda en La Textil, y me quito el sombrero nuevamente ahora habiéndolos visto en Wolf. Mezclan sabiamente diversos estilos, suenan de maravilla y tienen a Meghan Parnell, la cantante blanca de voz más negra junto a la gran Ann Wilson (todos en pie, por favor). Buenos discos y directo infalible, combinación perfecta, como demuestran en Sunshine, su reciente trabajo en vivo.

Como decía, el concierto fue nuevamente mayúsculo, algo que no nos sorprendió a los que ya conocemos a estos canadienses. Y es que nos desgañitamos coreando como locos Sweet Maria y Everybody knows, nos hicieron vibrar al enlazar Holler con el Kashmir de Led Zeppelin (otra vez en pie), nos maravillaron con el precioso Clutter y nos llevaron al cielo con el descomunal Left behind, en uno de los momentos más brillantes del guitarrista Dave Barnes. Eso sí, feísima su acústica, algo que destacó también Meghan, una perfecta, elegante y simpática maestra de ceremonias, que acabó haciéndose un selfie con todos los presentes desde el escenario y bajando enseguida para charlar, firmar y hacerse fotos. Así da gusto, sin divismos ni tonterías.

Pues que sigan, grabando y girando, aprovechando que de momento no se les agota la inspiración. Una de mis bandas favoritas de la actualidad, sin duda.

Mr. Wolf

Más info en la web de Bywater Call



viernes, 7 de noviembre de 2025

LIBROS: LA MÚSICA VIAJA EN TREN

 




LA MÚSICA VIAJA EN TREN. MIGUEL LÓPEZ. SÍLEX. 2025. 479 PÁGINAS

La publicación de un libro de Miguel López siempre es una buena noticia. Su trabajo periodístico y sus excelentes libros anteriores convierten la salida de cada nueva obra en un acontecimiento imprescindible. En esta ocasión ha escrito un libro casi enciclopédico, sobre música, sí; pero también sobre el ferrocarril, medio en el que ha trabajado media vida, y sobre la sociedad del tiempo que se narra.

Miguel López ha escrito un libro fascinante. Su fascinación reside no sólo en el aspecto musical, con una crónica histórica de la música popular, sobre todo norteamericana, desde los orígenes del Blues hasta nuestros días. Lo verdaderamente interesante del texto está en entrelazar la música con el nacimiento y desarrollo del ferrocarril, y como éste fue fundamental para la historia y la imaginería de la música. Además, por supuesto, todo se contextualiza con la historia del momento y con los movimientos sociales y culturales de cada época. En un titánico trabajo que nos da una lección de historia con mayúsculas.

El libro abarca desde los inicios del Blues con sus pioneras como Mamie Smith, que grabó el primer blues en 1920, Crazy Blues. Memphis Minnie, Ma Rainey, Bessie Smith, etc…. Las primeras giras en tren, los Medicine Shows de la época, todo con la sombra siniestra de la segregación racial como telón de fondo.

La parte histórica sobre el ferrocarril acompaña a las andanzas musicales, y nos cuenta desde el primer recorrido en tren en los Estados Unidos, la línea Baltimore-Ohio en 1827, las múltiples compañías ferroviarias que luchaban entre ellas, la primera línea transcontinental en 1865 y su importancia en la vertebración y construcción de un país. El ferrocarril era un símbolo de libertad para los negros que escapaban de sus precarias vidas en el sur, y fue también una herramienta para el comercio clandestino en la época de la Ley Seca. La figura de los Hobos y su nómada forma de vida surgen con el desarrollo y la ampliación de las líneas ferroviarias.


“La época dorada del ferrocarril coincide con los años en que el Blues, el Jazz y el Gospel forjan su identidad”. Es fascinante cuando nos narra las peripecias vitales de mitos como Robert Johnson, Charlie Patton, Skip James, Son House o Bukka White. En esta parte se incluye un maravilloso capítulo dedicado a narrar la vida de David Honeyboy Edwards, sus andanzas en la gran migración del sur hacia Chicago, sus encuentros con compañeros músicos que hoy son considerados auténticos mitos, los trabajos forzados en plantaciones como expresión de una nueva esclavitud. Su participación en Barrelhouses y Juke Joints, que eran locales donde se divertían, comían, bebían y bailaban los afroamericanos. El Canned Heat y demás licores adulterados con el alcohol metílico que provocó tantas cegueras. Cómo tuvo que compaginar su vida como Bluesman y como Gandy Dancer del ferrocarril. Su ostracismo de años y su recuperación por parte de gente como Fleetwood Mac, hasta su actuación en el festival de Blues de Cerdanyola de 2006 con 91 años.

En otro gran capítulo llamado Traqueteos de libertad, además de hablar sobre el nacimiento y la evolución del Jazz, el Gospel y el Soul, se cuenta la historia del Underground Railroad, que fue una red clandestina que desde principios del siglo XIX ayudaba a escapar a los esclavos hacia los estados del Norte y Canadá.

Se narra la popularización del Gospel con figuras tan importantes como Mahalia Jackson o una Sister Rosetta Tharpe a la que podríamos considerar como la fundadora del Rock n’ Roll. Jelly Roll Morton es otro de los protagonistas como figura esencial para la popularización del Jazz con origen en Nueva Orleans. La transición hacia la época de las grandes orquestas del Jazz con Benny Goodman y sobre todos, Duke Ellington, como grandes referentes. La secularización del góspel nos llevó al Soul, a James Brown y a Aretha.


 

“El ferrocarril atrae mucho más a la poesía que otros medios de transporte”. El hombre con el que comenzó todo, Jimmy Rodgers. La primera estrella musical masiva en los Estados Unidos, que trabajó en el ferrocarril y que convirtió el canto en falsete conocido como Blue Yodel en lo que hoy día se conoce como Country.

La canción protesta que tuvo en el gran Woody Guthrie a su máximo exponente y a Pete Seeger en su difusor más destacado. “El Blues es música negra por definición, el Country es música blanca por definición, y el Folk, en cambio, es interracial y, tanto entre sus músicos, como entre su público, hay negros y blancos”.

Los que sabemos del amor por la música de Miguel López, conocemos sus filias y sus amores incondicionales, por eso la parte que les dedica a Johnny Cash, Bob Dylan, Beatles, Stones, Van Morrison o Tom Waits, resulta tan brillante. Conocer las relaciones que tenían con el mundo del ferrocarril resulta muy revelador. También nos explica el mito de John Henry como símbolo de la lucha por la justicia.

La última parte del libro está dedicada a la música española, desde el flamenco más añejo a la actualidad, y su relación con el mundo del tren. La historia del ferrocarril en España, la historia de Renfe, con sus mutaciones hasta llegar a la época de la alta velocidad, también es muy interesante.

Hay que destacar la edición tan bonita que ha hecho la editorial Sílex del libro, que tiene una preciosa portada con Johnny Cash apoyado en una locomotora, y una gran cantidad de fotos que ayudan enormemente a la comprensión del texto.

En definitiva, Miguel López en su nuevo libro, La música viaja en tren, nos habla de mucho más que de música, de trenes o de historia. Nos habla de la vida misma, que es de alguna manera de lo que nos habla en todos su libros.


Mr. Sheep


Imágenes de la presentación del libro el 14 de Octubre en Disco 100, en Barcelona