NICK CAVE.CASINO L'ALIANÇA DE POBLENOU. 24/10/09

La noche del pasado Sábado fue muy especial para los amantes de la música y para los incondicionales de Nick Cave, apenas año y medio después de su última vista el australiano nos ofrecía un show totalmente distinto, si en el pavelló olímpic de Badalona los Bad Seeds nos apabullaban con un concierto muy físico y rockero, en el Casino de L'Aliança de Poble Nou, Cave nos alternaba momentos de lecturas de su último libro con momentos de charla con el público y sobretodo con su música en un formato muy cercano, un trio con los Bad Seeds Martyn Casey al bajo y el omnipresente Warren Ellis a las percusiones, violín y guitarra. En fin una ocasión única de escuchar los temas en un formato cercano y de captar de primera mano esbozos de la compleja personalidad de Nick Cave.
El aspecto literario de la velada venía originado por la publicación de la segunda novela del australiano, La muerte de Bunny Munro, una historia tragicómica que narra el descenso a los infiernos de un vendedor a domicilio acompañado por su hijo tras el suicidio de su esposa. Nick Cave leyó dos fragmentos de la novela en inglés y el actor Àlex Brendemühl uno en castellano, momentos divertidos al escoger algunas de las páginas más explícitamente sexuales e hilarantes de la novela.
En cuanto al diálogo con la audiencia el resultado fue un poco decepcionante ya que al escaso conocimiento del inglés por parte del respetable se unió un Cave especialmente chulesco y sobrado que no quiso entrar al trapo ante las pocas cuestiones interesantes planteadas por el público, aún así consiguió sacarnos algunas sonrisas.
Musicalmente la noche fué fantástica interpretaron dieciocho temas con abundancia de temas tranquilos con Nick Cave al piano como Into my arms, The weeping song, The ship song o God is in the house, también hubo arranques más intensos con temas como Tupelo, The mercy seat, Do you love me?, Dig !!! Lazarus, dig!!!, west country girl, Grinderman, Lime tree arbour, Red right hand o Lucy.
Más de dos horas del mejor y más cercano Nick Cave que acabó firmando ejemplares de su novela a todo el que quiso, vuelve cuando quieras Nick.

Mr. Sheep
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THE JIM JONES REVUE. SIDECAR. 21/10/09

Creo que los rockeros no nos merecemos este trato. En primer lugar Sidecar no es un local apropiado para acoger a tanto público, y que conste que es un lugar por el que siento un gran afecto, pero el calor y la sensación de estar metidos en una lata de sardinas eran realmente agobiantes. En segundo lugar es una falta de respeto (una más) el hecho de programar un concierto en miércoles a las 22.30. ¿Es necesario que sea tan tarde? ¿Es que no madruga la mayoría de la gente? Y en tercer lugar, y por si no tuviéramos bastante, tenemos que soportar un retraso de más de media hora. Queda claro que al público rockero no se nos tiene en cuenta más que a la hora de pagar nuestras entradas (la mayoría de las veces a un precio excesivo) y a la hora de consumir en los locales (siempre a un precio excesivo). Una verdadera vergüenza.
Afortunadamente dejamos la mala leche atrás durante una hora ya con los primeros acordes de Hey hey hey hey, canción de Little Richard con la que The Jim Jones Revue empezaron la fiesta. Es la mejor manera de catalogar lo que vimos sobre el diminuto escenario, una fiesta trasladada también al sudoroso público, y es que se trata de una música ideal para vivirla en directo, con una banda dejándose la piel como si fuera su última noche. Temas como Princess & the frog, Burning your house down, Fish 2 fry o Elemental son fantásticas muestras de lo que este grupo puede dar y en directo se convierten en auténticos trallazos que te dejan sin aliento. Como broche final otro clásico de Little Richard como es Good golly miss Molly, con el que acabó un concierto de puro Rock'N'Roll tocado con ganas y fiereza.
Más allá de la medianoche marchábamos por las calles de Barcelona con sensaciones contrapuestas. Habíamos visto un gran espectáculo pero a costa de haber sido tratados como animales una vez más.

Mr. Wolf

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Y&T. BIKINI. 17/10/09

Comentando el concierto de Saxon decíamos que se trataba de una banda clásica de los '80, hecho también aplicable a Y&T, grupo americano de sólida discografía, sobre todo su trilogía más recordada que engloba los trabajos Earthshaker, Black tiger y Mean streak. Una trilogía grabada con letras de oro en la memoria de muchos, algo que quedó claro viendo la buena entrada que hubo en Bikini. Y eso que esta es una de esas bandas que se convierten en habituales de nuestras salas después de visitarnos la primera vez, ya que si no me equivoco es la quinta gira que para en Barcelona en los últimos siete años.

Tras ponernos Highway to hell a modo de entrada apareció el grupo atacando Open fire, el primero de los temas que nos ofrecerían a lo largo de dos horas, aproximadamente. Después, y entre otros, Dirty girl, Mean streak, Eyes of a stranger, Looks like trouble, Midnight in Tokyo (que bonitas twin guitars), la festiva Summertime girls, sus imprescindibles Forever y Rescue me y, por supuesto I believe in you. Si tuviera que hacer un ranking con mis canciones favoritas de la historia I believe in you ocuparía un lugar destacado. Y es que es un tema que lo tiene todo: belleza, melodía y un crescendo realmente irresistible en el que se luce Dave Meniketti, finísimo guitarrista dotado también de una espléndida voz. También tuvieron su momento de gloria el cachondo Phil Kennemore que nos reventó los oídos cantando (en su caso su voz es terrible) y, lamentablemente, el batería Mike Vanderhule con un aburrido solo de batería. ¡Que manía con los solos de batería! No hay nada más desfasado y fuera de lugar, aparte de enfríar el concierto durante unos minutos. A ver si con un poco de suerte las bandas se dejan de estas exhibiciones técnicas que no llevan a ningún sitio y se dedican a darnos lo que queremos, pero lo veo difícil.

Y si el inicio fue con AC/DC el entregado público abandonó felizmente la sala con Frank Sinatra sonando por los altavoces. Un bonito final mientras esperamos la siguiente gira.

Mr. Wolf

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SAXON. RAZZMATAZZ 2. 04/10/09

Melenas, cuero, tachuelas y una victoria abrumadora de camisetas negras sobre las de cualquier otro color era el panorama que ofrecía el enfervorizado público que prácticamente llenó Razzmatazz 2. Realmente era digno de ver el entusiasmo demostrado por la gente, tanto la que ya cuenta con una cierta edad como la que pertenece a generaciones posteriores. Y toda esa entrega era por ver a Saxon, uno de los estandartes de la música más potente de principios de los ochenta, lo que en su día se denominó New Wave Of British Heavy Metal. Una banda con una impecable carrera discográfica hasta 1984, año en el que se publicó Crusader, su sexto trabajo en estudio. A partir de ahí vinieron obras menos brillantes y disputas con ex componentes, pero lo que está claro es que la leyenda nunca ha sido mancillada, algo que suele ocurrir demasiado a menudo.

Su legión de fans salió plenamente satisfecha, pudiendo corear himnos metálicos como Heavy Metal thunder, The power and the glory, Strong arm of the law, Wheels of steel o Motorcycle man, junto a una aclamada Crusader y otros temas con mayor carga melódica como los imprescindibles 747 (Strangers in the night) o Princess of the night.

Los veteranos Nigel Glockler (parapetado detrás de una enorme batería de doble bombo), Paul Quinn a la guitarra y Biff Byford (el líder, muy bien de voz, por cierto) están perfectamente secundados por Doug Scarrat y Nibbs Carter como guitarra y bajo, respectivamente. Aunque hacer olvidar a Graham Oliver y Steve Dawson es una complicada tarea, sin duda. Pero..... son otros tiempos.

Mr. Wolf

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TYLA. APOLO 2. 02/10/09

Una verdadera lástima ver que apenas una cincuentena de personas nos acercamos esa noche a la sala pequeña de Apolo para disfrutar del concierto de Tyla. Y es que este hombre se merece un poco más de suerte, aún sabiendo que durante los últimos quince años hemos podido verlo en múltiples ocasiones. Él solo en acústico, con banda, en compañía de Jo Dog o de Spike y con distintas formaciones de sus Dogs D'Amour siempre nos ha regalado espléndidas noches de Rock'N'Roll, y esta vez no iba a ser menos.

Una pequeña mesa en la que reposaban una armónica y una botella de vino junto a un taburete y su guitarra eran el único complemento escénico. No necesita más para desgranar esas canciones que son verdaderos himnos para muchos de nosotros, consiguiendo emocionarnos en más de una ocasión con esa voz rota que cada vez nos recuerda más a la de Tom Waits.

Con una imagen que parecía salido de una película de piratas nos fue interpretando una a una todas esas joyas que esperábamos: Billy two rivers, Last Bandit, I don't want you to go, Princess valium, How come it never rains, Drunk like me, Errol Flynn.... muchas de ellas verdaderas odas etílicas que el tiempo no consigue envejecer.

No fue un concierto memorable para los pocos (y entusiastas, sobre todo un simpático guiri) que estuvimos allí, pero sí fue una hermosa velada que valió la pena. De verdad.

Mr. Wolf

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