Procedentes de Australia, Airbourne se han convertido en la última sensación del mundo del Rock gracias a su disco de debut Runnin' Wild, espléndido trabajo aunque excesivamente marcado por sus evidentes influencias, que son sin ninguna duda AC/DC y Rose Tattoo. Si en próximas obras son capaces de darle un poco más de personalidad a su música se pueden convertir en una gran banda. Hay que darles tiempo.
Había gran expectación por este concierto, y la prueba es que las entradas estaban agotadas desde varias semanas atrás, con lo que lamentablemente ya sabíamos lo que nos esperaba: una situación agobiante y seguramente una sala con exceso de aforo. Una vez más. Habrá quien diga que esto es Rock & Roll. Juzgadlo vosotros mismos.
Como teloneros tuvimos a The Black Spiders, grupo procedente del Reino Unido, cuyo sonido es como Black Sabbath desayunándose a Guns N' Roses, según dicen ellos mismos. La verdad es que en vivo sonaron atronadores y dieron muy buena sensación, así que pueden ser una banda a tener en cuenta. Les seguiremos la pista.
Las estrellas de la noche salieron a matar, y en una sudorosa hora nos descargaron el disco entero, con sus canciones claramente coreables como Stand up for Rock'N'Roll, Too much, too young, too fast, Diamond in the rough o Runnin' Wild, para mí su mejor tema. Todo ello con un público entregadísimo, una banda que sabe entretener, sin dejar de pisar el acelerador en ningún momento y un Joel O' Keeffe al que vimos con madera de estrella en su papel de frontman. Y es que pese a su juventud parece tener las cosas muy claras, tocando con fiereza la guitarra, cantando, gritando, subiéndose a la barra y metiéndose entre la gente. Espectacular.
Aunque pensaba en la posibilidad de que tocaran algún tema nuevo o nos ofrecieran alguna versión que alargara el concierto todo quedó en una hora, pero después de haber visto un desgaste físico como el que vimos sobre el escenario no hay nada que objetar ni se puede pedir más. Esperemos que el éxito no se les suba a la cabeza y nos puedan brindar muchas más noches como esta.
Mr. Wolf
Más info en la web del grupo
Había gran expectación por este concierto, y la prueba es que las entradas estaban agotadas desde varias semanas atrás, con lo que lamentablemente ya sabíamos lo que nos esperaba: una situación agobiante y seguramente una sala con exceso de aforo. Una vez más. Habrá quien diga que esto es Rock & Roll. Juzgadlo vosotros mismos.
Como teloneros tuvimos a The Black Spiders, grupo procedente del Reino Unido, cuyo sonido es como Black Sabbath desayunándose a Guns N' Roses, según dicen ellos mismos. La verdad es que en vivo sonaron atronadores y dieron muy buena sensación, así que pueden ser una banda a tener en cuenta. Les seguiremos la pista.
Las estrellas de la noche salieron a matar, y en una sudorosa hora nos descargaron el disco entero, con sus canciones claramente coreables como Stand up for Rock'N'Roll, Too much, too young, too fast, Diamond in the rough o Runnin' Wild, para mí su mejor tema. Todo ello con un público entregadísimo, una banda que sabe entretener, sin dejar de pisar el acelerador en ningún momento y un Joel O' Keeffe al que vimos con madera de estrella en su papel de frontman. Y es que pese a su juventud parece tener las cosas muy claras, tocando con fiereza la guitarra, cantando, gritando, subiéndose a la barra y metiéndose entre la gente. Espectacular.
Aunque pensaba en la posibilidad de que tocaran algún tema nuevo o nos ofrecieran alguna versión que alargara el concierto todo quedó en una hora, pero después de haber visto un desgaste físico como el que vimos sobre el escenario no hay nada que objetar ni se puede pedir más. Esperemos que el éxito no se les suba a la cabeza y nos puedan brindar muchas más noches como esta.
Mr. Wolf
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