Hacía mucho tiempo que no escuchaba y disfrutaba tanto con un disco nacional de Hard Rock. One last chance por fin se ha publicado en formato físico, después de un tiempo en el que sólo se podía disfrutar en las distintas plataformas digitales, y el resultado es un trabajo excelente, tanto musicalmente como en lo referente a la presentación, una sobria portada con fondo de color verde con los nombres del grupo y del disco superpuestos. Parece que quieran agotar la gama de colores en sus portadas, después del negro de su EP de debut de 2016, y del blanco del single con At the crossroads y Scars en 2017.
Lo primero que llama la atención del disco es su excelente producción y sonido. De las mezclas y la masterización se han ocupado Ismael García y Will Maya, éste último es el responsable del sonido de los muy recomendables The Answer. Lo que podemos encontrar en el disco es Classic Rock, con una banda que lleva el Hard Rock de influencia bluesera por bandera. Ángel Jaraiz se encarga de las voces, Wolf Coleman hace un sobresaliente trabajo a las guitarras, Raúl Martín es el bajista, y José Contreras el batería. Es de justicia resaltar las excelentes colaboraciones de Fredy García a la armónica, David Cunillera, Laura Powell y Ferrán Bruach al piano y teclados, que ayudan a dotar a los temas de una riqueza sonora que los eleva a otro nivel.
El disco comienza con un piano tranquilo que pronto se transforma en un torbellino zeppeliniano llamado One last chance. El Southern Rock de sonido compacto continua con Rocksound, el tema que le han dedicado a la añorada y desaparecida sala de conciertos barcelonesa. At he crossroads y Scars son dos temas que ya habían publicado como single en 2017, pero que en éste disco suenan matadores, me encanta la intro acústica con aires fronterizos mejicanos con la que comienza Scars. Absence es un tema largo con aires psicodélicos que ayuda a respirar al disco y que musicalmente es de mis preferidos. God bless es una joya de tema con un cambio de ritmo espectacular y unos coros y un espíritu que podría recordar a los mejores Black Crowes. Should be a law es un cañonazo que debe ser la bomba en directo. So alone es para mi gusto el mejor tema del disco, musicalmente la banda suena compacta y engrasada, es una de sus canciones más antiguas y ya apareció en su primer EP, pero la nueva versión la supera con creces. En Roots encontramos ese tono Blues jam tan propio de los mejores discos de los cuervos de Atlanta. Family first es un tema más tranquilo y reposado, tiene un aire a tema grabado en el local de ensayo que le da un toque más informal e improvisado a un disco que funciona como un reloj de precisión.
One last chance es un gran disco que espero que tenga la continuidad que merece, y del que ojalá pueda disfrutar algún día en directo.
Antonio Sánchez
Más info en el Facebook del grupo
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