Sinceramente, nunca me han interesado
demasiado las bandas tributo. Respeto a quien pague una
entrada para uno de sus conciertos, pero no es mi caso. Además,
últimamente proliferan por todas partes, dando la sensación de que
al final habrá incluso bandas tributo de bandas tributo. Pero el
caso que nos ocupa no es lo mismo. The
Steepwater Band son un grupo con una carrera impecable y una
clase fuera de toda duda, y el colofón a su gira española era este
especial concierto que comentamos. Un homenaje a los Rolling
Stones tocando íntegro el Get yer ya-ya's out!,
aquel memorable directo de 1970 de extraño título y
horrorosa portada. Pero además, el concierto también incluiría
temas propios y más sorpresas de las que ahora hablaremos. En
definitiva, una noche de lo más apetecible y que creó grandes
expectativas, llegando prácticamente a llenar el aforo de la sala.
Los Stones
grabaron aquel disco en su etapa con Mick
Taylor a la guitarra, quizá en el momento más brillante
de la banda británica en toda su historia. No hay más que repasar
el listado de canciones incluidas: Jumpin' jack flash, Carol,
Stray cat Blues, Love in vain, Midnight rambler,
Sympathy for the devil, Live with me, Little
queenie, Honky tonk women y
Street fighting man. Menudo
repertorio. Y en este mismo orden nos lo soltaron los Steepwater,
tema a tema con todo el respeto y la clase necesarios para emprender
una aventura
como ésta. El público extasiado desde el principio, con momentos a
recordar, como cuando toda la sala coreaba los famosos uh,
uh de Sympathy
for the devil, que encima venía
después de un glorioso Midnight rambler que
dejó noqueado al respetable. Una primera mitad de concierto
insuperable,
y más para alguien como yo, que en mi podio particular los Stones
ocupan el puesto más alto junto a Led
Zeppelin.
La
segunda parte (sin descanso entre mitad y mitad) era difícil para la
banda de Jeff
Massey. Debían
mantener el listón
bien alto después de un repertorio ajeno imbatible, y sin ser lo
mismo, obviamente, no hubo ningún tipo de bajón. Abrieron con el
tema título de su último trabajo, Shake
your faith, y nos
deleitaron con más temas marca de la casa, como Mama got
to rumble o el delicioso
I will never know, para llegar a
un explosivo
final con un Boom boom
que llenaría de orgullo a John
Lee Hooker, en una
orgía desenfrenada de guitarras a cargo de Jeff
y de Eric
Saylors, el último
fichaje del trío al que este hombre convierte en cuarteto. En el
bis,
Silver lining y un
Like a rolling stone
que volvió a poner a prueba nuestras gargantas. Pero aún había una
sorpresa más, con un segundo bis
de los auténticos, reclamado por un público insaciable. Así que
para poner un final exquisito a la noche, pasamos del maestro Dylan
al maestro Young
con Cinnamon girl. No
se me ocurre mejor manera de acabar después de dos horas y media de
un concierto para el recuerdo.
Exhibición
brutal de la banda de Chicago,
demostrando que se encuentran entre lo mejor del Rock'n'Roll
americano actual. Gracias.
Mr.
Wolf
Más
info en la web del grupo
Más
info en el Facebook del grupo
Genial el comentario sobre las bandas tributo de bandas tributo xD
ResponderEliminarPersonalmente creo que si la banda suena bien y comunica algo, me la trae bastante al pairo si las canciones son suyas, de otro, o un plagio zeppeliano.
Sin ir más lejos, el Love in Vain de esta banda es un tributo al de los Stones, que a su vez es un tributo a Robert Johnson.
En este caso prefiero la de Johnson. Sabiendo el tipo de vida que llevaba, seguro que era un tributo de otro. Y esto es lo que tiene la música popular, un puñado de juglares buscandose la vida y alegrando la noche al público, no más ;)
Felicidades por el blog, como siempre.