Nunca he sido el mayor seguidor de la música de Loquillo, pero sí debo reconocer que todo lo que hace me merece el mayor de los respetos. Desde luego, su faceta más rockera es mi preferida, y además, estamos hablando de un tipo que ante todo es un fan. Lo recuerdo asistiendo a un lejano concierto de Iggy Pop en Studio 54. También lo ví en Zaragoza, en la visita de los Who de hace casi una década. Y aún no hace un par de años, no faltó en la gran noche de Kris Kristofferson. Y no es habitual ver a músicos reconocidos asistiendo a conciertos, por lo que mi respeto en este sentido hacia él es total. Otra cosa es su actitud. Ahí ya habrá opiniones para todos los gustos, y cada uno que decida la suya.
Por lo que respecta a esta gira, su alianza con los fantásticos Nu Niles no dejaba lugar a dudas: esperábamos Rock'n'Roll en mayúsculas y eso fue lo que tuvimos.
Los Velvet Candles abrieron la noche, con sus hermosas armonías vocales de los 50, levantando al público con temas propios y versiones como el clásico The wanderer, de Dion, que sonó a gloria. Inmejorable manera de iniciar la velada.
Más tarde, los Nu Niles abrieron fuego con el irresistible instrumental de Hawai 5.0, y ya con un elegante Loquillo en escena atacaron con Eres un rocker. Buena manera de dejar las cosas claras desde el inicio. A partir de ahí la noche fue una fiesta en todo momento, con un público entregado ya de antemano. Hubo tiempo para apariciones especiales de músicos invitados, caso de los propios Velvet Candles, que junto a Dani Nel·lo y un desatado Igor Paskual participaron de la fiesta. Aunque en mi opinión, el gran triunfador, con permiso de Loquillo, fue el guitarrista Mario Cobo. Como siempre, sensacional. No olvidemos que estamos hablando del hombre que sustituyó a Nick Curran en la banda de Kim Lenz. Palabras mayores.
Con temas como Chanel, cocaína y Dom Perignon, El hombre de negro o Luché contra la ley, la noche fue transitando con brillantez, hasta llegar al éxtasis final de Quiero un camión; el coreado hasta la última letra Feo, fuerte y formal y, sobre todo el último en sonar, Esto no es Hawai, en una desenfrenada versión que desató una auténtica locura, con todos los músicos invitados sobre las tablas, sumando hasta trece personas en el escenario de Razzmatazz. Apoteosis total.
Viendo lo llena que estaba la sala, apenas un año después de su última visita, y lo bien que se está vendiendo Código rocker, su nuevo disco, podemos afirmar que la alianza con
Nu Niles ha sido un acierto. Y también, desde luego, que tenemos Loquillo para rato.
Mr. Wolf
Más info en la web del músico
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Estaremos encantados de publicar tu comentario siempre que sea respetuoso y utilice un lenguaje adecuado.