Una nueva edición de nuestro festival favorito, llevamos
diez ediciones de buen Rock en la mejor compañía, aunque el bajón
presupuestario, de calidad en el cartel, y también de público nos hace temer
por la continuidad del Azkena Rock Festival; esperemos que las nubes que se
ciernen en el horizonte se disipen y podamos seguir disfrutando de buena música
en una ciudad preciosa como Vitoria.
Cargados de ilusión, aunque con algún mosqueo tanto con el cartel como con la eliminación de los conciertos mañaneros en la plaza de la virgen Blanca, nos encaminamos a Mendizorroza y nos estrenamos con los franceses The Socks, buena banda, suenan oscuros y pesados dejando entrever sus claras influencias Sabbath, Stoner Rock potente para sacudirnos la pereza y el cansancio del viaje desde Barcelona. Sex Museum son una de las bandas de referencia para entender el Rock en España desde mediados de los ochenta, y la verdad es que da gusto verles en 2013, fiesta de Garage Rock psicodélico trufado de Hard Rock; genial versión de Fight for your right de Beastie boys mezclada con el Riff de Smoke on the water y grandes temas como Voodoo house o Where I belong, muy bien.
Los estadounidenses The Sword volvieron a convertir
el escenario pequeño en una fiesta metálica con devoción por el riff monolítico
de la escuela Sabbath, buen sonido y una potente garganta en un convincente
concierto con guiño a ZZTop incluido, versión de Cheap sunglasses. A éstas
alturas ya habíamos añadido a nuestra lista de quejas el recorte en lavabos,
especialmente para las chicas, y la poco profesional actitud en las barras, lo
que nos llevó a salir fuera del recinto en busca de una tregua para reponer
fuerzas, lamentablemente nos perdimos a M Clan, a los que ya hemos visto varias
veces; pero volvimos a tiempo para disfrutar del buen concierto de Alberta
Cross, formación británica afincada en USA que practican una suerte de Rock
americano con aires alternativos que vino bien para desengrasar de tanto sonido
duro y para prepararnos para el plato fuerte no solo de la noche sino también
del festival; The Black Crowes se han convertido en unos clásicos en vida, su
carrera, sus directos y su manera de afrontar el negocio musical les hace
únicos en el panorama musical actual, los que estamos teniendo la fortuna de
poder verles en éstos años les situamos ya a la altura de las bandas más
legendarias del Rock, Los hermanos Robinson tomaron el escenario acompañados de
los habituales Steve Gorman a la batería y Sven Pipien al bajo y Adam MacDougall a los teclados con la inclusión a la
guitarra de Jackie Green, al que puede que le falte algo de carisma pero que
toca a la altura del resto de la banda, el repertorio fue matador: Twice as
hard, Sting me, Hotel Illness, Good morning captain, la bella Good Friday
seguida de una estupenda versión de Traffic, Feelin’ Allright, By your side,
Ballad in urgency, Wiser time, en clave acústico el clásico She talks to
angels, Soul singing, Thorn in my pride, Jealous again y Remedy para rematar la
faena, para el bis el clásico Hard to handle mezclado con el Hush de Joe South;
no defraudan nunca, estuvieron tan bien como en su concierto de 2009 en Azkena;
en fin un triunfo espectacular que contrastó dramáticamente con el lamentable
concierto de Smashing Pumpkins, es una pena ver a una banda que una vez fue
grande en un directo tan mediocre, los que pudimos verles en la gira de Siamese
dream apenas podemos entrever algo de lo que nos emocionaba en el pasado, su
triste presente alterna unos temas nuevos que palidecen en comparación con sus
grandes clásicos, y además da la sensación de que Billy Corgan toca sus temas
antiguos por compromiso y no pone la más mínima emoción ni el mínimo de
intensidad que sus grandes temas antiguos necesitan. El repertorio: Quasar, Bullet with butterfly
wings, Starz, Cherub Rock, una lamentable version del Space oddity de Bowie,
X.Y.U., Disarm, Tonight, Tonight, Pinwheels, Oceania, Pale horse, Ava adore,
Zero, Stand inside your love y United states.
Después del frío concierto de los de Corgan la música
orgánica y llena de melodía de los canadienses The Sheepdogs sonó a gloria,
grandes voces, grandes músicos y buenas canciones que el público aplaudió
entregado convirtiéndoles en una de las bandas tiunfadoras de ésta edición, de
entre su repertorio destacaron Right on, Feelin good o I don’t know, La
simpatía y el buen rollo que desprendía Ewan Currie se ganaron al respetable
que les despidió con una gran ovación y una demanda de Bis de las de verdad. La
noche acabó con los suecos Horisont que intentando sonar potentes con su Heavy
setentero no nos convencieron demasiado, puede que por las pocas cualidades
vocales de su frontman o también por el cansancio acumulado, tocaba retirarnos
a descansar para prepararnos para la jornada de Sábado.
Mr. Sheep
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