Una pequeña mesa en la que reposaban una armónica y una botella de vino junto a un taburete y su guitarra eran el único complemento escénico. No necesita más para desgranar esas canciones que son verdaderos himnos para muchos de nosotros, consiguiendo emocionarnos en más de una ocasión con esa voz rota que cada vez nos recuerda más a la de Tom Waits.
Con una imagen que parecía salido de una película de piratas nos fue interpretando una a una todas esas joyas que esperábamos: Billy two rivers, Last Bandit, I don't want you to go, Princess valium, How come it never rains, Drunk like me, Errol Flynn.... muchas de ellas verdaderas odas etílicas que el tiempo no consigue envejecer.
No fue un concierto memorable para los pocos (y entusiastas, sobre todo un simpático guiri) que estuvimos allí, pero sí fue una hermosa velada que valió la pena. De verdad.
Mr. Wolf
Más info en la web del músico
tal vez sea porque aquella noche me esperaba una banda electrica sobre el escenario, o porque ya lo habia visto varias veces en acustico. la verdad es que me largue a mitad de concierto aburrido. no se, la ultima vez que lo vi, con spike, fue magico y lo de aquel viernes, soporifero.
ResponderEliminarsaludos y enhorabuena por el blog
(a ver que tal los quireboys... sera mi primera vez)